El presidente José Mujica se refirió al gremio de los trabajadores municipales. Específicamente a sus dirigentes. En su audición radial por M24, el mandatario acusó a Adeom de tener una estrategia de "ultraizquierda" que nutre desde hace años un "conflicto de naturaleza política". Estrategia que significa una colaboración para que gane "lo peor de la derecha" en la capital. Gran verdad.
"Manifestamos nuestra solidaridad con la Intendencia de Montevideo", comenzó diciendo, para dedicar luego palabras muy duras a los dirigentes principales de Adeom, a los que acusó de buscar el conflicto permanente para derrocar a la izquierda del gobierno y facilitar el avance de la "peor derecha" para tener una sociedad radicalizada.
"No nos vamos a referir ni por asomo a la masa de los trabajadores municipales, que muy poco tienen que ver y no ponemos a todos en la misma bolsa.
Quienes logran manejar hace años a Adeom -y no a la masa de municipales-, tienen su estrategia de ultra izquierda. Estamos ante un conflicto de naturaleza política hace años.
Su finalidad es mantener permanentemente el conflicto como método de desgaste de la fuerza política que encabeza la Intendencia.
Hacer fracasar la administración municipal es su gran preocupación y eternamente logran imponer conflictos.
Toman naturalmente de rehén lo que tienen más a mano, el pueblo montevideano, que paga sus salarios con impuestos y en vez de limpiar la ciudad su preocupación es la agitación desmoralizante", agregó.
"Obviamente, en su percepción política buscan ganar algunos incautos y desconformes frentistas, inevitablemente. Pero en el fondo, persiguen que la derecha gane en la capital. ¿Por qué?
Porque en su manera de pensar, en su análisis político -hablamos de militantes políticos- el interés es sacar de la escena a la izquierda amortiguadora, a esta izquierda que quiere con bonhomía que el país marche, porque necesitan radicalización.
Cuanto peor le vaya a la suerte de la gente, va a ser mejor para su avance político. Permanentemente se les va a prometer más y más y nada les va a ser suficiente.
Porque lo que necesitan es el conflicto, viven en conflicto. Este tipo de dirigentes no puede vivir sin conflicto, es su razón de ser. Cualquier aumento le va a durar poco y no va a ser suficiente.
Pero por otro lado, si la IM se quedara sin recursos para hacer obras, si la IM cometiera el error de gastar 100 % -como pretenden estos dirigentes- en sueldos, también por esa vía van a lograr el fracaso, porque la imagen de la IM queda hecha trizas", continuó.
"Es la historia de la Revolución Francesa, del izquierdismo alemán que terminó abriéndole las puertas a Hitler.
Desde posiciones de izquierda aparentemente contundentes se colabora para el avance de la peor derecha, porque se piensa que con una sociedad radicalizada sus posiciones políticas van a prosperar.
Poco importa la opinión pública. No importa dejar a la gente sin servicios fundamentales: se lo achacarán a la IM, al gobierno, al Espíritu Santo, pero jamás esos dirigentes van a asumir la responsabilidad. Van a decir que ofrecen diálogo, pero buscan prensa para fustigar al gobierno del Frente".
"La esencia de este conflicto es de naturaleza política: ultraizquierdismo contra la izquierda tradicional. Y esto no arranca hoy. En los últimos 10 años ha sido el gran problema sin resolver de la IM.
Ha sido la eterna conflictividad cuasi permanente y latente, con algunos hitos dramáticos, sobre todo cuando la ciudad se transforma en un basural.
La intendenta, que tiene nuestro respaldo, llegó a la dirección porque muchos de nosotros apostamos conscientemente a que la experiencia sindical comprobara que los compañeros de Ana Olivera pudieran contribuir a resolver problemas que muchos otros no pudimos. Hay que entender que no se pelea porque se quiera, se pelea y se resiste porque nos imponen la pelea.
Todo el Frente Amplio debe entenderlo sin matices, debe enterrar su sectarismo y unirse para salvar al pueblo montevideano de esta eterna pesadilla de esta práctica sindical, que no tiene límites para el sacrificio que se le impone a la gente", aseguró.
"No hay más que entender que este tipo de dirigentes -y separo a la masa de Adeom- impone los conflictos. Y cuando están en calma chicha, en realidad acumulan fuerzas para desatar conflictos futuros. Es su estrategia permanente y esto debe ser entendido como tal", indicó .
"Es en todo caso, una responsabilidad ultraizquierdista, de gente que considera que su mayor enemigo es el Frente Amplio, y está reflejando a nivel nacional una eterna contradicción y una enfermedad permanente de las izquierda: la presión de partidos ultras que practican el infantilismo y que a la larga son una enorme colaboración estratégica con lo peor de la derecha.
No ponemos en la misma bolsa a la masa de los trabajadores municipales, ni ponemos en la bolsa de la derecha a toda la oposición. No se puede tener esa grosería de carácter intelectual", concluyó.
Evidentemente el Presidente de la República tiene claro el fin de estos agitadores profesionales a los que nada les sirve, ni siquiera ganar mucho más que cualquier trabajador de la órbita privada.
Y que plantean demandas que si fueran aceptadas liquidarían al gobierno departamental, porque se quedaría sin recursos o tendría que aumentar disparatadamente los impuestos, como hizo el gobierno colorado que asumió en 1985 y que fue una de las causas que le hizo perder el gobierno en las siguientes elecciones en 1989.
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