Una empresa escocesa, Cairn Energy, ya ha puesto en marcha en este año 2010, dos perforaciones en la costa oeste de Groenlandia y ha encontrado gas. "Vendrán más", sentenció por teléfono a este diario Jørn Skov Nielsen, director de Minerales y Petróleo de Groenlandia.
Cairn abrió en julio los dos primeros pozos de exploración en la bahía de Baffin, entre Groenlandia y Canadá. Dos rompehielos escoltan las plataformas ante la amenaza de icebergs.
Aún es pronto para saber si serán "comercialmente rentables", advierte Skov Nielsen. "Hay mucha exploración pero hay que ver si es viable extraerlo a buen precio".
Que hay petróleo y gas es seguro. Un estudio del Servicio Geológico de Usa estimó que Groenlandia tiene la segunda mayor reserva mundial de petróleo por descubrir, solo por detrás de las de Zagros, en Irán. Sus costas albergan unos 45.000 millones de barriles de crudo, lo que consume el mundo en un año y medio.
Como explica Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona, "no solo importa la barrica, que haya petróleo, sino el grifo, que se pueda extraer". Una subida del precio del petróleo precipita la explotación.
Marzo señala "la paradoja es que el cambio climático favorece la exploración ártica. Las petroleras sí creen en el cambio climático".
La quema de combustibles fósiles -petróleo, gas, carbón...- emite dióxido de carbono. Este CO2 se acumula en la atmósfera, retiene parte del calor que emite la Tierra y calienta el planeta.
La concentración actual es la mayor en al menos 650.000 años. Y el Ártico es la zona del planeta más sensible al calentamiento.
Desde que en 1979 comenzaron las mediciones por satélite, el Ártico pierde hielo. El pasado 16 de agosto, ocupaba 5,95 millones de quilómetros cuadrados, un 22% menos que la media del periodo 1979-2000, según el Centro de Datos del Hielo y la Nieve de Usa (NSIDC).
El cinco de agosto, de un glaciar en la costa oeste -donde se perfora- se desprendió una placa de hielo de un tamaño que duplica el de la ciudad de Barcelona.
Este año es el segundo con menos superficie helada de ese periodo solo por detrás de 2007. El hielo seguirá retirándose hasta septiembre y luego volverá a crecer.
El responsable del Gobierno de Groenlandia explica que la zona vive una carrera por los recursos naturales.
Hay petróleo y gas, pero también minerales y diamantes cada vez más accesibles.
"En los setenta hubo cinco pozos y en 2000 Statoil [petrolera estatal noruega] abrió uno. Ninguno fue viable", explica.
Cairn, con sus 400 millones de euros de inversión, lleva ventaja. Sus acciones cayeron 4,1% al haber descubierto gas y no petróleo, que habría sido más rentable y fácil de manejar, pero en el último año casi han duplicado su valor en la bolsa de Londres. Otras multinacionales, como Esso, exploran también esas costas.
En 2007, Groenlandia se independizó de Dinamarca. Sus reservas de hidrocarburos fueron determinantes.
El primer ministro, Kuupik Kleist, explicó en diciembre al diario El País de Madrid: "Somos los más expuestos al cambio climático, pero no renunciaremos a nuestro derecho al desarrollo. [...] Si queremos prescindir del 40% del presupuesto que nos da Dinamarca necesitamos este petróleo".
La política de Groenlandia copia la noruega en busca de buena parte de la tajada. Las empresas que operen tienen que dar el 12,5% de su participación a una empresa estatal. Eso, unido a los impuestos, hace que "el 59% de los beneficios" queden en la isla.
Marzo explica que intentan huir de "la maldición de los recursos", la que hace que los países cuyo principal ingreso es el petróleo vivan sin otra industria, sacudidos por conflictos y corrupción.
Solo Noruega se escapa gracias a un fondo estatal que invierte lo obtenido en el Mar del Norte. El fondo, uno de los mayores del mundo, tiene diversificados los 354.000 millones de euros en unas 8.000 empresas.
En septiembre, cuando el hielo vuelva a crecer, "los pozos quedarán sellados con cemento a final de mes hasta el verano que viene", explica el director de las exploraciones en el Ejecutivo.
Pero eso, después del vertido de BP en el golfo de México, en unas condiciones mucho más favorables, ha disparado las alarmas.
El buque Esperanza de Greenpeace llegó el lunes pasado a la zona para protestar contra la perforación y fue frenado por un barco de la Marina danesa.
"Ver aquí una enorme plataforma de perforación en este hermoso y frágil paisaje es muy chocante. Los trágicos desastres del petróleo en el golfo de México y en China este año ilustran la necesidad de abandonar la dependencia del petróleo.
Estas operaciones son demasiado arriesgadas y empresas como Cairn deberían abandonar el Ártico y trabajar para desarrollar alternativas seguras y limpias", declaró Leila Deen, responsable de campaña de Greenpeace a bordo del buque. En la zona hay ballenas azules, osos polares, focas y aves migratorias.
Skov Nielsen admite que el vertido del Golfo es una preocupación añadida. "Tomamos las medidas de seguridad más altas para evitar efectos innecesarios", afirma. Un vertido en el Ártico tendría mucho más un impacto. La llegada de los medios contra el vertido sería casi imposible y el crudo ahí apenas se evapora.
Nada de eso va a parar la carrera. La televisión rusa anunció la semana pasada que un petrolero, el Baltika, había cruzado el paso del noreste, la ruta entre Europa y Asia por Siberia. Lo normal es que la ruta esté cerrada por el hielo, pero este verano, por segundo consecutivo, es transitable.
El petrolero salió el 14 de agosto del puerto de Murmansk hacia China cargado con gas licuado y escoltado por dos rompehielos de propulsión nuclear (nadie se atreve a hacerlo sin escolta por si acaso).
La naviera del buque, Sovcomflot, es la mayor de Rusia y pretende con el viaje demostrar la viabilidad y estudiar la rentabilidad.
La ruta por Siberia hacia China es de unas 7.000 millas náuticas, mucho más corta que la tradicional por el canal de Suez, de 12.000 millas.
En 2009, dos cargueros con turbinas de gas realizaron el viaje en sentido inverso (de Seúl a Rotterdam), pero ante un eventual accidente no es lo mismo un carguero que un petrolero.
El paso del Noroeste (por Canadá) no está abierto del todo, pero como explica el NSIDC en su web: "Las condiciones actuales de hielo habrían dejado atónitos a los exploradores del siglo XIX, como McClure, Franklin y Amundsen", cuando expediciones enteras fueron engullidas por el hielo buscando esa ruta.
Rusia presta especial atención al Ártico porque le daría una nueva ruta comercial. El primer ministro, Vladimir Putin, visitó el lunes 23 de agosto el Círculo Polar Ártico para, según declaró, ver los efectos del calentamiento global.
Lo hizo después de la ola de incendios y el verano anormalmente cálido que ha tenido Rusia.
Los países de la zona, que durante años despreciaron el norte, ahora se disponen a trocearlo y explotarlo. Rusia y Noruega terminaron su disputa territorial sobre el yacimiento de gas de Shtokman, uno de los mayores del mundo, y se disponen a explotarlo.
Todos los países de la zona tienen en marcha estudios geológicos del lecho marino para demostrar ante la ONU que su plataforma continental llega hasta el mismo Polo Norte, lo que les otorgaría la soberanía.
Fuente:El Pais.com
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