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lunes, 22 de agosto de 2016

VIVIENDAS ABANDONADAS: PROBLEMA ENDEMICO EN MONTEVIDEO, QUE NO SE QUIERE SOLUCIONAR


El estudio, realizado por los arquitectos Gonzalo Bustillo y Mariana Ures, estableció que la sumatoria de los valores reales de estos inmuebles —en base a datos del Servicio de Catastro y Avalúo de la Intendencia— es de US$ 10,5 millones, monto que equivale al costo de construcción de cinco edificios de vivienda de diez pisos de altura.
Hay otra comparación que puede hacerse y que también es elocuente: la superficie total de los padrones identificados es de 30.392 m2, un área que equivale aproximadamente a cinco manzanas de ciudad.

Si bien todas las deudas originales de estos inmuebles ascienden a apenas US$ 62.689, el total de la deuda acumulada, sumando multas y recargos, ronda los US$ 2 millones. No obstante, el 67% de los inmuebles visiblemente abandonados no tiene deudas: son solamente 12 los padrones morosos, destaca el informe.

Durante el relevamiento del área del Municipio CH, que demandó un año de trabajo y en el que también participó la Defensoría del Vecino, se identificaron 15 inmuebles "en condición de potencial intrusión de terceros". Del conjunto de 90 viviendas, hay 29 con obstrucción total de sus aberturas en planta baja.

De considerarse los inmuebles tapiados total y parcialmente, la cifra asciende a 40 casos. A su vez, se determinó la existencia de 19 inmuebles que, por su estado ruinoso, presentan "riesgo ostensible".

En cuanto a la titularidad, 73 registros obtenidos en el proceso de análisis permitieron establecer que en el 62% de los casos pertenecen a personas físicas, 36% a personas jurídicas y 1% al Estado. Sobre el restante 1% no hay datos.

El Municipio CH es el de mayor densidad demográfica del Uruguay, con una población total de unas 160.000 personas. Según el estudio, tiene un inmueble abandonado cada 11 manzanas.
Una construcción considerable sin terminar en Rondeau y César Díaz. Foto: F. Flores

Motivos.

El documento señala que en los últimos 25 años en Montevideo se ha escrito y analizado mucho sobre el problema del vaciamiento de áreas centrales. "Pero en el mismo período, no se han aplicado instrumentos de política pública directos para el manejo de los edificios vacíos en dichas áreas", sentencia.

Frente a la pregunta de por qué hay tantos edificios abandonados en la capital del país, los expertos concluyen que "como sociedad no hemos generado normas que sean un signo claro de desestímulo y transformación activa de dicha práctica social". Y que "el nuevo marco jurídico para el manejo del tema no instituye la noción de que dejar propiedades vacías durante extensos períodos es una práctica contraria a la construcción de un proyecto sostenible de ciudad".

"Si bien existen un conjunto de normas, tales como impuestos a la edificación inapropiada, dirigidas a regular situaciones de riesgo edilicio, ruinosidad, y construcciones tapiadas, al día de hoy no se cuenta con sistemas de inspección que permitan la aplicación de la norma", agrega el documento.

"La inexistencia de mecanismos de inspección de rutina sobre el amplio espectro de casos de edificación inapropiada, además impedir la aplicación de la norma y el intento de regulación del fenómeno, redunda en una pérdida de posibilidades de recaudación por parte de la Intendencia", agrega.

Áreas centrales.

Según el censo de 2011, el municipio que presenta mayores dificultades con las viviendas abandonadas es el B, que abarca a Ciudad Vieja, Barrio Sur, Palermo, Centro y Cordón. En tanto, la mayor concentración de casas vacías se da en el casco histórico; el CCZ N° 1 es donde el porcentaje se separa ampliamente del resto de los comunales.

Según otro estudio realiza-do el año pasado por la Facultad de Arquitectura, en las áreas centrales de Montevideo —contenidas fundamentalmente dentro de los municipios B y C— hay 339 padrones visiblemente abandonados. Podría parecer poco en un plano de 2.500 manzanas, pero si se las pusiera todas juntas, abarcarían 15 manzanas enteras, o 2.350 viviendas "tipo" de 75 m2.

Mientras que en Reducto o Brazo Oriental la cantidad de viviendas abandonadas resultó ser casi "nula", en la Ciudad Vieja fue más de las que imaginaron los arquitectos. En una zona tan histórica como neurálgica para la actividad económica y comercial del país, los "agujeros negros" son el doble que en el Centro.

A su vez, hacia el sur de 18 de Julio hay más abandono que en la zona norte. Desde el Ministerio de Desarrollo Social y la Intendencia de Montevideo se ha advertido que el crecimiento habitacional hacia la periferia es un gasto muy oneroso para el Estado. Construir nuevos barrios, llevarles saneamiento, agua potable y energía eléctrica, es mucho más costoso que recuperar los espacios abandonados dentro de la ciudad, donde existen servicios y la infraestructura necesaria.

Los trabajos de investigación realizados en varios barrios por los arquitectos Bustillo y Ures entre los años 2014 y 2016, sobre inmuebles visiblemente abandonados en áreas centrales de Montevideo, han llevado al reconocimiento y redefinición del abandono como una dinámica centralmente asociada a la "no explotación edilicia". Muy pocas veces estos casos tienen que ver con deudas o procesos judiciales.

Sobre un área urbana analizada de 3.000 manzanas y un total de 400 casos identificados como inmuebles visiblemente abandonados, entre el 85% y el 95% de los casos tienen como rasgo central la potencial "no explotación" o "vacío edilicio".

Algunos cálculos indican que en Montevideo hay unas 17.000 propiedades vacantes y ruinosas, y un stock aproximado de 13.000 en alquiler. Todo esto ocurre ante un reclamo permanente de viviendas y de rebaja de alquileres, en el que la oferta y la demanda juegan un rol fundamental.

Un conjunto de proyectos que cayeron en saco roto.

Desde la restauración democrática se han presentado 8 proyectos de ley al Parlamento para solucionar el problema de las viviendas abandonadas. Una legislatura tras otra, estos proyectos fueron a caer a saco roto. Y, una legislatura tras otra, fueron reciclados para de todas maneras volver a fracasar.

 En abril de 2015 entró al análisis de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Representantes un proyecto de ley del frenteamplista Alfredo Asti que busca un cambio jurídico a la situación de los bienes inmuebles en estado de abandono.

Fuente: El País

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