La whiskería Brisas de Artigas cumplió cuatro años y decidió promocionar el aniversario con un "sorteo" de un servicio sexual de una de las prostitutas a elección, lo que motivó la intervención del Poder Judicial.La jueza Bettina Duter se presentó en el prostíbulo en la noche del sábado pero constató que la rifa anunciada no se concretó. "No se advierte indicio y /o prueba que merite la instrucción de un presunto hecho delictivo, sin perjuicio de lo que pudiera referir el Ministerio Público en la semana", expresa el informe que la magistrada elevó al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Pérez Manrique, y que fue divulgado en el portal del Poder Judicial.
Los folletos que se multiplicaron en las redes sociales y a través de WhatsApp anunciaban tres grandes shows: streeper, baile del caño y sexo en vivo. Pero además, aseguraba que "durante la noche se sorteará un número por el valor de $ 50 para el feliz poseedor disponer de la chica que más le guste". La jueza se enteró del sorteo por una noticia del Portal Montevideo y resolvió intervenir al considerar que el hecho podía "configurar algún tipo de delito y/o explotación de alguna índole", expresa el informe.
La jueza coordinó la inspección con la Policía de Artigas y se presentó en el lugar a la hora 23.40 del sábado. "El local es muy precario, está en un lugar alejado, cuenta con todas las habilitaciones, las trabajadoras sexuales tienen en regla su carnet sanitario, el propietario no se encuentra pero sí la encargada Sra. S. R. -también trabajadora sexual- quien nos refiere que el sorteo no se realizó -hecho no acaecido- , no se vendieron números como para efectivizarlo", sostiene la magistrado en el informe. El portal del Poder Judicial agrega que "mediante otros mecanismos de investigación que no fueron revelados se verificó que no se efectuó el tan publicitado 'sorteo'".
La jueza agrega que la entrada costaba $200 con derecho a consumición, y que hubo "espectáculos habituales y musicales", entre ellos, la participación de Grupo Konsagrados. "Entrevistadas a parte cada una de las trabajadoras del lugar, todas mayores de edad, explicaron su sistema de trabajo. Cada una de ellas tiene su domicilio en la ciudad de Artigas, menos una de ellas que vive en Quaraí, concurriendo al lugar en horas de la noche. Cobran $ 1200 al cliente, recibiendo $ 200 el propietario por pago del cuarto o pieza donde se desempeña la labor, a efectos de destinarlos a su limpieza. Expresan estar conformes con las condiciones laborales", informa el portal del Poder Judicial.
A su vez, "la copa" se vende a $130, que se reparten entre las trabajadoras ($60) y el local ($70). La prostitución está permitida por ley y regulada, pero es delito el proxenetismo, delito establecido en el año 1927. La ley 8.080, a la que hace referencia el actual Código Penal, expresa que "toda persona de uno u otro sexo, que explote la prostitución de otra contribuyendo a ello en cualquier forma con ánimo de lucro, aunque haya mediado el consentimiento de la víctima, será castigada con dos a ocho años de penitenciaría".
La jueza informó además que "al local no ingresan menores, no constatándose por la suscrita la presencia de ellos" hasta que abandonó el lugar a la hora 01.00 del domingo.
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