La forma de podar los árboles que utiliza desde hace años la Intendencia de Montevideo está provocando un "desastre ambiental", denunció la organización sin fines de lucro Mesa Ecológica. Esta ONG, que tiene presencia en Montevideo y también en Canelones, presentó petitorios e informes técnicos tanto a la IMM como a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), recogiendo la experiencia internacional de entidades como la Arbor Day Fundation y la Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA por sus siglas en inglés), que rechazan el "desmoche" o "descopado" de árboles que realizan muchas veces empresas privadas contratadas por la Intendencia.
Esta intervención en ocasiones determina la muerte del ejemplar, o que este no pueda dar brotes apropiados, por heridas que no puede cerrar y que entre otras cosas lo dejan expuesto a enfermedades y quemaduras del sol.
"El 40% de estos árboles muere entre el primer y el tercer año luego del desmoche", asegura a El País el vocero de Mesa Ecológica, Rodrigo Pinto.
"Entregamos un informe al servicio de Áreas Verdes de la Intendencia de Montevideo en septiembre de 2015 y solicitamos a la Dinama que decretara la prohibición del rebaje de altura en el arbolado público a nivel nacional en enero de este año. También entregamos una carta en el Departamento de Desarrollo Urbano de la IMM, solicitando una suspensión temporal mientras se investiga el desmoche, con el fin de salvaguardar nuestro patrimonio ambiental. Esto ocurrió el 13 de julio pasado y nos dieron la razón desde el punto de vista técnico y biológico, pero consideran demasiado drástico un decreto de prohibición y no quieren tener, según ellos, un choque de competencias con las intendencias y los municipios. El tema pasó al Jurídica de Dinama", agregó Pinto.
Como diera cuenta El País, los distintos municipios de Montevideo extraen entre 100 y 500 árboles por año. Pero los podados son miles, tomando en cuenta todo el territorio. Estas tareas en general son realizadas por cuadrillas municipales y empresas privadas.
Informes técnicos.
Según el informe técnico presentado por la ONG Mesa Ecológica a la Dinama, expertos en arboricultura a nivel nacional e internacional "concuerdan en que el rebaje en altura resulta altamente perjudicial para los árboles, comprometiendo su capacidad biológica para repoblarse de hojas y reponerse de estas heridas tan severas, que generalmente no logran cerrar o compartimentar y mueren. Si sobreviven, a los pocos años se pudren y enferman, generándoles un daño irreversible". Advertisement
El documento advierte que "el desmoche es la práctica de poda conocida más dañina para el árbol. Y sin embargo, todavía es común, a pesar de más de 25 años de estudios y seminarios explicando sus efectos perniciosos".
El informe agrega: "A menudo, el desmoche elimina del 50 al 100% de la copa. Al ser las hojas las fábricas de alimento del árbol, este puede pasar hambre temporalmente. La gravedad de la poda estimula un tipo de mecanismo de supervivencia. El árbol activa las yemas latentes, provocando un rápido crecimiento de múltiples brotes debajo de cada corte. El árbol necesita producir una nueva generación de hojas tan pronto como sea posible. Si un árbol no tiene las reservas energéticas para eso, se debilitará gravemente y puede incluso morir".
Costos económicos.
Los municipios de Montevideo destinan importantes partidas económicas a la poda, la extracción y la plantación de árboles.
El informe entregado por Mesa Ecológica a la Dinama y la Intendencia de Montevideo advierte que el costo de un descopado no se limita a esa intervención puntual: "Si el árbol sobrevive, necesitará otra poda en pocos años. Deberá ser reducido de nuevo o limpiarse el daño provocado por las tormentas. Si muere, deberá ser derribado".
La ONG señala que esta práctica incluso afecta el valor de las propiedades. Y asegura que viene siendo realizada "sin motivos justificados" en "un 70% de los ejemplares del arbolado público", lo cual "resulta en un impacto ambiental muy importante que debe corregirse inmediatamente".
"Los ciudadanos nos sentimos desprotegidos y angustiados por observar cómo se está atacando nuestro arbolado público, ante la mirada cómplice de los organismos públicos, que deberían garantizar nuestros derechos ambientales. Creemos que aún hay tiempo de salvar a nuestros árboles, de salvar nuestro patrimonio ambiental", concluye el documento.
Desmoche
En la imagen superior se ven árboles recientemente descopados en el parque Villa Biarritz. La organización sin fines de lucro Mesa Ecológica advierte que esta práctica en ocasiones determina la muerte del ejemplar, o que este no pueda dar brotes apropiados, por heridas que no puede cerrar y que, entre otras cosas, lo dejan expuesto a enfermedades y quemaduras del sol. Algunos árboles "desmochados" generan un rápido crecimiento de múltiples brotes debajo de cada corte, una reacción de "supervivencia", como se observa en la foto arriba a la derecha.
OPINIÓN EXPERTA.
Prácticaque puede matar a un ejemplar.
Según la Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA), el desmoche causa estrés en los árboles. "Un ejemplar que sufre estrés es más vulnerable a plagas y enfermedades", anota.
"Las heridas grandes, abiertas, exponen la albura y el duramen a un ataque. El árbol puede carecer de la energía suficiente para defender químicamente las heridas contra una invasión. Algunos insectos son atraídos a los árboles bajo estrés mediante señales químicas", indica la ISA.
Pero también es cierto que hay momentos en los que un árbol debe ser reducido en altura o extensión. Un ejemplo es la poda para despejar las líneas aéreas de servicios públicos. Existen técnicas recomendadas para hacer esto. "Si es posible, las ramas se deben eliminar hasta su punto de origen. Si se tiene que acortar una rama, debe ser hasta una lateral que sea lo suficientemente grande como para asumir el papel de rama principal. La regla general es cortar hasta una rama lateral que sea como mínimo 1/3 del diámetro de la rama que se va a eliminar", explica la Sociedad Internacional de Arboricultura. Y concluye: "Algunas veces, la mejor solución es remplazar el árbol con un ejemplar de una especie más adecuada para el lugar".
500 árboles talados en barrios del Municipio C.
Según informaron los ocho alcaldes de Montevideo a la Junta Departamental, el municipio que retiró más árboles durante 2016 fue el C, que abarca barrios como La Aguada, Capurro, Prado, La Comercial, Mercado Modelo y Villa Muñoz. Entre extracciones y talas, se actuó sobre 480 ejemplares.
Le siguió el Municipio B, que comprende zonas centrales como el Centro y Ciudad Vieja. Este gobierno local extrajo 299 ejemplares en mal estado durante 2016 y plantó 536. Ha gastado US$ 1.300.000, interviniendo 3.569 árboles, de los cuales 1.311 fueron podados.
Entre 100 y 500 árboles son extraídos anualmente por cada municipio. Aunque los ejemplares son repuestos, muchos no llegan a crecer porque son vandalizados. Así lo explicó el alcalde Carlos Varela, del Municipio B: "Es esa barra que pasó de noche y le quebró la rama, es doña María o don José que no quieren el árbol en la puerta de la casa y lo quiebran, es la empresa que proyecta a largo plazo que ese árbol le va a tapar la vidriera".
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