lunes, 15 de abril de 2013
URUGUAY: ESTA ES LA VERDAD HISTORICA QUE ALGUNOS QUIEREN ENTERRAR
Dr. Vladimir Andrés Roslik Bichkov: Uruguayo, 42 años de edad, Doctor en medicina, San Javier era la localidad donde vivía y ejercía su profesión. Casado con María Zabalkin y padre de un niño de apenas 5 meses. Pertenecía al Partido Comunista e integraba el sindicato de Río Negro y el Centro Cultural 'Máximo Gorki'. Es detenido en la madrugada del 14 de abril de 1984 y muere torturado el 16 de abril de 1984. Fue la última víctima mortal que cobró el terrorismo de Estado en una larga lista de, aproximadamente, 146 asesinados y más de 200 desaparecidos, en una población de 3,5 millones de uruguayos. Cuando escuchemos a la mayoría de los integrantes de la denominada Suprema Corte de Justicia decir que los delitos de lesa humanidad no existen para Uruguay (según ello los nazis no deberían haber sido enjuiciados) y a algunos políticos rosados estar de acuerdo, recordemos hechos como este y que hicieron estos ciudadanos. Estas no son opiniones, respaldo ni críticas a nadie, son los fríos e incambiables hechos históricos:
El 14 de abril de 1984, San Javier despertó en medio de un gran operativo militar ordenado por la Brigada de Infantería Nº 3 de Salto, se hace una redada y es detenido nuevamente, junto a otras diez personas, por efectivos del ejército, y entregado muerto a su familia dos días después. (En 1980 Vladimir ya había sido detenido, torturado y procesado por la justicia militar, enviándolo al Penal de Libertad donde permaneció 1 año)
La muerte del Dr. Roslik no se debió a causas naturales. El Dr. Eduardo Sainz Pedrini, médico militar, buscó minimizar la causa de su muerte, firmando un certificado de defunción que atribuía la muerte a un 'paro cardio-respiratorio'.
El certificado adolece de varias fallas formales. No figura la hora, la fecha y el lugar de la muerte; no dice si se realizó autopsia; no se indica si el fallecimiento se produjo en una institución pública y tampoco tiene la firma del médico que lo atendió.
La esposa de Roslik pide una nueva autopsia que es practicada en Paysandú por un equipo de médicos entre los que se contaban representantes de los familiares y se confirmó que la muerte había sido producida por torturas.
En la autopsia se descubrió que el cadáver de Roslik presentaba agua en los pulmones y señales de asfixia por inmersión, de donde se podía inferir que le habría sido practicada la tortura conocida como 'El Submarino' que consiste en sumergir al detenido en tachos de agua. Pero la gran cantidad de agua encontrada en los pulmones permitió confirmar que no se había tratado de un imprevisto acaecido durante una sesión de torturas, indicando que experiencias de otros casos de muerte a causa del 'Submarino' demuestran que nunca queda tal volumen de agua en los pulmones de la víctima.
La certeza de que la muerte obedeció a la tortura proviene de las conclusiones a las que arribaron los cinco médicos que practicaron la autopsia: los doctores Mojoli, Montauban, Burgel, Zuast y Laluz.
Los facultativos coincidieron en que el cadáver del señor Vladimir Roslik presentaba inequívocas señales de haber sido sometido a diversas formas de violencia de severísima magnitud.
El 29 de mayo de 1984 la justicia militar procesó por homicidio intencional e irregularidades en el servicio, al teniente coronel Mario Olivera, jefe del Batallón de Infantería 3 y al mayor Sergio Caubarrere, subjefe del cuartel y conocido torturador desde el año 1972.
El Supremo Tribunal Militar convocó a la prensa para informar del procesamiento de los responsables y repetir la fábula de la reorganización del aparato armado comunista.
A comienzos de 1985 ambos criminales fueron reintegrados al Ejército.
En octubre de 1984 el Dr. Saiz fue expulsado del gremio médico por un Tribunal de Honor.
Luego del retorno a la democracia el presidente Julio María Sanguinetti lo mantuvo como médico militar.
Antonio Pires Da Silva es un ciudadano brasileño que vino con su familia a Uruguay.
Fue detenido en San Javier el mismo día que Roslik y compartieron la sala de interrogatorios. Pires fue procesado y permaneció 5 meses detenido. Tras las presiones de organismos de derechos humanos de su país, fue liberado en la ciudad de Rivera.
En la Ciudad de Libramento se sometió a un examen médico forense que pudo comprobar las secuelas de las torturas que había recibido.
En 1986 se traslada a Montevideo a prestar declaración ante la justicia ordinaria uruguaya y desde entonces viene ayudando en las causas de derechos humanos. Pires estaba junto a Roslik en el momento de su muerte y cuenta las terribles torturas a las que eran sometidos y en qué condiciones vio al médicopor última vez:
'... Fui torturado en el Batallón 9 de Infantería de Fray Bentos. Todos los detenidos eran interrogados acerca de un presunto embarque de armas a través del Río Uruguay, el día 15, durante una sesión de tortura reconocí la voz de Roslik: 'es la segunda vez que caigo en manos de ustedes y pueden matarme si quieren'. Nos colocaron en el 'submarino' y nos torturaron simultáneamente en medio de gritos y alaridos por cerca de 2 horas, cuando no oí más los gemidos del doctor, quedando la sala en un silencio total'.
'Entonces, uno de los torturadores dio la orden de cesar, y vendado fui llevado a otra celda. Más tarde me llevaron al Batallón 13 donde fui colgado, hasta que por mi estado me internaron en el hospital militar. Estando en el Penal, otro prisionero me confirmó que el doctor había muerto'
El 16 de abril del 2013, se conmemoran 29 años de su muerte. Casi tres décadas no son nada para el dolor y la memoria amarga de quienes sufrieron las terribles consecuencias de la represión, pero supone la mitad de la existencia de una legión de asesinos que aún siguen impunes.
Algunos viven su vejez en una cárcel vip o en el Hospital Militar en salas privadas con privilegios y comodidades. Otros han muerto sin otro castigo que la repulsa de gran parte de la sociedad. Muchos, están en libertad arropados con la complicidad de sus camaradas de armas y bajo la protección de la Ley de Caducidad.
Aunque eviten morir entre rejas usando esta ley inconstitucional como salvoconducto, la lucha por Verdad y Justicia no va a cesar. Y si no llegara a condenarlos la justicia, los condenará la historia.
Mientras la justicia juega a las escondidas con el expediente del Dr. Vladimir Roslik, en San Javier, su esposa María Zabalkin donó un predio donde se construyó la 'Fundación Roslik', una organización no gubernamental que realiza obras sociales en Río Negro.
Valodia sigue presente gracias a esta fundación que tiene una policlínica, un CAIF que se ocupa de niños entre 2 y 3 años, una plaza, y en pocos meses se abrirá el Hogar de Ancianos que hacía falta.
Su memoria se mantiene viva en San Javier y esta obra es muy importante, tanto para los familiares como para los pobladores, ya que permite aportar soluciones a la gente del lugar. Latrayectoria de Vladimir Roslik fue y es un canto a la vida
(Marys Yic / 16 de abril de 2013)
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