Hemos leído en varias publicaciones, que en el año 2012 se celebrarían los 70 años de la asunción al trono de Gran Bretaña de la reina Isabel II. Dado que este hecho se realizó el 6 de febrero de 1952, nos preguntamos como es posible que 60 años después, se celebren los 70 años. Tendrá algo que ver con los mundos paralelos de la exitosa serie inglesa de ciencia ficción Primeval ? :)
Si el llamado Dianagate consiguió hacer temblar los cimientos de la monarquía británica, en la década de los noventa, el anuncio del compromiso del príncipe Guillermo con su novia Kate Middleton aspira a afianzar la recuperada normalidad de la institución y sobre todo, a proyectar una imagen renovada en el siglo XXI.
La boda del nieto de la reina y segundo en la línea de sucesión se celebrará el año que viene, justo un año antes del 60 aniversario del ascenso al trono de Isabel II, una monarca que, a pesar de las sucesivas crisis en la casa de los Windsor, goza de enorme respeto.
"La monarquía necesita este matrimonio para funcionar", escribió Matthew Engel en el Financial Times, en alusión a los traumáticos años de la separación y divorcio del príncipe Carlos y de Diana de Gales. La difusión de sus respectivos trapos sucios ante las pantallas televisivas abrió la veda para que la prensa escarbara por primera vez en los escándalos de la familia.
Pero Guillermo y Kate son diferentes. La mayoría de los diarios nacionales subrayan que son dos jóvenes de su tiempo (ambos tienen 28 años) que pueden conectar con la sociedad británica. Y que al mismo tiempo son sensatos y conscientes de los deberes que la institución les va a exigir.
A diferencia de Carlos y Diana cuando se casaron en 1981, "llevan mucho tiempo ensayando", en palabras del propio padre del novio.
De hecho, aunque Kate Middleton enfrenta todo un desafío al casarse con el príncipe Guillermo, entrará en la familia real británica con mejores auspicios que la princesa Diana, ya que ocho años de un noviazgo que no siempre fue fácil, la prepararon para este nuevo papel.
"Todo parece señalar que lo sabe todo sobre la fama y sobre la posición que le va a tocar desempeñar. Será algo para lo que está preparada, sobre lo que ha reflexionado y estoy seguro que lo abordará positivamente y con medida", explicó Simon Walker, ex secretario de Comunicación de la reina Isabel II.
Kate, que pertenece a una familia acomodada de clase media, conoció al primogénito de Carlos y Diana en 2001 cuando ambos empezaban sus estudios en la Universidad de Saint Andrews, en Escocia.
Meses después compartían casa con otros estudiantes y en 2003 iniciaron su relación. "Tuvieron tiempo para ser realmente buenos amigos, no tuvieron ninguna presión, sucedió muy naturalmente y realmente se enamoraron", explicó un amigo de la pareja, Jules Knight, a la BBC.
El noviazgo de Guillermo y Kate pasó por períodos que no fueron color de rosa, como su publicitada ruptura durante unos meses en 2007. Según ellos, sirvió para unirse más.
"Éramos los dos muy jóvenes", dijo el príncipe en la primera entrevista televisiva concedida tras el anuncio del compromiso. "Tratábamos de buscar nuestro camino, estábamos creciendo (...) salió de la mejor manera posible", agregó.
En los últimos meses, los novios vivieron en una casa alquilada en la isla de Anglesey, al norte de Gales y cerca de la base de la Fuerza Aérea Británica (RAF) donde el príncipe sirve como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate.
Respecto al compromiso, Guillermo relató que, "como todo hombre por allí sabe, se requiere cierto grado de motivación para impulsarse" a tomar una decisión así.
Y contó que le pidió a Kate ser su mujer en una reserva de animales. "Simplemente me sentí muy bien en África y fue hermoso proponérselo en ese momento".
La entrevista donde se presentó esta semana la sonriente pareja contrastó con el ejercicio al que se sometieron hace casi 30 años los padres del futuro novio, el príncipe Carlos y Diana Spencer, tras anunciar su compromiso en 1981.
A la pregunta de si estaban enamorados, después de escasos meses de discreta relación, el heredero del trono, contestó entonces: "Estoy sorprendido de que haya sido lo suficientemente valiente para aceptarme y supongo que enamorada".
