La barbarie de las bestias pardas del Estado Islámico sigue adelante. Horas después de haber asesinado barbaramente al piloto jordano, el grupo yihadista asesinó al sacerdote Paul Jacob en el campamento Ghazlani, al sur de Mosul, en Irak.
Jacob, quien fue secuestrado ocho meses atrás por los terroristas de ISIS, era párroco en una iglesia del distrito oriental de esa ciudad iraquí.
Ésta es otra de las metodologías adoptadas por los terroristas de ISIS, quienes en más de una oportunidad han destruido santuarios religiosos. Han demolido mezquitas chiítas y tumbas de los hombres justos del islam, entre otras instituciones.
Según consigna el portal In Terris, en los últimos días, el Estado Islámico ha quemado en Irak libros y textos antiguos considerados "impuros".
No hay comentarios:
Publicar un comentario