martes, 24 de noviembre de 2015
ANTOINE LEIRIS: NO TENDRAN MI ODIO
“El viernes por la noche robasteis la vida de un ser de excepción, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero no tendréis mi odio”. Antoine Leiris, periodista de la radio France Bleu, escribió estas líneas el lunes después de la tragedia. Por la mañana había ido a reconocer el cuerpo de su esposa, Helène, de 35 años, una de las 89 fallecidas en el ataque de los terroristas a la sala de conciertos Bataclan de París. La carta abierta la colgó en su perfil Facebook y rápidamente dio la vuelta al mundo. El diario Le Monde la publicó en portada, se compartió en Facebook más de 220.000 veces y generó más de 10.000 tuits en diferentes idiomas. “Responder al odio con la ira sería ceder a la misma ignorancia que hizo de ustedes lo que son”.
Las palabras de Leiris han servido de bálsamo en una sociedad herida, que se debate entre el temor y la voluntad de no ceder ante los terroristas. “Queréis que tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con recelo, que sacrifique mi libertad por seguridad. Habéis perdido”, añade en otro extracto de la carta. “Por supuesto, estoy devastado por la pena, les concedo esa pequeña victoria, pero será de corto plazo (…) De hecho, no tengo más tiempo para dedicaros, tengo que ocuparme de Melvil que se despierta de la siesta. Tiene apenas 17 meses, se comerá la merienda como cada día, jugaremos como cada día y toda su vida, este niño les hará la afrenta de ser feliz y libre. Porque no, tampoco tendrá su odio”.
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Leiris confiesa que la tentación de la desconfianza y de la ira la ha sentido, como todos. “No soy un ser de luz que toma siempre la decisión acertada”, dice el periodista, de 34 años, en una entrevista con EL PAÍS en el hotel Best Western Montcalm de París. “La carta era también un manifiesto para mí mismo, para recordarme que no hay que caer en la estupidez, en las conclusiones rápidas, que hay que elegir siempre la reflexión, al igual que hizo Hélène tras los atentados de enero” contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado judío. “Fuimos a poner flores con Melvil, porque a Hélène, como a mí, le afectó mucho. Atentaron, como ahora, contra parte de lo que compone nuestro estilo de vida, contra la libertad de cada uno”, recuerda. “Es normal tener esos sentimientos negativos, pero no hay que ceder”.
La carta la escribió el lunes, tras visitar el cuerpo de su esposa por la mañana y recoger al pequeño de la guardería. “Después de verla, fui a buscar a Melvil y le hice la comida”, recuerda. “En ese tiempo las palabras me venían una tras otra. Acosté al niño, me puse delante del ordenador y empecé a escribir. Son palabras por supuesto elegidas, fruto de la reflexión, pero las frases fluyeron rápidamente. Hice un par de correcciones y supe que era el momento de enviarla”.
Lo hizo en su cuenta de Facebook para dejar constancia de ello y compartirlo si acaso con sus amigos. Nunca imaginó su repercusión. Formalmente dirigida a los terroristas, conmocionó a decenas de miles de personas. Cientos de ellas de todas partes del mundo le respondieron, con “cartas largas, sentidas, muy personales”. Leiris no se dio cuenta hasta el día siguiente, porque como indica en su misiva, tras enviarla volvió a su día a día. “Muchas personas me han querido decir que estaban a punto de ceder y que mi carta les ayudó a no hacerlo. En realidad, la frontera entre las dos reacciones es muy fina y se trata al final de una decisión personal. Podemos elegir otra respuesta que la violencia”.
Entre su vida de padre, los encuentros con sus amigos, los preparativos de los funerales y sus necesarios momentos de intimidad para vivir su duelo, Leiris acepta ahora dar contadas entrevistas. Lo hace para trasladar un mensaje a todos los que le han escrito. “Quiero que sepáis que he recibido vuestras cartas y que me han hecho mucho bien”. Con el tiempo espera poder contestar a todas y en algún momento incluso visitar a algunos de sus autores de diferentes partes del mundo. “Me sentará bien, creo que llevaré a Melvil conmigo. Quiero entender qué es exa
“Vous n’aurez pas ma haine”
Vendredi soir vous avez volé la vie d’un être d’exception, l’amour de ma vie, la mère de mon fils mais vous n’aurez pas ma haine. Je ne sais pas qui vous êtes et je ne veux pas le savoir, vous êtes des âmes mortes. Si ce Dieu pour lequel vous tuez aveuglément nous a fait à son image, chaque balle dans le corps de ma femme aura été une blessure dans son coeur.
Alors non je ne vous ferai pas ce cadeau de vous haïr. Vous l’avez bien cherché pourtant mais répondre à la haine par la colère ce serait céder à la même ignorance qui a fait de vous ce que vous êtes. Vous voulez que j’ai peur, que je regarde mes concitoyens avec un oeil méfiant, que je sacrifie ma liberté pour la sécurité. Perdu. Même joueur joue encore.
Je l’ai vue ce matin. Enfin, après des nuits et des jours d’attente. Elle était aussi belle que lorsqu’elle est partie ce vendredi soir, aussi belle que lorsque j’en suis tombé éperdument amoureux il y a plus de 12 ans. Bien sûr je suis dévasté par le chagrin, je vous concède cette petite victoire, mais elle sera de courte durée. Je sais qu’elle nous accompagnera chaque jour et que nous nous retrouverons dans ce paradis des âmes libres auquel vous n’aurez jamais accès.
Nous sommes deux, mon fils et moi, mais nous sommes plus fort que toutes les armées du monde. Je n’ai d’ailleurs pas plus de temps à vous consacrer, je dois rejoindre Melvil qui se réveille de sa sieste. Il a 17 mois à peine, il va manger son goûter comme tous les jours, puis nous allons jouer comme tous les jours et toute sa vie ce petit garçon vous fera l’affront d’être heureux et libre. Car non, vous n’aurez pas sa haine non plus.
"usted no tendrá mi odio"
El viernes por la noche le robaste la vida de un ser de excepción, el amor de mi vida, la madre de mi hijo pero usted no tendrá mi odio. No sé quién eres y no quiero saberlo, usted es de las almas muertas. Si ese Dios para que te maten a ciegamente nos ha hecho a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón.
Entonces no no le voy a hacer este regalo de odiarse. Lo tienes bien buscado con todo pero responder al odio por la ira sería ceder a la misma ignorancia que ha hecho de ti lo que eres. Quieres que tengo miedo, que miro a mis conciudadanos con un ojo desconfiado, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Perdido. Mismo jugador juega otra vez.
La vi esta mañana. Por último, después de las noches y los días de espera. Ella era tan hermosa como cuando ella es parte de este viernes por la noche, tan hermosa como cuando estoy locamente enamorado hace más de 12 años. Por supuesto estoy devastado por el dolor, le concedo esta pequeña victoria, pero será de corta duración. Sé que ella nos acompañará cada día y que nos encontraremos en este paraíso de las almas libres al que usted nunca tendrá acceso.
Somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuerte que todos los ejércitos del mundo. No tengo, por otra parte, no más de tiempo a usted dedicar, tengo que llegar a melvil que se despierta de su siesta. Tiene 17 meses de pena, va a comer su merienda como todos los días, y luego vamos a jugar como todos los días y toda su vida este niño le hará la afrenta de ser feliz y libre. Porque no, usted no tendrá su odio no más.
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