Los hombres, con edades entre los 23 y los 31 años y en su mayoría de la ciudad de Penza, fueron acusados de planear ataques contra la Copa Mundial de Fútbol 2018 y las elecciones presidenciales como parte de un grupo anarquista clandestino llamado “la Red”. Otros cargos incluyen tráfico de drogas y posesión de armas.
Todos negaron los cargos y algunos denunciaron torturas cuando estuvieron en custodia, las cuales se les habían propinado para forzar confesiones.
Decenas de partidarios de izquierda corearon “vergüenza” a viva voz en la Corte Militar de Penza mientras se dictaba el fallo.
El Kremlin rechaza las acusaciones
Un vocero del gobierno de Vladimir Putin dijo que el mandatario estaba “al tanto” de todo el caso, y que había revisado “minuciosamente” todo lo referente.
“El presidente ha examinado repetidamente esta situación y ha ordenado reiteradamente que todo se verifique minuciosamente para asegurarse de que todo está en línea con la ley”, dijo a los periodistas el portavoz Dmitry Peskov.
El líder de la posición, Alexei Navalny, describió las sentencias como “horribles”, en una serie de tuits.
“La confesión de estos muy jóvenes sobre una organización terrorista imaginaria fue forzada con tortura. Cualquier ministro en el gobierno ruso es diez veces más criminal y una amenaza para la sociedad que estos chicos”, aseveró.
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