La mujer se estaba tratando de un tipo de cáncer llamado carcinoma de células escamosas que le había aparecido en la cavidad nasal. Le dieron radioterapia y quimioterapia, por el camino gran parte de la nariz y el paladar se dañaron gravemente, pero consiguieron implantarle una nueva creada por impresión 3D.
Los médicos intentaron sustituirle la nariz por medio de reconstrucciones y prótesis faciales, sin embargo, nada de esto funcionó. Fue entonces cuando se decidió probar una nueva técnica: se imprimió una nariz en 3D usando un biomaterial que se emplea en medicina para sustituir total o parcialmente órganos y tejidos del cuerpo. Aunque la técnica se había utilizado antes, nadie la había probado para hacer crecer una nariz.
Uno de los obstáculos a los que se
enfrentaron los médicos del Hospital Universitario de Toulouse (Francia) para
hacer crecer la nariz fue la falta de vasos sanguíneos.
Fue entonces cuando decidieron implantar la nariz impresa en 3D
en el antebrazo de la paciente. De esta manera
solventaron el problema. Tras dos meses en el antebrazo, la nariz desarrolló su
propia circulación sanguínea, que pudo cortarse y reconectarse a la cara
mediante microcirugía para unir los vasos.
El trasplante ha sido posible gracias al
personal de cirugía del Hospital Universitario de Toulouse y el Instituto
Claudius Regaud.
2022 está siendo un año glorioso para la
impresión en 3D de partes del cuerpo. A principios de año se creó una oreja para
una paciente con microtia, un trastorno congénito que hace que el oído externo
esté subdesarrollado o ausente. La paciente de 20 años tenía la oreja derecha
pequeña y deforme. El trasplante se realizó con éxito en marzo. La técnica
parece que evita las probabilidades de rechazo y logra un aspecto natural.
Otro éxito en materia de trasplantes fue
la implantación en un paciente de la primera mandíbula de titanio impresa
en 3D, que se construyó a partir de una tomografía computarizada para que
encajara a la perfección.
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