El mensaje que leyeron los imanes a los fieles en su prédica del viernes habría pasado desapercibido, pero la Unión Turco-Musulmana para Asuntos religiosos (DITIB, en sus siglas en turco), una organización financiada por el Gobierno turco y de la cual dependen 970 imanes que viven en Alemania, tuvo el valor de publicarlo en su página de Internet.
“Estos sucesos dejaron claro que aquellos que sembraron durante 40 años las semillas de la sedición, rebelión y hostilidad, hicieron un gran daño a nuestra gente. Fue un acto de traición”, añadía el mensaje leído por los imames.
Cuando Volker Beck, un conocido diputado del partido de Los Verdes y miembro de una comisión del Bundestag que se ocupa de asuntos religiosos, leyó el comunicado, se apresuró a escribir una nota que llegó a todas las redacciones de medios alemanes y también a los corresponsales extranjeros.
“Estos sucesos dejaron claro que aquellos que sembraron durante 40 años las semillas de la sedición, rebelión y hostilidad, hicieron un gran daño a nuestra gente. Fue un acto de traición”, añadía el mensaje leído por los imames.
Cuando Volker Beck, un conocido diputado del partido de Los Verdes y miembro de una comisión del Bundestag que se ocupa de asuntos religiosos, leyó el comunicado, se apresuró a escribir una nota que llegó a todas las redacciones de medios alemanes y también a los corresponsales extranjeros.
“Esa prédica lleva el conflicto político de Turquía a la comunidad musulmana en Alemania y esto es muy peligroso porque puede trastornar la paz interna de Alemania, donde viven muchos musulmanes kurdos y turcos”.
Su compañero de partido Çem Ozdemir fue un poco más lejos y denunció que DITIB era una organización que recibía órdenes directas del Erdogan. “Si abrimos nuestras escuelas a la enseñanza religiosa impartida por DITIB, permitiremos que la ideología de Erdogan se propague por las escuelas. Eso lo encuentro insoportable”, añadió el copresidente del partido Los Verdes, cuyos padres nacieron en Turquía y llegaron a Alemania como gastarbeiter (literalmente “trabajadores huéspedes”, es decir, inmigrantes).
Las prédicas de los imames dejaron al desnudo la cara oculta de la organización y provocaron inquietud en todas las instancias oficiales alemanas, que temen ahora que la influencia religiosa que ejerce el presidente turco a través de DITIB pueda causar un daño enorme a la convivencia de la comunidad turca en Alemania, unos tres millones de personas.
“Hay que reducir la influencia que ejerce el Gobierno turco en DITIB”, señaló Volker Kauder, el poderoso jefe del grupo parlamentario democristiano, que calificó a la organización como un “portavoz” de Erdogan en Alemania. En menos de dos semanas, prácticamente toda la clase política germana, incluidas altas autoridades de los Gobiernos regionales, comenzó a distanciarse de DITIB y a congelar los acuerdos mediante los cuales la organización podía impartir clases de religión en las escuelas.
Su compañero de partido Çem Ozdemir fue un poco más lejos y denunció que DITIB era una organización que recibía órdenes directas del Erdogan. “Si abrimos nuestras escuelas a la enseñanza religiosa impartida por DITIB, permitiremos que la ideología de Erdogan se propague por las escuelas. Eso lo encuentro insoportable”, añadió el copresidente del partido Los Verdes, cuyos padres nacieron en Turquía y llegaron a Alemania como gastarbeiter (literalmente “trabajadores huéspedes”, es decir, inmigrantes).
Las prédicas de los imames dejaron al desnudo la cara oculta de la organización y provocaron inquietud en todas las instancias oficiales alemanas, que temen ahora que la influencia religiosa que ejerce el presidente turco a través de DITIB pueda causar un daño enorme a la convivencia de la comunidad turca en Alemania, unos tres millones de personas.
