"Estoy convencido de que Portugal ha perdido, no ha ganado", con estas palabras ha presentado su dimisión el primer ministro luso, el socialista José Sócrates, después de que el Parlamento rechazara sus nuevas medidas de austeridad para intentar evitar un rescate financiero de Portugal.
En un escueto comunicado publicado en la pagina web de la jefatura del Estado, el mandatario pide la convocatoria de unas nuevas elecciones y asegura que el presidente portugués, el derechista Anibal Cavaco Silva, abrirá reuniones con los partidos políticos el próximo viernes. Mientras tanto, se mantiene en funciones el actual Ejecutivo.
Sócrates se reunió durante veinte minutos con Cavaco después de que el Parlamento rechazara el plan. Al terminar, emitió el comunicado para anunciar su dimisión, en el que acusa a las fuerzas de la oposición de poner el interés partidario por delante de los intereses nacionales y las hace responsables de los problemas que pueda sufrir ahora Portugal.
El primer ministro advierte además de que esta crisis política ocurre en el "peor de los momentos", en la víspera de una cumbre del Consejo de Europa "decisiva para Portugal y para Europa", con "consecuencias gravísimas para la confianza de los mercados en el país".
No onstante, promete a los "portugueses que el Ejecutivo en funciones "cumplirá totalmente su deber dentro de las competencias que le son propias a un Gobierno de gestión, consciente de la gravedad de la situación en la que queda el país".
Todos los grupos de oposición, de derecha e izquierda, rechazaron el Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que Sócrates presentó a la Comisión Europea el pasado 11 de marzo. El cuarto plan del Gobierno portugués en el último año reunió tan solo los 97 votos -de una Cámara de 230 diputados- del partido de Sócrates.
El revés parlamentario no ha dejado otro camino al primer ministro que presentar la dimisión al presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, quien, previa consulta con el Consejo de Estado, convocará elecciones anticipadas.
El ministro de Finanzas, Fernando Texeira dos Santos, dibujó un cuadro catastrófico en la apertura de la sesión. Habló de "consecuencias graves para el país" y de las crecientes dificultades de financiación en los mercados que deberá afrontar Portugal tras la votación.
El Ejecutivo portugués, ahora en el aire, prevé reducir del 7,3%al 4,6% el déficit público para finales de 2011 y llegar así al 2% en 2013.
"¿Por qué más medidas de ajuste"?, preguntó el ministro. Unas medidas que contemplan un recorte en el gasto público y que penalizan a los jubilados -con un recorte que oscilaría entre el 5 y el 10%-, a las prestaciones sociales, y aumentan impuestos.
"Porque tenemos que garantizar que reduciremos el déficit los tres próximos años", dijo Teixeira dos Santos. "Esta reducción no cae del cielo. Exige medidas complementarias. No es justificable el discurso que dice que no pueden pedirse más sacrificios, es un discurso engañoso e irresponsable".
"No renunciaremos al diálogo y a la negociación. El país merece que hagamos este esfuerzo", proclamó el ministro de Finanzas. Palabras que cayeron en el vacío, porque el Partido Social Demócrata (PSD, derecha), principal grupo de oposición, decidió retirar el apoyo al Gobierno para contribuir a su caída, justo la víspera del Consejo Europeo que debe aprobar los nuevos mecanismos e estabilidad financiera en la zona euro.
Luis Montenegro, en nombre del PSD, acusó al Gobierno de falta de realismo y le llamó "incompetente y arrogante".
Y, dirigiéndose al ministro Teixeira dos Santos, afirmó: "Usted no es el responsable del Ministerio de Finanzas, sino del misterio de Finanzas".
El toma y daca entre ministro y diputados de la oposición subió de tono a medida que avanzaba el debate. Y si de gestos de trataba, no pasó desapercibido el abandono del hemiciclo de Sócrates inmediatamente después del discurso inicial del ministro de Finanzas. El Gobierno socialista tenía las horas contadas. Sócrates ya ha dicho adiós.
Fuente:El País
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