Detrás de una careta gigante de Donald Trump tachada con una equis, un hombre negro se pasea por el parque gritando: “Vamos a patearle su trasero”. A su lado, una niña con un vestido de gasa blanco corretea con un cartel en las manos: “Gracias votantes”. La rabia se mezclaba con la empatía y la felicidad por la victoria de Joe Biden este sábado en el Freedom Park de Atlanta, la capital de Georgia, símbolo de los avances demócratas entre la comunidad afroamericana del sur profundo del país. Aquí, en la tierra de Martin Luther King, la candidatura de Biden ha desafiado una hegemonía republicana que dura ya más de dos décadas. Y detrás del éxito demócrata, trabajando en silencio ha estado Stacey Abrams, una joven veterana del activismo en Georgia.