Quienes padecen de Parkinson, a diferencia de quienes están sanos, muestran actividad durante la fase REM del sueño. Este dato permitiría hacer un diagnóstico temprano. Esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Copenague.
Ciertos desórdenes del sueño podrían permitir hacer un diagnóstico temprano de Parkinson, una patología neurodegenerativa crónica e incurable, que afecta gradualmente a los músculos y a la capacidad mental de los afectados.
Así lo reveló un estudio sobre los costos socio-económicos que genera esta enferedad, llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Copenague
"En este trabajo vieron que, ocho años antes del diagnóstico, los pacientes con Parkinson mostraron indicadores de trabajo y salud que revelaban que algo iba mal", explicó el profesor de Neurofisiología Clínica del Centro de Envejecimiento Saludable de la Universidad de Copenague y del Centro del Sueño del Hospital Hospital Poul Jennum.
Entre los síntomas muy tempranos figuran los desórdenes del sueño REM o desorden de movimiento ocular veloz (RBD).
La fase REM es una etapa particular del sueño en la que los ojos de la persona que duerme se mueven rápidamente tras sus párpados, de ahí el nombre de REM, por sus siglas en inglés "Rapid Eye Movement".
Para evitar que realmente exterioricemos los sueños, el cuerpo cesa el movimiento muscular durante la fase REM del sueño, pero en los RBD todavía están activos y las personas con RBD que están durmiendo y pasan por la fase REM muestran diferentes conductas, que van desde simples espasmos de brazos y piernas hasta dar patadas, gritar, agarrotarse o saltar fuera de la cama.
"En algunos casos su conducta puede ser violenta y causa daños a los pacientes o a sus parejas", según el profesor Jennum, cuya hipótesis es que "las más tempranas etapas del Parkinson se muestran como otras enfermedades, como las RBD".
En los últimos años, se hicieron grandes avances en el tratamiento del Parkinson, pero todavía no se cuenta con terapias para mitigar sus síntomas más tardíos, sus costos y la creciente mortalidad que genera.
Para Jennum, "esto podría ser posible si interviniéramos temprano y si pudiéramos encontrar indicativos claros de la existencia del Parkinson ocho años antes de que cuando lo hacemos ahora, esto nos daría una importante herramienta".
"La cuestión es si podemos, realmente, decir que las RBD son siempre un marcador muy temprano de la enfermedad de Parkinson. Eso es lo que ahora estamos investigando en el Centro del Sueño del Hospital Glostrup", detalla.
Para realizar este estudio, los investigadores emplearon el Registro Nacional de Pacientes.
Allí identificaron a todas las personas diagnosticadas con Parkinson entre 1997 y 2007.
Así, un total de 13.700 pacientes fueron comparados con 53.600 pacientes sanos del mismo sexo, clase social y educación, entre otras variables. Este trabajo mostró también que los pacientes con Parkinson utilizan más los servicios de salud, están más a menudo en paro y recibiendo ayudas sociales.
Fuente: La Vanguardia
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