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martes, 22 de noviembre de 2016

BRASIL: MANO DERECHA DEL PRESIDENTE TEMER SE BALANCEA EN LA CUERDA FLOJA

El ministro de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima, considerado como el hombre fuerte del presidente brasileño Michel Temer, se balancea en la cuerda floja en su cargo, luego de ser acusado por el renunciante ministro de Cultura, Marcelo Calero, de intentar interferir en una decisión legal por intereses particulares.


Por ahora Geddel Vieira Lima, ministro de la Secretaría de Gobierno de Brasil y hombre fuerte del presidente Temer en el gabinete, se mantiene en el cargo, a pesar de encontrarse balanceándose sobre una delgada cuerda floja.

Desde el sábado pasado se ha estado especulando sobre su salida, luego de que fuera acusado por el renunciante ministro de Cultura, Marcelo Calero, de intentar interferir en una decisión técnica por intereses particulares. Por el momento, el presidente Temer decidió apoyarlo y mantenerlo en el cargo, según anuncio realizado por el portavoz de la Presidencia, Alexandre Parola.

Pero, según informaron diferentes medios de comunicación, la situación complicada de Vieira Lima hizo que varios dirigentes del PMDB, el partido de Temer, comenzaran a restregarse las manos y afilarse para el cargo: el presidente del Senado, Renan Calheiros; el ministro de la Casa Civil, Eliseu Padilha y el secretario de Inversiones, Moreira Franco, aunque ninguno de ellos confirmó oficialmente sus apetencias.

En el entorno más cercano al presidente Temer se evaluó que no era adecuado sustituir por el momento a Vieira Lima, responsable de la articulación entre el Gobierno y el Congreso Nacional (Poder Legislativo), en vísperas de la consideración de temas considerados muy sensibles, como la repatriación de recursos y la propuesta de enmienda constitucional al techo de gastos.

Otro de los temas que se evaluó fue que el Gobierno no quería alcanzar la marca de un ministro cesado por mes de gestión. Desde el inicio del mandato de Temer, hace seis meses, han caído ya cinco ministros.

Causas

El pasado viernes el entonces ministro de Cultura, el diplomático de carrera Marcelo Calero, presentó su renuncia indeclinable al cargo. ¿La causa? Según declaraciones realizadas al diario Folha de Sao Paulo, Vieira Lima lo presionó para que autorizara un emprendimiento en Salvador, Estado de Bahía, donde el dirigente gubernamental compró un apartamento. La construcción había sido embargada por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, órgano vinculado a la cartera de Cultura, porque estaba previsto que tuviera como máximo 13 pisos pero el proyecto constaba de 30. Varias de las unidades ya habían sido comercializadas, incluida una en el piso 23 para Geddel Vieira Lima. De acuerdo al renunciante Ministro de Cultura, su colega de Gabinete realizó "una presión inaceptable" para intentar revertir el veto a la obra, e incluos habría amenazado con hacer intervenir al presidente Temer en caso de que la cuestión no fuera resuelta. Por lo pronto, el embargo se ha mantenido.

Geddel negó haber presionado a Calero, pero la Comisión de Ética de la Presidencia resolvió por unanimidad de sus siete integrantes abrir una investigación para evaluar si el jerarca cometió algún acto contrario al Código de Conducta de la Administración Federal o la Ley de Conflicto de Intereses. La Comisión puede presentar una advertencia y recomendar al presidente, pero la decisión de cesarlo en el cargo corresponde exclusivamente al mandatario, ya que el análisis ético no conlleva implicancias jurídicas o administrativas.

De forma reservada se supo -según Folha de Sao Paulo- que los integrantes de la Comisión evalúan, a primera vista, que hay elementos suficientes para que el jerarca gubernamental sea encuadrado en la legislación sobre conflicto de intereses. La ley veda explícitamente cualquier "actuación como intermediario de intereses privados", y aunque Vieira Lima niegue haber hecho presión, admite haber tratado el asunto.

Vieira Lima llegó incluso a interferir en la propia comisión que lo va a investigar, a través de un miembro que fuera propuesto por él para la función, que finalmente revirtió su posición y se plegó al resto de los colegas que resolvió abrir la investigación.

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