40 personas han muerto y otras 77 han resultado heridas en Afganistán en un atentado suicida perpetrado en el transcurso de una boda de un hombre perteneciente a una milicia antitalibán local.
El novio, Abdullá Aka, murió en la explosión y entre los heridos se encuentra el líder de su misma milicia, Mohamed Naji Kako, creada hace unos meses con la colaboración de las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos de América.
El suceso se produjo a última hora de ayer en la localidad de Nangahaan, provincia de Kandahar, una de las zonas con mayor presencia talibán y en la que las tropas internacionales de la OTAN (ISAF) tienen previsto realizar una fuerte ofensiva en los próximos meses.
Poco después del ataque, algunos de los invitados, presas del pánico, pensaron que se había tratado de un bombardeo aéreo de la ISAF. En las celebraciones de boda en ciertas áreas rurales de Afganistán suele mantenerse la tradición de realizar disparos al aire, lo que en alguna ocasión ha confundido y ha provocado algún ataque aéreo, extremo que en esta ocasión ha negado de forma categórica un portavoz de la ISAF.
El estallido se produjo en una zona reservada para hombres, por lo que la mayoría de las víctimas son del sexo masculino. Las autoridades no descartan que el número de muertos sea mayor, ya que los equipos de rescate podrían haberse dejado cadáveres sin recoger debido a la confusión originada en la zona o no haberlos advertido al ser ya de noche cuando se produjo la explosión.
"No sabemos qué ha pasado. Hubo una enorme explosión y de repente todo el mundo estaba muerto o herido", relataba Mohamed Zanif, hermano del novio, instantes después del atentado.
Se trata de uno de los peores atentados registrados en Afganistán en los últimos meses. Kandahar, tercera ciudad del país y cuna histórica de los talibanes, es objeto de múltiples atentados dirigidos generalmente contra miembros de las fuerzas internacionales o del Ejército afgano, policías o autoridades.
En las últimas semanas se ha producido un gran repunte de la violencia talibán en Afganistán. A esta matanza de la boda hay que añadir el ataque de ayer en Pakistán a un convoy de suministros destinados a los soldados de la OTAN en Afganistán, en el que fallecieron 7 personas, así como las muertes de al menos 18 soldados extranjeros desde el lunes en diversos ataques en el país centroasiático.
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