El 29 de julio de ese año Carlos, de 32 y Diana, de 20, contrajeron matrimonio en una fastuosa ceremonia en la catedral de San Pablo en Londres, que fue seguida por televisión en todo el mundo. Desde ese momento, Diana se convirtió en una de las mujeres más fotografiadas e imitadas del mundo.
Pero los problemas de la pareja comenzaron pronto y los llevaron primero a la separación en 1992 -"annus horribilis" para la reina debido a las rupturas de tres de sus hijos- y luego al divorcio en 1996.
La "Princesa del Pueblo" murió trágicamente un año después en París.
"Lo horrible de escribir sobre la boda de Diana es que todo el mundo sabía que era una trampa para los dos. Creo que el príncipe Carlos fue tan víctima de esa boda como ella", opinó la historiadora Jean Seaton en el diario The Guardian, equiparando las dos bodas.
"Esto es diferente. Esta mujer, Kate sabe dónde se mete, ¿no? Es una entrada mucho más negociada y preparada", agregó.
Además del conocimiento que tiene de su novio, Kate está más acostumbrada a la presión de los paparazzi, que la persiguen desde el inicio de su relación y hace tiempo que recibió el beneplácito de la reina que, junto a su esposo el príncipe Felipe, aseguró que estaba "absolutamente encantada por los dos".
La prometida ya se ganó el cariño de la monarca, que la invitó a acompañar a la familia real en algunos actos públicos a partir de 2006.
La joven también fue vista con una escopeta en las manos, lo que seguramente es del agrado de la reina Isabel II y asiste regularmente a ver partidos de polo, una de las pasiones de su futuro suegro.
Por otra parte, Charles Kidd, editor de la guía de la aristocracia británica Debrett's Peerage, considera también que la familia real británica "ha tomado en cuenta las trágicas lecciones aprendidas" de la boda de Carlos y Diana.
"Creo que la familia real se ha suavizado de alguna manera en lo que se refiere a la rigidez, al protocolo y a la formalidad", agregó.
De cara al futuro, es posible que Kate, licenciada en Historia del Arte, tenga que dejar su trabajo en la lucrativa empresa familiar de venta de artículos para fiestas. Y también es probable que la pareja, que después del casamiento se afianzará en Gales, tenga que mudarse en algún momento a Londres.
Es que Guillermo tiene obligaciones cada vez más comprometedoras: el domingo pasado visitó por segunda vez a las tropas de su país en Afganistán y en enero de este año 2010 realizó también su primera visita oficial al extranjero en representación de la reina, a Nueva Zelanda y Australia.
En todo caso, el rol parece no quedarle grande a la prometida: si bien reconoció que su futuro papel es "intimidante", aseguró que se lo tomará "con calma".
"Es un reto enorme pero con un poco de suerte progresaré. Guillermo es un gran profesor y espero que me pueda ayudar en el camino", comentó el martes.
Los preparativos de la boda real comenzaron al día siguiente del anuncio, aunque aún no se sabe ni cuándo ni dónde será.
Guillermo y Kate podrían optar por la Abadía de Westminster, algo más pequeña que la Catedral de St. Paul, pero aún no han definido qué harán.
"El anuncio sobre el lugar y la fecha se hará a su debido tiempo después de que otros miembros de la familia real, el señor y la señora Middleton y el gobierno hayan sido consultados", comentó un vocero del Palacio de St. James, donde está ubicada la oficina encargada de la comunicación de los hijos del príncipe Carlos y la difunta princesa Diana.
Según dijeron, los prometidos pasaron el miércoles "en reuniones con el personal de palacio sobre la boda".
El vocero del palacio de St. James comentó que los novios "están ciertamente en una nube de felicidad y y siguen disfrutando de este momento tan feliz".
"Disfrutan del diálogo con amigos y familiares y de la compañía mutua, están mostrando públicamente su unión", agregó.
La futura princesa fue fotografiada visitando los antiguos edificios en el centro de Londres, donde en 1998 se realizó el funeral de la princesa Diana de Gales.
Algunos especulan con que estaba en esa zona porque la pareja se inclinaría por la Abadía de Westminster, que queda cerca de allí y que es lugar de coronación de los reyes ingleses desde hace mil años.
