“Hoy siento que el haber empezado a estudiar abogacía para que el crimen de mi hija no quede impune valió la pena. Creo en la Justicia, si no no sería abogada. La investigación fue lenta, pero dio sus frutos”, cuenta Adoración Gutiérrez, la madre de una joven secuestrada y asesinada en el año 2000.
A diez años del crimen, la Policía arrestó en la noche del jueves a dos hombres y una mujer sospechados de haber participado en el hecho. Y hay otros dos hombres bajo investigación.
María Laura, la hija de Dora (así llaman a Adoración), fue secuestrada y asesinada en noviembre del año 2000. La joven, de 22 años, trabajaba en una clínica de San Justo. Allí conoció a un médico peruano y se enamoró.
El hombre, identificado como Wilfredo Percu Incio Chepeyquen, es uno de los sospechosos detenidos ahora. La Policía también detuvo a su hija.
Según la investigación –que estaba a punto de prescribir y recobró impulso tras una entrevista de Dora con el diario Clarín –, una conocida del médico convocó a María Laura con un pretexto: le dijo que estaba embarazada y que el hijo que esperaba era del novio de María Laura. La chica, intrigada, decidió ir al encuentro. Pero era una trampa.
María Laura fue sedada, golpeada, quisieron descuartizarla (le cortaron las articulaciones) e incluso la prendieron fuego cuando todavía estaba viva.
En medio de semejante horror, los secuestradores llamaron varias veces a Dora y a su esposo exigiéndoles el dinero de un plazo fijo para liberarla.
Al día siguiente, cuando la banda todavía reclamaba unos 30.000 pesos, María Laura apareció asesinada cerca del Camino Centenario, en La Plata. Tras las torturas a las que fue sometida, murió finalmente asfixiada con una bolsa de nailon.
Dora sospecha que su hija fue asesinada porque reconoció a sus captores . La investigación precisó que el secuestro había sido en Isidro Casanova, que la chica estuvo cautiva en Villa Lugano y que el homicidio se cometió en Gonnet.
En 2004, dos mujeres conocidas del médico arrestado el jueves fueron condenadas a prisión perpetua : Elida Disopra (69) y la tarotista Mirta Orellana (49).
Hubo una tercera acusada –la chica embarazada que engañó a María Laura para que subiera al auto en el que también estaba una de las condenadas–, pero fue absuelta. En la última jornada del juicio, hubo acusaciones cruzadas entre las mujeres halladas culpables.
La Justicia ordenó entonces seguir investigando la presunta participación del médico peruano, de su hija (identificada como Maira Incio Loretto) y de otros dos sospechosos. Finalmente, padre e hija y un tercer hombre fueron arrestados en las localidades de Isidro Casanova y Gregorio de Laferrere por orden de la UFI 4 de La Plata.
Tras el homicidio, Dora empezó a estudiar y se recibió de abogada. A 10 años del crimen, parecía que la causa iba a quedar en la nada.
La investigación había sido retomada por la División Casos Especiales de la Bonaerense.
“Hay pruebas contundentes para que sean todos condenados. Después de tantos años, todavía no caigo. Lo que pasó es muy importante, pero aún quedan muchos casos impunes en el país”, concluyó Dora.
Fuente:Clarin
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