En su audición por le emisora M24, el Presidente de la República, José Mujica, aludió al “irreprimible deseo del grueso de la gente de poder gastar y consumir”, más aún en esta época del año. Dijo que más allá de juicios de valor y de discusiones filosóficas, que son válidas, los gobiernos deben atender este hecho en el devenir de sus políticas públicas. “Si los gobiernos desconocen ese deseo imperioso de las grandes masas, que no es exclusivo del Uruguay, seguramente la mayoría de ellas les darán la espalda”.
“Quizás queramos ver un mundo distinto, pero corremos el riesgo de no ver el mundo en que vivimos tal cual es. Seguramente se puede tener una visión de futuro de lucha, crítica con el capitalismo, y tratar de impulsar transformaciones y cambios que superen al capitalismo, pero no podemos ignorar la realidad actual, porque además de ser una forma obvia de organizar el trabajo, también genera tradiciones, cultura”, aclaró Mujica, quien definió el consumo como una especie de “telaraña” donde, “estés o no de acuerdo, estas enganchado”. “Es un dato de la realidad”, agregó.
Mujica analizó que el capitalismo es un generador de riqueza pero también tiende a concentrarla y, por ende, reparte menos de lo que produce. “Queda un costo humano grande al costado del camino, que obliga a los estados a luchar por mitigar a los extremos sumergidos. Eso implica tener recursos fiscales para atender los bolsones y las inevitables desgracias de la sociedad”, explicó.
“Hay que luchar para que la economía funcione, entendiendo las reglas de la realidad, para ‘arrancarle’ una contribución a la economía, que permita atender a quienes van quedando por el camino. Alguien lo tiene que hacer. Es una forma de hacer convivible la sociedad, pero sin olvidar que esto es posible si la economía funciona y genera recursos”. Dijo que es una forma de “mitigar” lo que el capitalismo no resuelve. “No podemos darle la espalda a las necesidades concretas de la gente hoy. Hay que entender que esa es la lucha”.
El presidente recordó que si bien los números internacionales dicen que Uruguay está muy bien (en alusión al PBI y al ingreso per cápita), ubicándose entre los más altos de América Latina, los indicadores “no trasuntan la peripecia humana, porque en todo promedio siempre los petisos se ahogan”.
Insistió en que “es imprescindible la lucha para que la economía crezca, es una batalla de hoy porque la gente no espera y el gobierno debe tener la sensibilidad de verlo”.
Mujica también dedicó parte de sus palabras a la visión de largo plazo, donde reconoció la contradicción existente entre el valor de la vida y ser libre, y el hiperconsumo, que lleva incluso a cuestionarse la sustentabilidad de la civilización humana en el futuro. De todas formas insistió en que en el corto plazo hay vidas que transcurren “y no tienen tiempo para ‘el más allá’, ni para la utopía ‘de algún día’. Tienen necesidad de vivir lo mejor posible hoy”.
Dijo que todo esto que plantea, son cosas elementales, pero por elementales, olvidadas.
En este contexto actual de consumo, el presidente se refirió también al “hombre de la calle”, ese que hoy está preocupado porque la tarifa de la luz sube un 7% y al que debe dársele la posibilidad de que gane un poco más.
En este sentido, se refirió a algunos proyectos de desarrollo y a las políticas de inversión. Dijo que el país a veces no cuenta con la tecnología ni con el capital como para hacer las cosas por sí mismo, y recordó que el año que viene, en esta fecha, el primer producto de exportación en dinero será la celulosa, porque comenzará a funcionar la planta más grande del mundo. Explicó que esto se concretó facilitando la presencia de capital extranjero, porque el país no contaba con la suma ni la tecnología necesaria.
“Si no los dejamos, nos quedamos de brazos cruzados y así la economía no crece. Hay que separar los bagres de las tarariras. No es lo mismo cualquier inversión de afuera. Hay que verlo con políticas concretas paso por paso. Será la discusión del año entrante. No podemos contemplar los dioses con los brazos cruzados”, concluyó.
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