Sin embargo, los abogados defensores, Marcelo Gabito y Micaela Techera, solicitaron una audiencia de prórroga para presentar pruebas que, de acuerdo a su argumento, demuestran que sus clientes son inocentes de lo que se los acusa: un delito de rapiña especialmente agravado, y otro de receptación, en reiteración real.
El Departamento de Información Táctica de la Policía –el cuerpo de agentes que actuó el lunes en la detención– seguía muy de cerca y desde hacía tiempo el rastro de estos hombres, involucrados en varios de los asaltos a remesas ocurridos en los últimos meses, según los investigadores.
Tienen, además, profusos antecedentes penales y, de acuerdo a las pruebas presentadas por la fiscal Diano, Enrique Antonio Bojorje, Brian Darío Marquez Núñez y Rodolfo Javier Leites –los tres desempleados– participaron de una rapiña el viernes 27 de abril, a las 21.20, en la que robaron la camioneta Volkswagen gris con la que pretendían realizar el asalto del lunes.
Además de dos armas de fuego –ambas robadas–, la Policía incautó del bolsillo de uno de ellos un juego de llaves y un control eléctrico del portón de una casa, que las víctimas de la rapiña reconocieron como propios.
Además, ese viernes llegaron al lugar en una camioneta de la misma marca y color que en la que fueron detenidos tres días después. Eso explica, para la fiscal, lo que captaron el lunes, poco antes del operativo, las cámaras del Ministerio del Interior en los alrededores del Nuevocentro: dos camionetas Volkswagen idénticas que circulaban una próxima de la otra, "cuidando y dándose apoyo" entre sí.
Inocencia
Para Gabito y Techera todos los hechos enumerados constituyen una mera casualidad, razón por la cual demandan la inocencia de sus clientes y la eliminación de la prisión preventiva.
"No surgen elementos, ni siquiera indicios, de que los imputados estuvieron en ese día y horario (en el lugar de los hechos, el viernes 27), ya que se encontraban en sus domicilios", dijo Gabito en su alegato.
Para demostrarlo, solicitó una serie de pruebas, como el acceso al registro de diversas cámaras de seguridad pública y privada, testimonios de familiares y mensajes de WhatsApp.
Por ejemplo, Gabito aseguró que Enrique Bojorge, a la hora en que sucedió el asalto del viernes, estaba con un amigo "que concurrió a su domicilio a jugar al Play Station". Además, en el historial de la conversación entre Bojorge y su novia a través de WhatsApp hay una foto que lo muestra "acostado en su cama" sobre las 21 horas del 27 de abril.
El "único delito" que se puede atribuir a sus defendidos, agregó, es el de porte ilegal de arma, "un delito excarcelable y con una mínima sanción punitiva", ya que una de las dos armas fue encontrada en el suelo.
Diana Salvo, adelantándose a la tesis de la defensa, había recurrido al sentido común.
"Nadie va encapuchado en un auto rapiñado –dijo–, con armas también producto de una rapiña, por caso fortuito y sin un claro objetivo que la lógica no puede desconocer".
Luego, se opuso a que las medidas cautelares sean reconsideradas, ya que, a su juicio, no se presentaron fundamentos apropiados para eliminarlas, como problemas de salud o trabajos estables.
Los argumentos presentados, dijo, apuntan "al fondo del asunto", es decir, a negar la culpabilidad de los acusados, algo propio del desarrollo del juicio y no de la instancia de la acusación, tal como está definido en el nuevo Código del Proceso Penal.
La jueza De los Santos no compartió su postura, y fijó una audiencia para que los abogados presenten las pruebas solicitadas, a los efectos de evaluar si se mantiene o cesa la prisión preventiva.
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