El hecho generó rispídeces entre distintos miembros del gobierno. La ministra de Industria dijo no estar enterada de las reuniones entre gobierno y UTE, mientras que el equipo económico salió a relativizar la decisión, ya que la última palabra la tendrá el presidente.
Este jueves, el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, dijo que no está dicha la última palabra sobre el ajuste.
El directorio de UTE manifestó su malestar debido a una lista de gastos que deberá realizar en los primeros meses como consecuencia del acuerdo con UPM.
La empresa deberá afrontar los costos de una línea de alta tensión para la futura planta de celulosa. El presupuesto de la obra es de 150 millones de dólares y deberá ser financiada enteramente por UTE.
El ente además deberá comprarle energía a UPM a 72 dólares el megavatio/hora, aún cuando hoy puede adquirir esa energía hasta a US$ 20 en el mercado spot.
Según estimaciones de UTE, esta operación de compra significa un sobrecosto del 2% en las tarifas durante 20 años.
UN PAQUETE INTEGRAL
La ministra de Industria, Energía y Minería, la Ingeniera Carolina Cosse, admitió que la propuesta de ajuste existe, aunque dijo no estar enterada de la reunión del equipo económico con el directorio de UTE.
Sin embargo, explicó que se trata una propuesta que tiene un alcance más allá del ajuste.
En tal sentido, Cosse dijo que tiene otros ejes complementarios. Puso como ejemplo recomendaciones para "hacer más eficiente" a la empresa, una solución financiera para los 70.000 "colgados" de la red de UTE, políticas tarifarias de promoción de la "estacionalidad" y un plan para mejorar la red lumínica pública.
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