La prensa y los británicos esperan ávidamente los detalles del enlace, pero el príncipe Guillermo parece que no los dará por el momento, ya que el jueves mismo regresó a Gales para reincorporarse a su puesto en la base de la Royal Air Force. Lo interesante es que Kate no lo acompañó por tener "planes privados".
Algunos especulan con que estos planes tengan relación con el vestido de la novia, que la prensa supone que podría ser diseñado por la brasileña Daniela Issa Helayel, creadora del vestido de azul ajustado en la cintura que la joven lució cuando anunciaron oficialmente su compromiso.
Desde hace años, Kate es considerada como la "embajadora extraoficial" de la diseñadora y lleva a menudo las fluidas y favorecedoras creaciones de la brasileña, como el vestido que eligió el mes pasado para la boda de unos amigos.
Algunos medios de prensa atribuyen además, apoyándose en fotos, la transformación en los últimos tiempos del estilo de Kate a su asociación con Daniela Issa Helayel, que vistió también a otras famosas como Madonna, Naomi Campbell, Scarlett Johansson o Sharon Stone.
Por otra parte, el veterano músico británico Tom Jones se ofreció públicamente para cantar en la ceremonia, que será financiada parcialmente por la reina Isabel II y por su hijo el príncipe Carlos.
Pero los contribuyentes también darán su cuota y esto genera en ellos cierto descontento, ya que el reino pasa por un severo período de ajuste económico que responde a la crisis que atraviesa.
De todas maneras, las voces contrarias al casamiento del príncipe no se hicieron oír demasiado: los republicanos apenas tuvieron cabida en la amplísima cobertura que concitó el anuncio y la prensa se mostró casi toda de acuerdo.
Incluso el diario The Independent, el único gran periódico que no publicó la foto de los novios en su portada, vio en la boda algo positivo: que Middleton es una hija de la clase media.
KATE MIDDLETON
Hija de clase media en la casa Windsor
Nacida el 9 de enero de 1982 en Reading, una ciudad del sur de Inglaterra, Catherine Elizabeth Middleton, más conocida como Kate, es la mayor de los 3 hijos de Michael y Carole Middleton, ex programador de vuelos y azafata de la compañía British Airways, respectivamente.
La pareja se enriqueció años después con "Party Pieces", una empresa de venta por correspondencia de artículos para fiestas que ambos fundaron.
Cuando se oficializó el compromiso, los Middleton, Carole y Michael, dieron la bienvenida al príncipe a su familia, diciendo que estaban "muy encariñados con él" y que "forman una hermosa pareja".
Kate estudió en el colegio privado de Marlborough, donde sacó muy buenas notas y practicó numerosos deportes, como hockey sobre césped, netball y tenis.
A los 19 años se matriculó en Historia del Arte en la Universidad escocesa de Saint Andrews, donde conoció al príncipe Guillermo. Tras compartir casa con otros dos estudiantes a partir de 2002, los dos empezaron a salir en el año 2003.
La ávida y temible prensa británica vio rápidamente en esta joven agraciada, alta, flaca y con pelo largo y morocho a la posible sucesora de la princesa Diana.
Elogiada por su belleza y su elegancia, Kate nunca pudo dar un paso sin ser inmortalizada por los fotógrafos que la seguían día y noche.
Tras obtener su diploma universitario, trabajó un tiempo para la conocida marca de ropa Jigsaw, antes de incorporarse al lucrativo negocio familiar.
Tres décadas de uniones entre nobles y plebeyos
El primer gran casamiento entre un miembro de la realeza y un plebeyo fue en 1978, cuando Carolina de Mónaco le dijo Sí a Philippe Junot, un playboy del que se divorció dos años más tarde.
En 1981 Carlos, Príncipe de Gales, se casó con la aristócrata Diana Spencer.
En febrero de 2002, se casó Guillermo de Holanda, con la argentina Máxima Zorrigueta.
El anuncio causó revuelo y el padre de la novia aceptó un pedido y no asistió a la boda, porque había estado involucrado en el gobierno del dictador Jorge Videla.
Finalmente, en 2004 el príncipe Felipe de Borbón y Grecia contrajo matrimonio con la periodista Letizia Ortiz.
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