Las tropas invasoras rusas asaltaron hoy a sangre y fuego, el dragaminas "Cherkassy", el último buque de la Armada ucraniana en Crimea que no se había rendido a la Flota rusa del mar Negro. Esta es un lección que muchos todavía no han aprendido. Los países imperiales son como elefantes aplastando cucarachas y ninguno va a dudar en hacerlo si te interpones en su camino. En el mejor estilo de las tropas de Hitler cuando invadieron a la indefensa Polonia, el oso ruso ha dado un fuerte abrazo mortal a Ucrania.
Tras dos horas de asalto, en el que se utilizaron armas de fuego y explosivos, los soldados rusos lograron encaramarse a la cubierta del barco, informó Vladislav Selezniov, portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania en Crimea.
Según la fuente, los asaltantes rusos intentan ahora llegar al compartimento donde se encuentra atrincherada la tripulación, que está compuesta por 61 personas, entre marineros y oficiales.
"La tripulación está atrincherada dentro del barco con las escotillas cerradas herméticamente", aseguró el marinero Alexandr Gutnik al diario digital "Ukraínskaya Pravda".
Con la ayuda de un barco remolcador, varias lanzas rápidas y dos helicópteros Mi-35, los rusos dieron caza al "Cherkassy", que se encuentra bloqueado desde hace tres semanas en el lago Donuzlav.
Tras dar alcance al dragaminas con bandera ucraniana, los soldados rusos inutilizaron con un artefacto explosivo el puesto de mando del buque, según confirmó el marinero.
"Empleamos bolsas de humo para que no nos alcanzaran, pero nos dieron caza y colocaron un artefacto explosivo. Esto es muy peligroso, ya que puede explotar en cualquier momento", señaló.
Según medios ucranianos, durante el asalto se han oído varias ráfagas de disparos y explosiones en el buque, que no puede salir a mar abierto, ya que la Armada rusa ha bloqueado la salida del lago al hundir dos de sus embarcaciones.
El "Cherkassy", que dispone de cañones, piezas de artillería y ametralladoras, había repelido en los últimos días varios intentos de abordaje por parte rusa.
En las últimas semanas las tropas rusas se han hecho con más de 200 unidades militares y casi todos los buques de la Armada ucraniana emplazados en Crimea.
El ministro de Defensa ucraniano, Ígor Teniuj, dimitió hoy tras recibir numerosas críticas por abandonar a su suerte a los militares ucranianos en Crimea, muchos de los cuales se pasaron al bando ruso.
El nuevo titular de la cartera, Mijaíl Koval, prometió que los militares ucranianos que aún permanecen en el territorio regresarán a Ucrania con sus armas al hombro y la bandera nacional en alto.
Ucrania ordenó el lunes la retirada de todas sus unidades militares emplazadas en la península de Crimea, que entró a formar parte la pasada semana de la Federación Rusa.
1 comentario:
Este gobierno tiene un doble discurso. La tribuna es una masa informe que como no piensa recibe el alimento digerido, pero quienes hacen hacen el amasijo se desesperan por estar protegidos por los imperios porque se satisfacen con ser cabeza de ratón pero quieren ser también la cola del león. Varios hechos lo demuestran
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