El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, expresó hoy su "condena" al papa Francisco y le acusó de decir "estupideces" por un reciente sermón en el que hizo mención al genocidio armenio. No podía esperarse menos de un personaje absolutista y prepotente.
"Condeno al Papa y quiero advertirle. Espero que no vuelva a cometer un error de ese tipo", dijo Erdogan en un discurso ante representantes de la Asociación de Exportadores de Turquía, transmitido en directo por la cadena NTV.
"Cuando los políticos y los religiosos asumen el trabajo de historiadores, no dicen verdades, sino estupideces", añadió el presidente turco.
Erdogan recordó que el año pasado expresó sus condolencias por la tragedia armenia, pero subrayó que esta misma postura debe adoptarse respecto a lo que sucedió a los tártaros de Crimea, de etnia turca, o a los circasianos en el Cáucaso.
Decenas de miles de circasianos murieron durante el siglo XIX ante el avance del Imperio ruso y otros cientos de miles tuvieron que dejar su territorio en el Cáucaso.
"Ya dije entonces que mientras los armenios morían en nuestro país, a los otomanos los mataban en otros países, entre otros por parte de armenios", señaló hoy el presidente turco.
Agregó que "lamento enormemente que el papa defina como genocidio el sufrimiento de los armenios, junto al de todos los pueblos de nuestra geografía, con los musulmanes en primer lugar".
"En nuestros encuentros (con el Papa) he visto a un político diferente. No digo un hombre de religión sino a un político. Pero estas declaraciones lamentablemente reflejan la mentalidad que ha llevado a la masacre de millones de personas en la historia", dijo Erdogan en referencia a las Cruzadas.
"Quiero subrayar que no permitiremos que los hechos históricos se saquen del contexto y se conviertan en una campaña contra nuestro país", prometió.
Como solución para resolver la disputa, Erdogan propuso que "los historiadores investiguen el asunto".
"Nosotros abrimos nuestros archivos. Los armenios deberían abrir los suyos también y, si tienen, mostrar sus documentos. Estamos dispuestos a abrir también los archivos de nuestro Ejército", dijo.
La polémica, iniciada el domingo tras el sermón del Papa, se produce a 10 días de la conmemoración internacional del centenario del genocidio armenio, el próximo 24 de abril, y a menos de dos meses antes de las elecciones generales turcas.
Algunos historiadores calculan que, entre 1915 y 1923, un millón y medio de armenios murieron directamente por las masacres y las deportaciones, mientras que otro medio millón se vio forzado a huir al extranjero.
Turquía no reconoce estos hechos como "genocidio" sino que los considera "lamentables excesos" cometidos durante una guerra entre las fuerzas del orden y las milicias armenias, aliadas de Rusia en la I Guerra Mundial.
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