Según reporte del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), los hechos ocurrieron el pasado día 8 hacia las diez y media de la noche. El número de emergencias recibió una llamada en la que se reportaba la aparición de varios cachorros en el interior de un contenedor de basura en la zona urbana de Poio.
Un grupo de agentes concurrió al lugar y notó que junto a los contenedores de basura se encontraba una perra de raza pequeña que mostraba evidentes síntomas de excitación y nerviosismo. En el interior del contenedor estaban sus cinco crías vivas, recién nacidas, en el interior de una bolsa de plástico.
La primera reacción de la Patrulla del Seprona, "fue sacar a los cachorros de la bolsa y ponerlos al lado de su madre, que de inmediato les dispensó toda clase de atenciones y cuidados, procurándoles calor y alimentación". Finalmente, los cachorros y su madre fueron recogidos por los servicios de Protección Civil del Ayuntamiento de Poio, que a su vez los entregó a una entidad local dedicada a la protección de animales.
Días después y pese a los cuidados recibidos por los servicios veterinarios del centro, tres de los cachorros murieron. El resto de las crías y su madre ya se encuentran en un hogar de acogida.
Pese a las dificultades para identificar al propietario de los animales, ya que la perra carecía del obligatorio chip de identificación, finalmente pudo ser localizado en la misma calle donde fueron abandonados y se lo investiga penalmente como presunto autor de un delito de maltrato animal.
La primera reacción de la Patrulla del Seprona, "fue sacar a los cachorros de la bolsa y ponerlos al lado de su madre, que de inmediato les dispensó toda clase de atenciones y cuidados, procurándoles calor y alimentación". Finalmente, los cachorros y su madre fueron recogidos por los servicios de Protección Civil del Ayuntamiento de Poio, que a su vez los entregó a una entidad local dedicada a la protección de animales.
Días después y pese a los cuidados recibidos por los servicios veterinarios del centro, tres de los cachorros murieron. El resto de las crías y su madre ya se encuentran en un hogar de acogida.
Pese a las dificultades para identificar al propietario de los animales, ya que la perra carecía del obligatorio chip de identificación, finalmente pudo ser localizado en la misma calle donde fueron abandonados y se lo investiga penalmente como presunto autor de un delito de maltrato animal.
Toda la información del caso será puesta en manos de un tribunal de Pontevedra.
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