El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, explicó que los campos donde se proyecto el complejo minero Aratirí, tienen una media de renta inferior al promedio nacional.
Aguerre participó en una conferencia de prensa en la sede del MGAP, para presentar el lanzamiento de la campaña de vacunación contra la aftosa. En ese marco, fue interrogado sobre las consecuencias en la producción y para los productores del proyecto minero Aratirí.
El ministro señaló que en la ley de minería de gran porte se establece que “quienes tengan que dejar de ser productores serán debidamente indemnizados”, y recordó que “ese fue el primer compromiso que asumimos en la visita que realizamos a Cerro Chato”.
Explicó que en el ministerio se realizó todo un trabajo previo. “Nosotros tenemos cuantificado el número de productores que están en esas hectáreas en cuestión. Estamos hablando entre 5 y 10 mil hectáreas”, señaló al determinar el territorio. “Estamos hablando de una zona donde la productividad es inferior a la media nacional”, aclaró.
Recordó que en esos campos, “la renta del tercil superior de las carpetas verdes del plan agropecuario dan 116 dólares por hectárea con los índices coneat que tienen esos campos”, indicó el ministro. Agregó que la renta promedio en esa zona es de 60 dólares la hectárea.
Una de las opciones que tienen los productores es lograr una renta de 900 a 1.000 dólares, “unas 15 veces superior a la que logran ahora”.
Otra opción es “vender la tierra al Instituto de Colonización, este la pagará al precio del mercado más una compensación”, explicó el ministro, quien destacó además que el INC se compromete a conseguir una reubicación para el productor.
La tercera, dijo Aguerre, es “ser socios de la minera y participar del 2% del canon”, y agregó que “si hacemos la cuenta, de 3 mil millones de dólares divididos por 10 mil hectáreas, divido por años, y sacamos el 2%, cualquiera sabe hacer las cuentas”.
En cuanto a los impactos ambientales, el ministro señaló que en lo que se refiere al consumo de agua que utilizará la minera, “tal como está descrito en el proyecto, es el equivalente a regar mil hectáreas de arroz, es decir que no es nada que llame la atención a quienes manejan agua, y el agua se reciclará, según el proyecto”, agregó.
En cuanto a los impactos en el territorio, el ministro señaló que también se destinaron hectáreas para construir la represa de Salto Grande o Rincón del Bonete, y “nadie cuestionó el suelo que iba a dejar de producir cítricos en Salto o destinado a la lechería en Rincón del Bonete”.
Asimismo señaló que “está bien tener en las afueras de Montevideo, o en la entrada de Progreso o de Las Piedras, o en las areneras de Carrasco, tremendos agujeros, que si los sumamos todos juntos son mucho más de lo que dejaría el proyecto Aratirí”, indicó.
Solo un proyecto
El ministro de Ganadería reiteró que todas las cifras refieren a un proyecto “que todavía sigue siendo un proyecto”. En tanto, ayer la subsecretaria de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Raquel Lejtreger, confirmó a “La Diaria” que la Dirección Nacional de Medio Ambiente reclamó a la empresa información complementaria para evaluar la autorización ambiental”.
Intimación
La Dirección Nacional de Medio Ambiente intimó a Aratirí a que entregue el estudio de impacto ambiental, requisito fundamental para avanzar en la explotación minera en Valentines y Cerro Chato. La medida se adoptó a mediados de enero. En tanto, el senador colorado Ope Pasquet pedirá el miércoles al gobierno que el contrato que firme con la empresa Aratirí sea público, y sostuvo que firmar el convenio con Aratirí sin la autorización ambiental es ilegal. Además, señaló que el gobierno por un lado no respeta la ley y por otro exige garantías.
El prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, había anunciado que la firma del contrato sería el 20 de enero, pero esta debió posponerse hasta los primeros días de febrero, según señaló el gobierno, porque no todos los padrones involucrados en el proyecto habían sido notificados. Los productores y vecinos que rechazan la instalación de Aratirí también se oponen a una eventual cláusula de confidencialidad.
El senador Rafael Michelini salió al cruce a las declaraciones de Pasquet. Michelini aclaró que “no hay duda que Aratirí presentará los estudios medioambientales, si no no obtendrá permiso de excavación ni los créditos financieros”. Finalmente agregó una advertencia: “¡Cuidado!, con tanto palo en la rueda de blancos y colorados, nadie va a querer invertir en Uruguay”.
Fuente: La República
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