El ministro de trabajo demostró con datos que sin negociación colectiva, los salarios caen aunque la economía crezcaLes duele aceptarlo, pero es una verdad inobjetable. Durante los gobiernos blancos y colorados en los que no había Consejos de Salarios, siempre perdieron los trabajadores y los jubilados.
Ernesto Murro se ha convertido en un verdadero problema para la oposición, porque con datos en la mano demostró en el parlamento que cuando se eliminaron las negociaciones laborales, los salarios y las pasividades se estancaron o cayeron.
El impacto de los datos sacudió las estanterías de las tiendas del Partido Nacional y el Partido Colorado, y salieron en banda a golpear al ministro de Trabajo. Lo llamaron “terrorista verbal” y lo acusaron de “agitar cucos”, incluso tuvieron que sacar al mismísimo diario El País, histórico defensor de los conservadores, a pegarle con una durísima editorial.
Pero no hubo forma, las estadísticas no mienten y Murro desnudó en el Palacio Legislativo el paso a paso de la historia de los consejos de salarios y mostró, con pruebas en la mano, los resultados de la política de negociación colectiva y consejos de salarios.
Lo más importante que dejó en claro fue que incluso cuando creció la economía, pero no había consejo de salarios, siempre perdieron los trabajadores y los jubilados porque los salarios y las pasividades se estancaron o cayeron.
Con cuadros y gráficas, el secretario de Estado dejó en evidencia que entre 1973 y 1980 no hubo negociación colectiva y, pese a que hubo crecimiento del del PBI, lo salarios no sólo no subieron, sino que se redujeron en términos reales.
Se trata de un dato contundente que no pudo ser contrastado por los legisladores de la oposición y que por más que Lacalle Pou y Ernesto Talvi salgan a dúo a intentar rebatirlo, no logran más que tratar de “enchastrar” personalmente al ministro para quitarle relevancia a sus palabras.
Para cerrar el análisis, solo resta decir que desde que llegó el Frente Amplio al gobierno y con negociación colectiva, la economía creció y el salario real acompañó el crecimiento.
Los números que expuso el ministro hablan por sí solos, y no hay “cacareo” que consiga alterar la realidad. Existen incluso informes de organismos internacionales e investigaciones privadas de académicos uruguayos que lo certifican y que fueron agregadas a la presentación de Murro ante los legisladores.
Blancos y colorados tendrán que buscar otros argumentos para intentar convencer a los trabajadores que esta vez será distinto y que la “flexibilidad” que pretenden aplicar en la negociación colectiva, no castigará otra vez a los trabajadores y, entre ellos, especialmente a los que menos tienen, como históricamente ha sucedido en sus gobiernos.
Fuente: Caras y Caretas
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