Al principio, durante el 2012, fue duro para Arias porque su juego —paciente, de mucho toque y, por momentos, poco profundo— fue en varios partidos silbado por los hinchas bohemios que se desesperaban con tanto toque "intrascendente". Pero las cosas cambiaron. Ese toque "intrascendente" de los inicios se transformó en un juego más vertical, de movilidad, velocidad y precisión. Tanto, que hizo que Wanderers clasificara nuevamente a una copa internacional y jugara por primera vez la Copa Sudamericana contra Libertad de Paraguay.
Ahora, todos los bohemios están ilusionados ya que el equipo lleva 11 partidos sin conocer la derrota y, por si fuera poco, con jugadores de la cantera. "La clave está en el tiempo de trabajo, en que los muchachos juegan muy bien, y creen en una propuesta que hemos planteado. Wanderers juega bien, todos los partidos lo juega igual y los trata de dominar de la misma manera y, en definitiva, terminamos siendo superiores en muchos de los partidos aunque no siempre triunfemos", señaló el DT bohemio respecto de las causas del invicto actual y del momento que está viviendo Wanderers.
"Esta realidad para mí, la verdad, es un orgullo muy grande y todavía vivirla en mi equipo, que es Wanderers. Poder lograr una campaña de este tipo —que todavía no es campaña porque recién vamos tres partidos— pero que sumado al anterior campeonato, con jugadores del club, sin ninguna contratación, con muchachos muy jóvenes, que juegan de la manera que juegan, para mí es todo un orgullo tremendo dirigir este plantel", recalcó Arias.
El ex jugador del "bohemio" en 1977, 1979 y 1983 también habló de su relación con el hincha wanderista: "Yo soy hincha de Wanderers y me duele mucho cuando de repente la hinchada no está de acuerdo. Pero yo, lo que quiero decir, es que Wanderers jugó todos los partidos de la misma manera, lo que pasa es que a veces sale en la práctica y a veces no. Ahora con otra receptividad, los comentarios son diferentes. Pero el equipo siempre ha jugado bien".
Por último, Arias habló de su sueño y el de todos los bohemios."Todos los wanderistas tenemos un sueño que ojalá se diera pero no podemos igualar ese sueño tan pronto a un objetivo. El objetivo nuestro es clasificar por segundo año consecutivo a una copa internacional y eso va a ser muy bueno si lo logramos. Si faltando tres o cuatro fechas estamos cerca de lo otro, que es el sueño, lo vamos a pelear. Lo vamos a pelear a muerte porque estamos convencidos que de repente pueda estar ahí. Pero no podemos ahora, tan pronto, hablar de eso, porque no sería bueno para el plantel".
Si bien hasta ahora sólo se puede hablar de una buena temporada, Wanderers tiene argumentos como para ilusionar a sus hinchas con un juego vistoso, con jugadores formados en la institución.
Fuente: El País
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