Esta es una entrevista realizada al Dr. Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México) en relación al triunfo de D. Trump como presidente de Estados Unidos de América "EE.UU. tuvo la época negra de Hoover y el mccarthismo, pero la de Trump va a ser peor"
M.H.: Se acercan las elecciones en Francia, la derecha más conservadora eligió a su candidato Francois Fillon, Marine Le Pen ya era candidata y ahora parece haber anunciado su candidatura Manuel Valls, quien fuera primer ministro de Hollande quien renunció a su reelección. De confirmarse esto, tendríamos 3 candidatos de ultraderecha.
G.A.: Exactamente. Valls era el hombre fuerte, semi fascista, en el gobierno socialista. Un hombre hijo de un exiliado español, no anti franquista sino simplemente conservador. Es un catalán conservador de derecha en el Partido Socialista, de medidas fuertes, utilizando la policía y de proyectos de ley represivos. La novedad en ese trío es que Fillon que proponía nada menos que la supresión del pago por la seguridad social de toda una serie de enfermedades, ahora dio marcha atrás. Sigue con su programa sumamente reaccionario de aumento de la edad para jubilarse, de aumento de las horas de trabajo, sin aumento de sueldo, trabajar más cobrando lo mismo y toda una serie de otras medidas reaccionarias. Marine Le Pen propone nada menos que la supresión de la enseñanza y de la sanidad a los hijos de inmigrantes sin papeles. Hay toda una serie de medidas xenófobas y anti populares que comparten el llamado socialista, el llamado conservador constitucional y la semi fascista de Marine Le Pen.
M.H.: Sufrió una derrota aplastante en el referéndum el primer ministro italiano Matteo Renzi ¿Cuál es la perspectiva política que se abre a partir de esta situación en Italia?
G.A.: Matteo Renzi quería una concentración del poder en su figura y facilidades en el aparato del Estado para actuar según le pareciera. Detrás de él estaba la gran banca y el gran capital, la organización de los patrones lo estaba apoyando. La derrota ha sido de toda esa gente en nombre del mantenimiento de la Constitución surgida de la derrota del fascismo, una Constitución que dice que Italia está basada en los trabajadores. Ahora van a tener que ir a elecciones probablemente en febrero. Lo que están tratando de hacer, con el continuador de Renzi, que es una fotocopia de él, un poco menos prepotente y fascista, es un democristiano social, un noble que tiene buena madera por lo menos, pero es exactamente lo mismo. Lo que están intentando hacer es una ley electoral que le permita una mayor representación, sobre todo a Berlusconi y al sector de Berlusconi y de ese modo tener una mayoría parlamentaria conservadora porque la perspectiva de que gane Beppe Grillo, un cómico que encabeza un movimiento que se llama Cinco Estrellas, que la prensa italiana califica como populista pero que es popular plebeyo donde hay de todo, desde semi fascistas hasta gente de izquierda.
M.H.: Me llamó la atención el voto masivo de la juventud en el sur de Italia por el NO a la reforma constitucional. ¿Cómo se explica esto?
G.A.: Italia está dividida entre el norte y el sur, en el norte la desocupación juvenil es mucho menor y hay más trabajo, no hay pleno empleo, pero hay más trabajo. En el sur la desocupación juvenil llegaba al 50/60% entendiendo por jóvenes hasta los 25 años. No hay trabajo, la desocupación en general es más alta que en el norte. Eso explica que en el Nápoles el NO ganara por el 70% y también en Calabria ganase por el 70%. En Calabria, los votos muchas veces a partir de rebeliones populares han sido para la derecha, históricamente el sur tenía la zona campesina que fue monárquica no republicana, que después votó por la derecha, pero la desocupación, sobre todo la juvenil y el hecho de que la corrupción sea mayor que en el resto de Italia, ha llevado a unirse en una posición que en este caso es de izquierda.
M.H.: Continuando con el panorama electoral europeo, en Austria fue derrotada la derecha por un líder ecologista, Alexander Van Der Bellen con 53.6% en el balotaje presidencial. ¿Qué reflexión le merece este triunfo electoral de los ecologistas en Austria?
G.A.: A diferencia de Italia donde la participación fue muy masiva en las elecciones, en Austria no hubo tanta. Eso golpeó a la derecha porque todas las encuestas hacían prever que iba a ganar nuevamente un derechista pro nazi, recordemos que Hitler nació en Austria, que iba a conseguir los votos de sectores obreros muy atrasados y xenófobos, molestos por la inmigración y de los campesinos democristianos. Por motivos de una mayor abstención, por suerte ganó un ecologista que concentró los votos sobre todo urbanos de clases medias. No los de los muy jóvenes porque hubo bastante abstención.
M.H.: Al revés de lo que sucedió en Italia.
G.A.: Por suerte ganó este ecologista que abre una perspectiva, porque el viejo Partido Socialista, que era socialdemócrata desde hace mucho tiempo, ya se había disuelto. Entonces, esto hace una recomposición de sectores urbanos modernos con sectores obreros, con jóvenes intelectuales para frenar a la xenofobia y el fascismo.