“Hay que reducir la influencia que ejerce el Gobierno turco en DITIB”, señaló Volker Kauder, el poderoso jefe del grupo parlamentario democristiano, que calificó a la organización como un “portavoz” de Erdogan en Alemania. En menos de dos semanas, prácticamente toda la clase política germana, incluidas altas autoridades de los Gobiernos regionales, comenzó a distanciarse de DITIB y a congelar los acuerdos mediante los cuales la organización podía impartir clases de religión en las escuelas.
Freno a los radicales
La jefa del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia cuestionó la imparcialidad de DITIB y anunció que las autoridades educativas del Estado federado más poblado del país (casi 18 millones) revisarían los acuerdos que estaba negociando con la organización. “Han aumentado las dudas para creer que DITIB pueda ser considerada una comunidad religiosa”, dijo la política socialdemócrata al sugerir que DITIB estaba más interesada en propagar en Alemania el discurso del jefe de Estado turco que en difundir las enseñanzas del Corán.
En menos de tres semanas, tres gobiernos regionales, Renania Palatinado, Sarre y Baja Sajonia, cancelaron los acuerdos que habían suscrito con DITIB, una organización que depende directamente de la presidencia de Asuntos Religiosos de Turquía (DIYANET), la máxima autoridad religiosa de Turquía, dependiente directamente del Gobierno y que se encarga de pagar a los 970 imanes en activo en Alemania.
DITIB fue creada en 1984 gracias a un acuerdo gubernamental entre Bonn y Ankara. Bonn tenía la esperanza de reprimir, con la creación de esta organización religiosa, la actividad política de los nacionalistas kurdos y, al mismo tiempo, de los grupos fundamentalistas. Pero la asonada golpista contra Erdogan ha cambiado las reglas del juego y ahora Berlín teme que DITIB se convierta en un peligroso caballo de Troya de Erdogan en Alemania.
“Rechazamos en los términos más enérgicos todas las insinuaciones que relacionan nuestra organización con el control extranjero, la influencia política de Turquía, la agitación política y la naturaleza peligrosa de nuestra comunidad religiosa”, hizo saber la dirección nacional de la organización en un comunicado, donde culpa a los “expertos en el islam” de propagar mentiras y dudas.
La jefa del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia cuestionó la imparcialidad de DITIB y anunció que las autoridades educativas del Estado federado más poblado del país (casi 18 millones) revisarían los acuerdos que estaba negociando con la organización. “Han aumentado las dudas para creer que DITIB pueda ser considerada una comunidad religiosa”, dijo la política socialdemócrata al sugerir que DITIB estaba más interesada en propagar en Alemania el discurso del jefe de Estado turco que en difundir las enseñanzas del Corán.
En menos de tres semanas, tres gobiernos regionales, Renania Palatinado, Sarre y Baja Sajonia, cancelaron los acuerdos que habían suscrito con DITIB, una organización que depende directamente de la presidencia de Asuntos Religiosos de Turquía (DIYANET), la máxima autoridad religiosa de Turquía, dependiente directamente del Gobierno y que se encarga de pagar a los 970 imanes en activo en Alemania.
DITIB fue creada en 1984 gracias a un acuerdo gubernamental entre Bonn y Ankara. Bonn tenía la esperanza de reprimir, con la creación de esta organización religiosa, la actividad política de los nacionalistas kurdos y, al mismo tiempo, de los grupos fundamentalistas. Pero la asonada golpista contra Erdogan ha cambiado las reglas del juego y ahora Berlín teme que DITIB se convierta en un peligroso caballo de Troya de Erdogan en Alemania.
“Rechazamos en los términos más enérgicos todas las insinuaciones que relacionan nuestra organización con el control extranjero, la influencia política de Turquía, la agitación política y la naturaleza peligrosa de nuestra comunidad religiosa”, hizo saber la dirección nacional de la organización en un comunicado, donde culpa a los “expertos en el islam” de propagar mentiras y dudas.
Fuente: El País de M.
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