MENORES ASESINOS: A ALGUIEN SE LE OCURRE QUE PUEDEN SER RECUPERADOS ?

"Mauri" tiene 18 años y un prontuario de temer. Ya mató a dos personas, intentó asesinar a una tercera, fue remitido por dos rapiñas y se lo investiga por otras diez. En enero de este año se fugó de un hogar del INAU donde estuvo recluido durante un año y medio por la muerte de un guardia de seguridad. Con 30 años regresará a un hogar del INAU a terminar de cumplir la sentencia por la muerte del guardia de seguridad durante una rapiña efectuada en 2013, cuando era menor de edad. Antes deberá purgar, en una cárcel de adulto, penas por el homicidio de un albañil y una rapiña de una moto. Así lo dispuso la Justicia Penal el pasado miércoles 8. Hace tres días, el juez de 3° Turno, Gustavo Iribarren, remitió a la cárcel al "Mauri" por ultimar a un obrero de la construcción que, junto con su hijastro, había llegado el día anterior de Tacuarembó para refaccionar una casa de Malvín Norte. El magistrado le tipificó un "delito de rapiña especialmente agravada con un delito de homicidio (del albañil) muy especialmente agravado". Iribarren le tipificó rapiña porque hace una semana el joven extrajo un arma y en plena calle interceptó a un motociclista. Sin dejar de apuntarle, lo bajó de la moto y se la llevó junto con un cómplice. La Policía sospecha que, desde que se fugó en enero de este año —durante la anterior administración del INAU—, el joven y un cómplice cometieron por lo menos una decena de rapiñas a locales comerciales y a transeúntes. En el turno del juez Iribarren se le investigó por tres atracos. Investigadores de la Zona II (Buceo y zonas aledañas) lograron probarle el asalto al motociclista. Continúan reuniendo pruebas por los otros delitos. Carrera. "Mauri" vive en Malvín Norte. Sus antecedentes como menor son atípicos porque no comenzó con pequeños robos a vecinos o a locales comerciales. El primer registro que surge en su legajo es una tentativa de homicidio, indicaron a El País fuentes del caso. Su segundo delito fue el homicidio del guardia de seguridad Ángel Odriozola, ocurrido el 14 de julio de 2013 en una panadería de Camino Carrasco y Veracierto (Malvín Norte). Acompañado por un cómplice, "Mauri" llegó en moto al comercio. Obligó a casi una decena de personas entre empleados, clientes y el propio guardia de seguridad a tirarse al piso boca abajo. Los dos menores se apropiaron de $ 20.000 de la recaudación. Según testigos, nadie opuso resistencia durante el tiempo que duró el asalto. Cuando se retiraban del comercio, uno de los delincuentes observó que Odriozola llevaba esposas y un arma de fuego. "¡Ah!, así que sos policía", dijo el rapiñero, y de inmediato le efectuó un disparo en la nuca, a quemarropa. Odriozola tenía 32 años y había sido policía durante cinco años. Era padre de cinco hijos, todos ellos menores de edad. El guardia había cambiado el turno con su padre, quien realizaba habitualmente la vigilancia en el lugar junto a dos de sus hijos. El 14 de julio no era su día de trabajo. Ángel había ofrecido a su progenitor cubrir su turno para que éste pudiera disfrutar del Día del Padre. Pocos días después, los dos asesinos fueron capturados por efectivos de la Seccional 14ª en un asentamiento ubicado en la rambla Euskal Erría, en Malvín Norte. Casi 200 adultos están internados con menores. Un relevamiento realizado en mayo de este año por las actuales autoridades del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) estableció que cerca de 200 delincuentes adultos se encuentran alojados junto a menores en hogares. La mayoría de estos internos cometieron delitos cuando eran adolescentes y fueron atrapados luego que cumplieran los 18 años. Otros purgaban penas en hogares por delitos graves como muertes violentas o rapiñas, se fugaron, cometieron delitos como adultos, fueron recluidos en el Comcar y luego regresaron al INAU. "Esos adultos generan problemas en el sistema. Prefieren estar en una cárcel de adultos porque allí tienen a sus familiares y amigos. En ocasiones cometen un delito para ser traslados al Comcar", dijo una fuente oficial. Fuente: El País