M.H.: Me gustaría que nos detengamos en algunas de las personalidades nombradas por Donald Trump para ocupar distintos puestos en su gabinete. Comenzando por el Secretario de Estado, Rex Tillerson, que es presidente de la Exxon Mobil y que ocupó el puesto 25º el año pasado entre las personas más influyentes del mundo según la revista Forbes. Fue actor de una transacción que abrió el acceso a la petrolera en el Artico ruso. ¿Qué podemos decir acerca de este personaje?
G.A.: Este es uno de los grandes oligarcas que controlan el mundo y que llevan al desastre ecológico mundial. Recordemos los derrames de petróleo de la Exxon en EE. UU. El abrir el petróleo del Artico va a ser un desastre sin precedentes, sobre todo teniendo en cuenta que tiene plena impunidad, tanto por el lado de Trump como por el de Putin porque es su socio, ha hecho una serie de negocios con él y es un hombre muy influyente en el sector petrolero de Rusia.
M.H.: Incluso fue condecorado.
G.A.: Así es. Significa sin duda un cambio en la política exterior de EE. UU., que trata como intentó Nixon en su momento, separar a China de Rusia. Pero también significa que Trump va a eliminar las leyes que frenan la destrucción ambiental, va a favorecer el fracking y a los petroleros de todos los modos posibles y ya está subvencionando a las compañías que sacan fósiles como carbón o petróleo de un modo sin precedentes. Entonces el desastre político y económico va a ser muy grande, todo el gabinete de Trump es para eso. Ha nombrado una serie de Generales en puestos claves, seguridad, ministro del interior, ministro de defensa. A uno de ellos en Irak sus subordinados lo llamaban “perro rabioso”, esto da una idea de la capacidad bélica de estos tipos que mandaban soldados al frente y que no veían otra cosa que el uso de la superioridad técnica de EE. UU. para hacer masacres sin fin.
M.H.: Me emocionó leer la crónica de la lucha que se dio en EE. UU. contra el oleoducto que pasaba por un territorio Sioux y donde jugaron un rol clave los veteranos de guerra.
G.A.: Sí, fue una maravilla. Por supuesto, había muchos veteranos de guerra indígenas, pero también muchos otros que son progresistas y no son indígenas y que asumieron la lucha como propia. Es una lucha maravillosa comparable a la de los negros contra el apartheid en los años ´50 y que está en estos momentos siendo apoyada por los sectores más progresistas de EE. UU., porque no solo es una lucha contra el petróleo sino contra la centralización del aparato estatal, la economía y la política que avasallan los derechos de los indígenas, sus tratados.
En los años ’80 yo era dirigente de un partido italiano de izquierda, invitamos a un dirigente Sioux de Dakota, Caballo Blanco, y nos dijo que tenía problemas para llegar por la confección del pasaporte, creímos que era una cuestión del Departamento de Estado y tratamos de resolverlo a través de los diputados del partido. Pero el problema era que por las convenciones y tratados con los EE. UU., los indios tenían pasaporte propio Sioux confeccionado con pergamino, firmado por él mismo, tenían pasaportes propios. La eliminación de todos esos derechos, pequeños, pero que todavía tenían los indígenas, es lo que está planteado detrás de la invasión de sus tierras y la destrucción de sus zonas sagradas y cementerios.
M.H.: Sigamos con Steve Bannon, el hombre del Ku Klux Klan en la Casa Blanca.
G.A.: Eso es terrible también, es una amenaza directa contra los negros, de discriminación y represión. De los negros y la gente de color en general, porque recordemos que el Ku Klux Klan mataba negros pero también mató a un montón de mexicanos. Sin hacer diferencias, para ellos todos son inferiores y no humanos. El hecho de que se reciba a un representante del racismo declarado que hasta entonces eran semi clandestinos, nunca fueron reprimidos, pero al menos no aparecían públicamente, es gravísimo.
M.H.: También el nuevo Fiscal general, Jeff Sessions, un racista de Alabama, su carrera fue cortada por llamar “nigger” despectivamente a un oficial afroamericano.
G.A.: Sí, son gente que teoriza y practica el racismo. Alabama es una zona racista. Pero el hecho de que pongan a esta gente rancia del racismo en puestos claves es gravísimo, porque es la gente que autorizaba o cerraba los ojos frente a los linchamientos o dejaba en libertad a los linchadores.
M.H.: No se privan de nada porque el nuevo director de la CIA, Mike Pompeo, un antiguo miembro del Tea Party, es un islamófobo que tras los atentados al maratón en Boston declaró que los líderes religiosos del Islam no habían condenado el ataque y que eso los convertía en cómplices, partidario de tumbar el acuerdo con Irán y del mantenimiento del centro de detención de Guantánamo.
G.A.: EE. UU. tuvo la época negra de Hoover y también en el Senado de Mccarthy y el mccarthismo, lo de ahora va a ser peor, esta gente es peor. Van a hacer una ofensiva general en todos los terrenos, el ecológico, el económico, el legal, el de los derechos democráticos, el de la libertad sexual, etc.
Guillermo Almeyra es un argentino que vivió durante muchos años en México. Doctor en Ciencias
Políticas y Master en Historia, recibido en la Universidad de París
VIII, enseñó Política Contemporánea en la Universidad Nacional Autónoma
de México y en el Posgrado Integrado en Desarrollo Rural de la
Universidad Autónoma Metropolitana de México, donde se especializó en
movimientos sociales y en las consecuencias de la mundialización. Es
editorialista y comentarista internacional del diario La Jornada.
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