La vaquita (Phocoena sinus) es el mamífero marino más raro del mundo. En 2014, los investigadores solo contaron 100 miembros de la especie mexicana -una baja desde 2012, que había 200- y estimaron que la población bajaría aún un 20 % más por año. Esto es claro: el gobierno mexicano reportó que solamente quedan 60 vaquitas marinas, a pesar que en mayo de 2015 se prohibió por 2 años el uso de redes de pesca que frecuentemente las mataban.
Estas criaturas adorables son normalmente atrapadas en las redes, que son diseñadas para atrapar el totoaba, un pez también en peligro de extinción. usado como ingrediente en medicinas tradicionales chinas.
"A pesar de haber hecho los mejores esfuerzos, estamos perdiendo la batalla para frenar la pesca de totoaba y salvar a la vaquita", dijo Omar Vidal, jefe ejecutivo del capítulo mexicano del World Wide Fund for Nature, en un comunicado. Agregó que nada sino una prohibición total de la pesca en el hábitat de la vaquita podría prevenir la extinción en este punto. Y otros países tendrán que arrimar el hombro para cortar el mercado de mercancía capturada ilegalmente. "Además de la prohibición de pesca, México, USA y China tienen que tomar acciones urgentes y coordinadas para frenar la pesca ilegal, tráfico y consumo de totoaba", dijo.
Al conocer este panorama es inevitable preguntarse cuáles son las
causas de que la vaquita marina esté al borde de la extinción. La
respuesta es compleja: a pesar de no ser objetivo de la pesca, este
animal está muriendo atrapado en las redes utilizadas para atrapar
camarón y peces con escama y durante la captura ilegal de totoaba, una especie también en peligro de extinción pero con un gran atractivo para el mercado gastronómico en Estados Unidos de América y China.
La pesca de la totaba está prohibida en todo el mundo, a pesar de ello y como en México no existe vigilancia suficiente, es posible capturar clandestinamente entre 2 y hasta 20 ejemplares y después venderlos en Estados Unidos de América, para que finalmente lleguen a China donde cada buche (vejiga) de totoaba se comercializa hasta en 30,000 dólares en el mercado negro.
En China, el buche de totoaba se consume en platillos exóticos a los que se les atribuyen beneficios afrodisíacos y de fertilidad. Es así como las tres naciones comparten la responsabilidad de que continúe el tráfico ilegal de totoaba y en consecuencia serían corresponsables de que la vaquita marina se extinga.
De todas maneras, incluso con la prohibición de dos años de emergencia -forzada por la marina y apoyada por millones de dólares en compensación por los ingresos perdidos de los pescadores- se han descubierto 42 redes ilegales en el área en los últimos cuatro meses, y tres vaquitas fueron encontradas muertas por enredarse con las redes en marzo.
"Estamos viendo que esta especie nativa preciosa está desapareciendo ante nuestros ojos", dijo Lorenzo Rojas-Bracho, director del Comité internacional para la recuperación de la vaquita (Cirva), en el comunicado. Establecido por el gobierno mexicano, este grupo internacional de científicos proveyó el último recuento del mamífero marino.
Sobre la recuperación de la vaquita marina, dijo que se trata de una labor a largo plazo. Según Cirva, entre 2016 y 2050 la población puede aumentar a 250 ejemplares siempre y cuando no siga siendo atrapada incidentalmente.
"Nuestro último conteo confirma la baja catastrófica antes de la prohibición de las redes", dijo Rojas-Bracho. "La prohibición de las redes y el forzamiento a cumplir con la ley debe continuar si queremos al menos una esperanza de salvar a la vaquita".
En abril pasado, el presidente Enrique Peña Nieto anunció un plan de protección de este mamífero marino, que incluyó la prohibición de las redes agalleras por dos años y una compensación económica para las comunidades pesqueras afectadas.
Será "un pago justo por dejar de pescar y utilizar artes de pesca que no atenten contra la vaquita marina", dijo entonces el mandatario, quien también anunció el reforzamiento de la vigilancia en la región y el fomento de formas de pesca sustentables, unas medidas que no se han llevado a la realidad.Si la pesca con red se vuelve a permitir cuando la prohibición de dos años termine, dijeron los investigadores, la vaquita puede extinguirse por completo en 2022.
Fuente: The Washington Post y EFE
La pesca de la totaba está prohibida en todo el mundo, a pesar de ello y como en México no existe vigilancia suficiente, es posible capturar clandestinamente entre 2 y hasta 20 ejemplares y después venderlos en Estados Unidos de América, para que finalmente lleguen a China donde cada buche (vejiga) de totoaba se comercializa hasta en 30,000 dólares en el mercado negro.
En China, el buche de totoaba se consume en platillos exóticos a los que se les atribuyen beneficios afrodisíacos y de fertilidad. Es así como las tres naciones comparten la responsabilidad de que continúe el tráfico ilegal de totoaba y en consecuencia serían corresponsables de que la vaquita marina se extinga.
De todas maneras, incluso con la prohibición de dos años de emergencia -forzada por la marina y apoyada por millones de dólares en compensación por los ingresos perdidos de los pescadores- se han descubierto 42 redes ilegales en el área en los últimos cuatro meses, y tres vaquitas fueron encontradas muertas por enredarse con las redes en marzo.
"Estamos viendo que esta especie nativa preciosa está desapareciendo ante nuestros ojos", dijo Lorenzo Rojas-Bracho, director del Comité internacional para la recuperación de la vaquita (Cirva), en el comunicado. Establecido por el gobierno mexicano, este grupo internacional de científicos proveyó el último recuento del mamífero marino.
Sobre la recuperación de la vaquita marina, dijo que se trata de una labor a largo plazo. Según Cirva, entre 2016 y 2050 la población puede aumentar a 250 ejemplares siempre y cuando no siga siendo atrapada incidentalmente.
"Nuestro último conteo confirma la baja catastrófica antes de la prohibición de las redes", dijo Rojas-Bracho. "La prohibición de las redes y el forzamiento a cumplir con la ley debe continuar si queremos al menos una esperanza de salvar a la vaquita".
En abril pasado, el presidente Enrique Peña Nieto anunció un plan de protección de este mamífero marino, que incluyó la prohibición de las redes agalleras por dos años y una compensación económica para las comunidades pesqueras afectadas.
Será "un pago justo por dejar de pescar y utilizar artes de pesca que no atenten contra la vaquita marina", dijo entonces el mandatario, quien también anunció el reforzamiento de la vigilancia en la región y el fomento de formas de pesca sustentables, unas medidas que no se han llevado a la realidad.Si la pesca con red se vuelve a permitir cuando la prohibición de dos años termine, dijeron los investigadores, la vaquita puede extinguirse por completo en 2022.
Fuente: The Washington Post y EFE
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