Italia ha recuperado dos cuadros atribuidos a los postimpresionistas franceses Paul Gauguin y Pierre Bonnard, robados en Londres en 1970, que un trabajador de la Fiat de Turín quien ignoraba su valor tuvo durante 40 años colgados en la cocina de su casa.
El Ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, relató hoy en una rueda de prensa, junto con el general Mariano Mossa, responsable del cuerpo de Carabineros que se ocupa de la tutela del patrimonio, la rocambolesca historia y recuperación de estos dos cuadros.
Las dos telas que hoy fueron mostradas públicamente después de haber permanecido colgadas en la cocina de una familia italiana son "Fruits sur une table ou nature au petit chien" de Gauguin, que está valorado entre 15 y 35 millones de euros (entre 20,6 y 48,2 millones de dólares).
Y la otra obra, atribuida a Bonnard, es "La femme aux deux fauteuils", y su valor se calcula en unos unos US$ 827.000.
Según la reconstrucción realizada por los investigadores, los dos cuadros fueron robados de la casa de una pareja de coleccionistas de arte, de apellidos Marks y Kennedy, que los habían adquirido en una subasta el 28 de junio de 1961.
Algunos recortes de periódicos fechados el 8 de junio de 1970 informaban del robo de estos dos cuadros en una casa de la zona del Regent's Park de Londres y nunca más se supo de ellos.
Los ladrones, según se supo hoy, fueron de Londres a París, desde donde tomaron un tren hasta Turín, en el noroeste de Italia, pero el miedo o algún control hizo que dejaran abandonadas las telas en el tren.
Sin darle mayor importancia, las dos obras quedaron clasificadas como objetos perdidos por la compañía italiana de Ferrocarriles del Estado y fueron a parar a un almacén con otra serie de objetos que posteriormente fueron sacados a subasta.
Nadie se dio cuenta en aquella subasta de 1975 de que se trataba de un auténtico Gauguin de 1869, que aparece en algunos catálogos de subastas y que había sido dado por perdido, ni de un Bonnard de 1909, como se puede comprobar en el volumen sobre la obra de este pintor francés que se encuentra en Biblioteca de la Academia de Francia.
El único que notó la belleza postimpresionista de estos cestos de fruta y de la joven sentada en una butaca fue un trabajador de la casa automovilística Fiat, que se llevó el lote de los dos cuadros por tan sólo 45.000 liras, lo que actualmente serían cerca de 33 dólares.
El trabajador los colgó en la cocina de su casa de Turín y posteriormente se los llevó a su ciudad natal de Sicilia, donde había vuelto tras jubilarse.
La noticia del hallazgo de los dos cuadros llegó a los Carabineros que vigilan el patrimonio artístico italiano en el verano de 2013 cuando algunos expertos de arte los contactaron para señalarles la existencia de estas dos obras de importante valor.
El hijo del trabajador de Fiat, un estudiante de arquitectura del que no se ha dado a conocer el nombre, empezó a sospechar de las similitudes que estos cuadros tenían con algunos de los postimpresionistas franceses que había estudiado y contactó a expertos de arte para saber si podían tener algún valor.
Además del sorprendente hallazgo, los Carabineros informaron de que se ha abierto una investigación sobre el caso y por el momento se ha comprobado que el matrimonio propietario de los cuadros murió hace tiempo, por lo que se están buscando los posibles herederos.
"Las autoridades judiciales establecerán ahora a quién pertenecen legítimamente estos cuadros", explicaron en la presentación del hallazgo.
Lo que hace prever que se pueda establecer una larga batalla judicial hasta que se establezca dónde se volverán a colgar las dos obras.
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