El
último registro disponible marcó que la inflación llegó en agosto a
5,45%, algo por encima de lo observado en julio (5,2%), pero todavía
dentro del rango objetivo establecido por el Banco Central (BCU), de
entre 3% y 7%. Hacia
adelante, un peso más "débil" debería impulsar una suba de precios, lo
que haría que la inflación termine este año en 6,7% y el próximo en
7,4%. Así lo
indicó la última edición del sondeo LatinFocus Consensus Forecast,
elaborada por Focus Economics, a la que accedió el diario montevideano El País y que recabó,
del 5 al 11 de septiembre, la opinión de 18 consultoras, bancos y AFAP.
Además,
el trabajo indica que una demanda fortalecida tanto a nivel doméstico
como fuera de fronteras debería impulsar el crecimiento este año. Un
contexto regional más beneficioso junto a una demanda más tonificada
desde China debería fomentar las exportaciones, al tiempo que "salarios
al alza y un fuerte sector turístico mejorarán el consumo privado".
Según
el relevamiento, la economía uruguaya crecerá 2,7% este año, una suba de
0,1 puntos frente al pronóstico del mes pasado. Cerraría 2018, en
tanto, con una expansión de 2,8%.
El
crecimiento esperado por los analistas también se reflejaría, añade
LatinFocus Consensus Forecast, en un déficit fiscal declinante, pese a
que esto se podría ver obstaculizado por shocks negativos provenientes
de la región. La última medición situó el rojo de las cuentas públicas
en 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses a julio.
Ayer,
tras el encuentro con los dirigentes de la Asociación Rural del Uruguay
(ARU) en la Expo Prado, el ministro de Economía, Danilo Astori, se
refirió al dato del PIB del segundo trimestre del año, que se conocerá
el viernes. "Creo que va a confirmar la reactivación productiva que ha
tenido el país desde el segundo semestre del año pasado", dijo.
"Va a
fundamentar por qué el Ministerio de Economía corrigió la meta del
producto al alza en esta Rendición de Cuentas", añadió el jerarca. Las
últimas proyecciones oficiales esperan un alza del producto de 2% para
este año, 2,5% para 2018 y 3% para 2019. La anterior Rendición, de 2015,
aguardaba alzas de 1%, 2% y 3% para los mismos años, respectivamente.
Según
los consultados, las señales disponibles hasta el momento dan cuenta de
que el crecimiento observado en la primera mitad del año continuaría en
el tercer trimestre. La nota negativa la aporta el dato de desempleo,
que en junio (último dato disponible) se ubicó en 7,8% de la Población
Económicamente Activa (PEA) —una décima menos que en mayo y tres décimas
más que en junio de 2016—, lo que ha despertado la preocupación del
gobierno en los últimos meses.
Por el
lado de la industria manufacturera, en tanto, los analistas esperan que
se contraiga 0,5% este año, mientras que para el próximo se aguarda un
aumento de 4,3%.
Uruguay,
junto a Brasil, Ecuador y México, fueron los países cuyos pronósticos
de crecimiento mejoraron en la última edición de este informe. En la
vereda de enfrente, los de Colombia y Venezuela empeoraron respecto al
mes anterior. Otros cinco países —entre los que se incluyen Argentina,
Chile y Perú— mantuvieron sus perspectivas incambiadas.
Los
analistas consultados esperan que la economía latinoamericana crezca
1,4% este año y 2,4% en 2018. De esta manera, cambiaría la pisada y
dejaría atrás la contracción de 0,7% que sufrió el año pasado. Brasil
sería el encargado de esta mejora, a pesar de que todavía hay "riegos
altos" en el país.
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