John Winston Lennon, (9-10-1940 – 8-12-1980) fue un músico que recorrió diversos estilos y que generó una influencia en la música contemporánea de altísimo nivel. Lennon cumpliría hoy 70 años, el 8 de diciembre será el 30mo. aniversario de su asesinato y el 31 de diciembre, se conmemorarán los 40 años de la separación de Los Beatles. Los astros se terminan alineando
Razones más que suficientes para que el alud de tributos, ediciones especiales y ciclos cinematográficos -más la atención mediática- le inyecten nuevos bríos al furor beatlero, que, ciertamente, a pesar de todo el tiempo transcurrido se ha mantenido con la misma vitalidad de los años sesenta.
El fenómeno, sabido es, se sostiene en el impacto y la calidad de la obra musical de "los cuatro de Liverpool", la piedra de toque para uno de los cambios culturales más profundos en el siglo XX.
Pero también tiene un fuerte cimiento en los proyectos individuales, postbeatle, de John, Paul, George y Ringo. Sus consecuencias siguen, hasta hoy, marcando la diferencia, y no sólo en lo estético sino también en la compleja, dinámica, conflictiva, correlación de la creación artística con otros procesos sociales.
En este marco, la figura de Lennon es un elemento decisivo, fundamental. Su leyenda, su historia de vida, su música, sin embargo, todavía tienen muchas facetas sin descubrir o sin comprender cabalmente.
Un hombre poco predecible, difícil de encasillar, inquieto, encantador e hipercrítico con sus composiciones (y las de sus compañeros de banda).
En un reportaje publicado por la revista Playboy en 1980, fue claro y filoso sobre Los Beatles: "No estoy satisfecho con ningún maldito disco nuestro… quiero rehacer cada una (de esas canciones)". Aún así, jamás abjuró de esta obra.
Yoko Ono cree que una actitud así hubiera sido muy poco inteligente. Él, ha dicho también su viuda, era consciente del cambio que provocó el cuarteto en la música popular contemporánea y eso lo enorgullecía.
Pero a la par del orgullo, Lennon convivió con muchos (auto)cuestionamientos que lo llevaron a replantearse, casi constantemente, su relación con todo el ambiente musical, la fama, sus fundamentos filosóficos.
Listar sus causas puede parecerse más a un ejercicio psicoanalítico simplista. Sin embargo se hace evidente que uno de los detonantes de su compleja personalidad fue su complicada infancia, un padre ausente, la muerte de su madre cuando él era adolescente...
Pero esos replanteos y cuestionamientos también fueron motores para tentar, tanto en los años sesenta como en los setenta, con lenguajes e ideas estéticas algo más alejadas de los modelos dominantes en la música popular, y más cercanas -en algún caso, hasta directamente asociadas- con los movimientos vanguardistas de las músicas cultas.
Experiencias que lo acercaron a la curiosa personalidad de Yoko Ono, con quien encontró una afinidad afectiva, ideológica y artística muy grande, que a la postre fue uno de factores que incidieron en la dura separación de Los Beatles.
Para comprender esta faceta de Lennon alcanzaría con volver a un caso que al día de hoy es una cita recurrente: sus discusiones con Paul McCartney, hacia 1968, por Revolution 9, un collage sonoro que compuso utilizando los recursos tecnológicos entonces disponibles en el estudio de grabación.
La pieza finalmente integró el listado de títulos de The Beatles, más conocido como el álbum blanco, pero todos (incluido John) sabían que ese surco calificaba mejor para un disco de música electroacústica que para un álbum de rock.
En el fondo de aquel enfrentamiento, claro está, había algo más que cuestiones puramente estéticas o técnicas: el reconocimiento de la influencia, que por entonces se hacía cada vez más fuerte, de Yoko Ono en las ideas y en las inquietudes creativas de Lennon.
Ya separados Los Beatles, esas inquietudes experimentales, aunque conocieron otros rumbos, siguieron presentes en Lennon y sus huellas han quedado en obras fundamentales como John Lennon/Plastic Ono band, Double fantasy, Imagine.
En esos últimos años, el ex beatle también había reafirmado su compromiso y militancia pacifista, lo que, previsiblemente, despertó la inquietud en las clases políticas de ambas costas del Atlántico, al punto que varias agencias de inteligencia -el FBI, el MI5 británico- comenzaron a investigar todas sus actividades públicas (y las privadas también), a etiquetarlo como una "amenaza" y a vincularlo con grupos políticos de izquierda.
No en vano, según los argumentos que Jonathan Wiener publicó en su conocido libro Gimme some truth: The John Lennon FBI file (2000), el presidente Nixon no cejó en sus esfuerzos para deportarlo de los Estados Unidos de América.
Hoy, esa cuota de riesgo parece saldada. Muchos de los documentos secretos del FBI han sido desclasificados, y los misterios otrora construidos en torno a su nombre y sus opciones de pensamiento ya lucen como paranoias de una lejana Guerra Fría.
No obstante, un "guiño" a esa época ha circulado esta semana en los titulares (o en "notas de color") en varios medios: el FBI incautó recientemente un juego de impresiones digitales de Lennon que estaban a la venta en una tienda de Nueva York. Estas huellas se habían tomado y registrado en una comisaría el 8 de mayo de 1976.
Si aún estuviera vivo -según Yoko Ono-, Lennon se tomaría este tipo de historias o su propio cumpleaños número setenta con mucha más "ligereza", sin tanta angustia como cuando tenía 40 años.
En aquella fecha, él le habría confesado a Yoko: "No puedo creer que voy a tener 40 años !".
Lo lamentable es que casi tres meses después de haber dicho eso, fue asesinado a balazos por Mark David Chapman (que hasta hoy está por suerte preso en Attica, desde donde Chapman ha confesado que "era más fácil matarlo a Lennon que a otros").
El cobarde asesinato fue cerca de la medianoche del 8 de diciembre de 1980, en la entrada del edificio Dakota, en Nueva York, donde vivía con Ono.
Un legado artístico revisado y protegido
Ayer, en la víspera de este aniversario, el Museo del Salón de la Fama del Rock and Roll, en Ohio, USA, recibió una cápsula del tiempo que contendrá todas las grabaciones que Lennon realizó luego de la separación de Los Beatles y una colección de cartas y mensajes especiales enviados por sus fans.
Este tributo, que contó con el apoyo directo de Yoko Ono, conservará esos documentos hasta el 9 de octubre de 2040, cuando se cumplirá el centenario del nacimiento del artista.
Junto al productor Jack Douglas, Ono también fue una de las responsables de la esperada reedición de todo el catálogo discográfico de la época postbeatle de Lennon, más varios materiales extras, y que el sello EMI lanzó al mercado esta semana.
Se produjo a partir de las mezclas originales e incluye nuevos discos recopilatorios con canciones inéditas, más el álbum Double fantasy en una versión "al desnudo" (stripped down: despojado de todo artificio), remezclado por Ono y Douglas y publicado en dos CD.
Las colecciones incluidas en esta voluminosa edición son: el recopilatorio Power to the people: The hits, una caja con cuatro discos titulado Gimme some truth, y una caja de lujo, The John Lennon signature box, que reúne en 11 CD los álbumes remasterizados, varias "rarezas" y lados B de los simples y que no fueron incluidos en los discos originales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario