Qué Fuerzas Armadas debe tener Uruguay ? Las que existen hoy se ajustan a nuestras necesidades ? Debemos ir a una organización militar con menos integrantes y más drones, sensores y radares, por ejemplo ? Estas preguntas sobrevuelan el debate político desde hace muchos años. Pero en los últimos meses han vuelto a plantearse a raíz de la crisis que atraviesa el Servicio de Pensiones y Retiros de las Fuerzas Armadas (“caja militar”). Según se ha señalado desde el gobierno, el déficit de la llamada caja militar supera los US$ 400 millones por año. Por eso, el Poder Ejecutivo tiene pronto un proyecto de ley que procura evitar que este problema se prolongue en el tiempo.
En este contexto, el Movimiento de Participación Popular (MPP) plantea ampliar la mirada en torno a este asunto y discutir, más en general, sobre la estructura que deben tener nuestras Fuerzas Armadas.
¿Cuál es concretamente esa visión?
Sobre este y otros temas, vamos a conversar con la senadora Lucía Topolansky.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, se reunieron este lunes con la bancada parlamentaria, con diputados y senadores del Frente Amplio (FA), para presentar el proyecto de reforma de la caja militar. En términos generales, ¿ustedes coinciden?
LUCÍA TOPOLANSKY (LT) —Sí, el proyecto, que tiene todas las dificultades de las cuestiones de seguridad social, que no son sencillas, por lo que venimos estudiando, porque ya le hemos dado la primera lectura y demás, es ponderado, está bastante equilibrado. Y son tres escenarios, hay una cantidad de gente que está en retiro o pensionada, ese es un escenario, después lo que sucederá con los nuevos y en el nuevo hay un sistema de transición. Probablemente –esto es una opinión personal– la discusión va a estar centrada ahí, en la transición.
EC —Sí, según trascendió, el Frente Líber Seregni y el Ministerio de Economía querían un cambio de efectos más rápidos. Por ejemplo, Alfredo Asti, de Asamblea Uruguay (AU), declaró, hablando en El Observador, que con este proyecto “es muy limitado el efecto en el tiempo”, se trata de “un avance muy tímido con respecto a una mayor convergencia entre los sistemas jubilatorios”.
LT —Los sistemas de transición siempre son polémicos. Esto pasó cuando se discutió la implantación del sistema de AFAP. Hemos aprendido, porque de esa implantación brusca que tuvimos ahora tenemos la consecuencia de los cincuentones. Pero creo que la discusión va a estar centrada ahí, fundamentalmente. De todos modos, el nuevo sistema para funcionar precisa, en paralelo o posteriormente, pero sin mucha distancia, una discusión sobre realmente qué Fuerzas Armadas queremos.
EC —Ahí viene el planteo del MPP.
LT —Exactamente.
EC —¿Ustedes han elaborado un proyecto para esta reforma?
LT —No, no tenemos un proyecto elaborado, son cosas que tienen un componente técnico importante. Pero sabemos que en el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) y en el gobierno hay compañeros que están haciendo ese trabajo.
EC —En síntesis, ¿qué es lo que ustedes sugieren?
LT —Como país debemos definir qué dimensión deben tener nuestras Fuerzas Armadas en el siglo XXI, cada una de las tres armas, y en cada arma cómo es la pirámide.
EC —¿Cómo se vincula eso con la reforma de la caja militar?
LT —Se vincula directamente. El ejemplo que siempre se pone es el grado de coronel: si yo tengo exceso de coroneles y la pirámide no converge sino que es muy grande, después eso se va a ver reflejado en el servicio de retiros, porque la gente inevitablemente llega a esa etapa. Entonces tengo que saber que para las necesidades de mis Fuerzas Armadas preciso tantos capitanes, etcétera, ir viendo la pirámide. Obviamente que a comandante en jefe llega uno cada tanto, es como en cualquier otra profesión, yo qué sé, a grado 5 llega uno cada tantos. Pero tenemos que tener clara esa pirámide porque previsionalmente eso nos va a dar el horizonte del costo de ese servicio.
Hay una cosa que es importante ver. A la salida de la dictadura había unos 50.000 efectivos entre oficialidad y tropa, y asimilados, porque tenemos todo el horizonte del Hospital Militar. A partir del primer gobierno de Sanguinetti en todos los períodos de gobierno se bajó el número de efectivos, viene en una curva descendente. Eso hace que hoy tengamos unos 50.000 entre retirados y pensionistas contra 24.000 activos, lo cual desde el punto de vista de cualquier servicio de seguridad social es catastrófico. La ecuación ideal son cuatro activos por pasivo, pero estamos a años luz de acercarnos a eso.
A diferencia de un cuerpo similar, como es la policía, en el que se produjo un fenómeno distinto, porque el número de efectivos policiales empezó a crecer, sobre todo a partir de los gobiernos del FA hay mucha más cantidad de policías, y además hubo otro fenómeno –que ese sí corresponde nítidamente a los gobiernos del FA–, que es que creció el salario. La Caja Policial tiene más aportantes de más monte, con más montepío, entonces el déficit de esa caja ha bajado muchísimo. Todavía no se eliminó, porque están los derechos adquiridos de los que venían del régimen anterior, pero va netamente a equilibrarse. A pesar de que nos demoramos un poco en la reestructura de la Carta Orgánica, pero se hizo finalmente.
Tenemos que aprender de ese proceso, finalmente tenemos que llegar a esos equilibrios. Obviamente sería bárbaro poder llegar en un corto plazo, porque US$ 420 millones, que fue lo que se transfirió este año, es mucho dinero para lo que es el monto del Presupuesto Nacional. A todas las cajas se les transfiere, la seguridad social es un problema en todas las cajas, pero en esta es muy fuerte. No sé en qué tiempo podemos llegar. Le hicimos esta pregunta a Murro, cuál era el efecto.
EC —¿En el MPP entienden que hay una superpoblación de oficiales en las Fuerzas Armadas?
LT —Sí, hay una desproporción.
EC —¿El problema empieza de coronel para arriba?
LT —No sé, no me atrevo a hacer una afirmación tan tajante. Pero hay una cosa básica: hasta capitán es el que tiene mando de tropa, y así como un director técnico precisa 11 futbolistas, un capitán precisa tantos efectivos a su mando. Pero de ahí en adelante no hay una pirámide que responda a una lógica de la función de ese cuerpo. Porque se producen vacantes, hay ascensos, etcétera.
EC —Justamente, usted estaba centrando el análisis en el impacto que esa estructura actual de las Fuerzas Armadas tiene en la caja militar. Lo veía por el lado de los números. ¿Pero en realidad lo que hay es una inflación no justificada de oficiales en las Fuerzas Armadas?
LT —Las Fuerzas Armadas que tenemos vienen con un diseño de hace mil años…
EC —¿Entiende la duda? Porque capaz que esta estructura de las Fuerzas Armadas es un problema para la caja militar pero es la que precisamos.
LT —No, creo que no. Porque uno puede preguntarse: este diseño, en que el grueso de los efectivos son de tierra, del Ejército, y tenemos muchos menos efectivos de mar y de aire, ¿responde al hoy? Yo me contesto que no. Pongo dos o tres ejemplos bien claros. Las Naciones Unidas nos acaban de dar mucho más mar territorial, que tenemos que cuidar, que está bajo nuestra responsabilidad. ¿Son suficientes en este momento los efectivos y los medios que tiene la Marina para custodia, rescate y todo el operativo que tiene que hacer en ese territorio? Yo no lo puedo contestar técnicamente, probablemente el MDN pueda contestarlo o las propias armas, pero hay una desproporción entre los 15.000 efectivos del Ejército y el resto. Porque ese diseño viene de la época en que el territorio se controlaba por tierra. Usted en la presentación habló de drones, y vaya si ha cambiado la cuestión militar todo lo que es a comando remoto. Y a su vez la operativa de los radares de control de los cielos, porque esto es control de soberanía, estamos hablando de soberanía.
EC —Entonces, si el diagnóstico es que por ejemplo tenemos más oficiales de los que precisamos, ¿cómo es que se ha demorado tanto en atacar este error o este defecto?
LT —No son cosas sencillas de hacer. No creo que haya un solo gobernante, y me atrevo a decir que de todos los partidos políticos, que en su programa y sus intenciones no tenga la modernización y determinados cambios como meta, pero después la realidad, muchas veces por derechos adquiridos, por hábitos, etcétera, por los abogados que litigian por aquí y por allá, hace mucho más lentos estos cambios.
EC —Pero estos gobiernos del FA tuvieron por ejemplo a Eleuterio Fernández Huidobro como ministro de Defensa Nacional, alguien muy especializado en estos asuntos, al punto de que en más de una ocasión se consideró a sí mismo un militar. Y se trabajó, por ejemplo en la actualización del concepto de defensa nacional.
LT —Sí, pero por ejemplo él tenía una idea muy interesante que él mismo no pudo llevar a cabo. Hay tres escuelas de formación de oficiales, de la Marina, del Ejército y de la Aviación, entonces él decía: optimicemos recursos, hay una cantidad de materias teóricas académicas básicas que son iguales en las tres armas, y después están las especializaciones. Hablaba de hacer un solo instituto, que ubicaba en Laguna del Sauce –una especie de West Point uruguayo–, para optimizar, con una base de formación de conocimiento de esa profesión en común y después la especialización. Desde el punto de vista de la eficiencia, del aprovechamiento de los recursos humanos y económicos era notable, pero no lo pudo hacer.
EC —Es un dato interesante, no sé si todos lo teníamos presente: podría irse a una fusión de los liceos que responden a las tres fuerzas, convendría. Pero ¿discutieron con Fernández Huidobro de la reestructura de las Fuerzas Armadas en sí mismas?
LT —Yo no, porque no estoy en estos temas, pero hay compañeros que conversaron y la Comisión de Defensa del FA, que es una comisión que funciona bien, ha tratado estos temas.
EC —Porque llama la atención que recién aparezca ahora, que este debate recién se plantee ahora, cuando las papas queman con los números de la caja militar.
LT —No, no es que el debate aparezca ahora, hace mucho que está.
EC —Dentro del Frente hay quienes tienen posturas más radicales que las de ustedes: eliminar las Fuerzas Armadas.
LT —Eso no es lo que vamos a discutir ahora. Para ir a la discusión sobre la eliminación de las Fuerzas Armadas, que es una discusión válida, que se puede dar, yo admito darla, tenemos que ir a un nuevo programa del Frente, porque en el actual no decimos eso. Nosotros le presentamos un programa a la población y tenemos que ser lo más coherentes posible con ese programa.
Pero, a su vez, supondría cambios constitucionales, porque la propia Constitución habla del tema. Además en Uruguay para tener constituido un gobierno se tienen que nombrar tres ministros, el de Relaciones Exteriores, el de Defensa y el del Interior. Usted puede pasar meses sin el ministro de Industria y el gobierno está constituido. Entonces yo puedo dar esa discusión y capaz que es bueno darla y despejarla de una vez. He seguido mucho el proceso de Costa Rica y tengo mis enormes dudas sobre esto, pero no me niego a dar la discusión. Pero es otra discusión. Lo mismo que los temas de derechos humanos y de justicia, que es una discusión del pasado reciente, es otro tema.
Ahora estamos en un tema diferente. En una institución del gobierno, del organigrama vigente del gobierno, preciso hacer estos cambios a nivel de previsión social porque el déficit es inaguantable, entre otras cosas. Pero a su vez, preciso ajustarla a lo que necesito como país, que para mí son unas Fuerzas Armadas redimensionadas y mucho más tecnificadas.
Hay que discutir también el papel de los asimilados. Yo tengo una plantilla enorme en el MDN de civiles asimilados, y ni que hablar en el Hospital Militar. ¿Tienen que tener el régimen de asimilados? Un médico se jubila con grado de coronel o capaz que más, de general, y de repente con los mismos 40 años que el oficial, en un momento en que yo preciso médicos como el pan en muchos lados. Tengo que repensar esto para que esta reforma me dé resultado.
EC —Hace unos días un oyente mandaba un correo electrónico sugiriendo eso: ¿por qué esta discusión no empieza quitando de la caja militar a todos los asimilados y pasándolos a un régimen previsional común y corriente?
LT —Por eso tengo que dar esta discusión, porque ¿por qué son asimilados? Porque en las hipótesis militares de guerra y de defensa yo preciso tener los recursos sanitarios a la orden, igual que tengo los soldados. Por eso los asimilo, por eso tienen el mismo régimen. Pero tengo que rediscutir esto para ver qué tantos de esos efectivos preciso, de repente dejo un puñado, no todos. Porque si uno lo ve desde el punto de vista sanitario, el Hospital Militar es la segunda mutualista del país en número de gente que atiende, porque son los efectivos y sus familias. Es mucha gente, entonces tienen ese régimen. Capaz que la expresión es que finalmente tanto el Hospital Militar como el Hospital Policial entren en la red de ASSE, del Fonasa. Pero tenemos que estudiarlo, por eso planteamos este tema, no para trancar la discusión. Quiero dejarlo absolutamente claro: la discusión se empieza a dar, la discusión tiene esta secuencia.
EC —Entiendo lo que señala, pero en definitiva usted está indicando que la reforma de la caja militar se está encarando de manera muy parcial, que tiene que tener otros componentes. Y algunos de esos componentes, como la reforma de las leyes orgánicas de las Fuerzas Armadas, quién sabe cuánto tiempo pueden llevar en su debate y en su aprobación.
LT —Yo no clasifico, lo único que hago es alertar. En este momento el proyecto ingresó al Parlamento, el martes que viene va a ingresar por la Cámara de Senadores y va a ir a la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social del Senado. Y la comisión va a empezar a trabajar, como siempre, convocando a las partes, convocando al ministro. El ministro fundamental acá es Murro, porque es seguridad social. Nosotros querríamos que el proyecto estuviera aprobado en el plazo más corto posible, pero si no alertamos de que en paralelo tenemos que fogonear, apurar esto…
EC —No ponen como condición la aprobación de la reforma de las leyes orgánicas de las Fuerzas Armadas.
LT —No, porque lo hicimos así en la Caja Policial, se aprobó primero y después fogoneamos lo otro. Pero es bueno para que el oyente común y corriente, que no está en estos temas, entienda el tema o la complejidad, porque lo peor de estas cosas es simplificar, es bueno poner estos temas sobre la mesa.
EC —El año pasado el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento otro proyecto de ley, un proyecto destinado a bajar a corto plazo el déficit de la caja militar, para lo cual durante 18 meses se creaba un impuesto a las pasividades militares mayores de $ 100.000. El MPP bloqueó esa iniciativa en el Senado.
LT —No fue así, eso fue lo que informó la prensa, pero la realidad fue otra. Cuando se presentó ese proyecto nos dijeron que en 10, 15 días venía la reforma de la caja y que las dos cosas se iban a tratar juntas. Esperamos, no vino, no vino, y pasó un año. Es bueno discutir las dos cosas juntas, porque entonces abordamos la integralidad del tema. Ahora volvió a ingresar el tema.
EC —Pero mientras tanto se sigue perdiendo plata, mientras tanto Rentas Generales continúa exigida.
LT —Sí, pero eso en ese primer proyecto era a término. Ahora el proyecto volvió a ingresar con una formulación diferente, los plazos son mayores y se va a aprobar. Está en la Comisión de Hacienda, porque es un impuesto. Son dos cosas diferentes, pero se aprueban a la vez, son cosas que van untas. Lo señalamos en ese momento, porque lo había dicho el propio Poder Ejecutivo, pero el Poder Ejecutivo no cumplió. Y después empieza todo el especulómetro político y la cosa se presenta distorsionada.
EC —Se habló de que ustedes tenían por historia esa especie de afinidad con las Fuerzas Armadas, un sector de las Fuerzas Armadas.
LT —No, no, todo eso es un pelotazo chato. No es así, nosotros estamos preocupados por el déficit, nos preocupa ese dinero, en eso coincidimos con los compañeros de Asamblea Uruguay. La diferencia que podemos tener con otros sectores del Frente es que entendemos, como la mayoría, que las Fuerzas Armadas son necesarias en el organigrama del país. Lo entendemos así y reconocemos todo lo que trabajó el general Licandro. Hay gente dentro del Frente que critica al general Licandro, nosotros no, para nosotros fue uno de los compañeros que aportaron más. Le tengo gran respeto a Licandro.
EC —Está aludiendo a Constanza Moreira, a planteos de Constanza Moreira que usted no comparte.
LT —No, para nada, es desconocer. Estoy en una fuerza política cuyo primer presidente fue un general, no me voy a olvidar de eso.
***
EC —Tengo comentarios de los oyentes a propósito de lo que veníamos charlando. Por ejemplo, Sergio pregunta: “¿No es medio al voleo esa reestructura de las Fuerzas Armadas de la que se habla en el MPP? No ha aportado ningún dato técnico ni números para respaldar la propuesta”.
LT —Aporto. De los efectivos actuales, que son 24.800, por ahí, 15.000 son de fuerzas de tierra. La pregunta para Sergio es: hoy, con los drones, con la tecnología, con el desarrollo del mundo de las comunicaciones, ¿esa es la fuerza que tiene que tener más efectivos de las tres? ¿O debemos hacer otro tipo de distribución?
EC —Podría pasar que se fortaleciera la Armada, se fortaleciera la Fuerza Aérea y no ganáramos mucho desde el punto de vista de los números.
LT —Ya dije, no soy técnica, no tengo los números y no voy a talentear, pero hay gente que está estudiando esto. Sí puedo afirmar que con este diseño vamos a tener problemas. Cuando discutimos la Ley de Defensa, que fue unánime en el país y fue pública la discusión, quedó pendiente esto, y no se hizo.
EC —Pero ¿usted tiene la certeza de que la reestructura desde el punto de vista funcional va a impactar positivamente en la caja militar?
LT —Pienso que sí, porque si la pirámide funcional, la estructura de mandos representa reamente lo que necesitamos, no vamos a tener un coronel en funciones administrativas que después se me jubila como general o como lo que sea. Vamos a tener un coronel efectivo con su estructura de mando hacia abajo.
***
EC —En una entrevista publicada ayer por el semanario Búsqueda, el ministro de Economía, Danilo Astori, reconoció que el adelantamiento de la campaña electoral que culminó con la victoria de Tabaré Vázquez en 2014 y “problemas” en la gestión de las empresas públicas durante la administración de José Mujica contribuyeron a que el anterior gobierno culminara con un déficit fiscal en ascenso. ¿Cómo vio esto?
LT —Me han hablado, no leí esa entrevista de Búsqueda.
EC —Le leo un párrafo: “Muchas veces, queriendo obtener ventajas desde el punto de vista político, electoral, partidario, sectorial o personal, se toman decisiones que perjudican al país y particularmente en el terreno fiscal. La historia de la vinculación entre la evolución de las cuentas públicas y el desarrollo de los tiempos electorales nos exime de comentarios. Es tremendo”.
LT —Bueno, no sé si Danilo hace esos comentarios con un sentido autocrítico, porque él fue parte importante de los dos períodos anteriores, o en qué marco los hace.
EC —Le preguntan sobre eso y dice que su situación institucional como vicepresidente de la República “no era la ideal para impulsar transformaciones en las empresas públicas. Obviamente opinaba, incluso públicamente, acerca de lo que creía al respecto. Recuérdese que tuvimos discrepancias con el presidente de la República que fueron parte del debate público, en el plano impositivo y también en la situación de algunas empresas. Nosotros, con los que estaban en el Ministerio de Economía incluidos, advertimos sobre el efecto negativo, que luego se verificó, del manejo que tenían algunas empresas”. Esas advertencias, sin embargo, no se tradujeron “en medidas concretas por parte de quienes tenían la posibilidad de tomarlas”.
LT —Está bien. No voy a polemizar públicamente con Astori, que es un compañero al que respeto, aunque en algunas cosas pueda discrepar con él. El FA es unidad en la diversidad. Cuando la fuerza política decide algo, si yo estoy en minoría defiendo lo que se decidió, aunque pueda dejar sentada mi posición. Creo que eso hace a la democracia interna. Si él lo hace en un sentido autocrítico, será su visión del tema, pero yo no voy a polemizar.
EC —Parece trasladarle una buena parte de la responsabilidad al sector del propio presidente Mujica.
LT —Sí, es notorio, pero en todo caso nosotros vamos a llevar esta discusión a la Mesa Política, a los organismos internos.
EC —¿Van a llevar estas declaraciones de Astori?
LT —Estábamos pensando en conversar si lo vamos a incluir, si esto es parte de una autocrítica que pueda empezar en el FA estamos lejos de la construcción del nuevo programa, o si esto son algunas declaraciones de esas que a veces se hacen y son perjudiciales para la fuerza política. No porque nosotros seamos perfectos y no reconozcamos aciertos o errores, sino porque no se deben hacer de esta manera.
EC —¿Van a llevar un planteo a la Mesa Política del FA?
LT —Yo no estuve ayer en la reunión del Comité Ejecutivo por razones personales, no sé lo que se resolvió, pero el tema estaba para conversarlo. No es un tema que nosotros podamos empezar con un pimpón, porque me parece que no le sirve ni al gobierno ni al propio Danilo ni a la fuerza política ni a nosotros. No aporta en lo más mínimo.
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