-¿Cuáles son sus primeras consideraciones acerca del proyecto de Rendición de Cuentas que le entregó el ministro de Economía, Danilo Astori, el pasado martes?
-Tiene dos características distintas. La primera es que la antecedió una discusión en le partido político a partir de la iniciativa del propio presidente que fue la de llevar adelante una discusión para que el Frente Amplio presentara las grandes orientaciones, algo que se hizo en marzo, luego se dio un debate interno en el Poder Ejecutivo y luego nuevamente en el secretariado y ahora se hizo una presentación en la bancada del Frente. Hubo un proceso interno más ordenado y más profundo que la vez anterior, esa es la primer característica.
La segunda es que hace un año cuando había expectativas, yo también las tenía, de que fuera por tres. Además la virtud en términos generales es que cumple los objetivos generales que nos habíamos planteado, esto es fortalecer la parte de educación, mantener las prioridades del programa y que en la base del financiamiento no se afecta impuestos directos a la población ni indirectos que sean sustanciales, la base de financiamiento son los juegos de azar y la tasa consultar en determinadas condiciones. Es una propuesta buena y posible.
-¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra en que su vigencia sea solo de un año?
-Tiene de los dos. El pro es que una vez más se le transmite a la sociedad en su conjunto la certeza de que se está controlando la marcha de la economía del país y de la región. Queda claro que no ignoramos el contexto de la región y del mundo y, por lo tanto, los pasos que damos garantizan el efectivo cumplimiento de la Rendición y sus metas. La parte de incertidumbre es más de contenido político, de debate; porque todos sabemos que las rendiciones de cuenta conllevan debates fuertes, sobre todo con los gremios del Estado y eso trasladado a un año tiene un impacto más cercano en lo electoral y es un dato que la fuerza política no debe pasar por alto. Pero entre la certeza de la calidad del gasto y el eventual impacto político se optó por lo primero y esperemos que la discusión del año que viene sea lo más rigurosa posible.
-Propicia el desgaste.
-Reabrir el debate es un riesgo y son riesgo que se asumen.
-Usted hablaba de la calidad del gasto. El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira aseguró que el proyecto no contempla los aspectos vitales para una sociedad con mayor desarrollo entre los cuales hizo énfasis en la educación, ¿se cumple con esos aspectos?
-Yo creo que vamos en esa línea pero es muy difícil cumplir con la suma de las expectativas. No necesariamente los objetivos sindicales son los objetivos de un gobierno de izquierda, tienen coincidencias en grandes líneas pero el interés general del país es el que tiene que mover al gobierno. Yo creo que vamos en la línea de los compromisos asumidos en el programa y eso para el partido político Frente Amplio es lo más importante.
–La relación entre los sindicatos y el gobierno, particularmente durante la gestión de Mujica, ha sido muy estrecha. ¿Esto afecta a la discusión actual?
-Es obvio que para cualquier sindicato es mejor un gobierno de izquierda que un gobierno de derecha, y a las pruebas me remito. La asignación de presupuesto a la educación en el gobierno del FA frente a la de los blancos y colorados no tiene punto de comparación. Estábamos en un 3 % de un presupuesto muy disminuido y ahora estamos yendo al 6 % de un producto más voluminoso.
El error estratégico es además disociar la reivindicación de recursos económicos de un debate de contenidos educativos, de gestión, de metas, de compromisos y de la calidad de la misma; que tiene como principal responsable al gobierno pero que no le es ajeno a los trabajadores.
-¿Se simplifica la discusión?
-Se mercantiliza e incluso aquellos que tienen un discurso socializante terminan, en los hechos, en una lógica capitalista de la cual normalmente reniegan.
-Hubo un incremento sobre lo establecido para la educación de US$ 62 millones en la rendición presentada, sin embargo continúan los paros. ¿Cómo analiza la gestión que se lleva a cabo en la educación?
-Tiene claros y oscuros. Todo indica que va a haber alguna mejora en los indicadores de secundaria, así lo indicó Celsa Puente. La inscripción en las UTU indica que hay un cambio en la gente en ir hacia carreras que les generen fuentes laborales más rápidas a sus hijos. El acceso a la Universidad, en particular en el interior, es un cambio cualitativo y de sectores sociales que antes no alcanzaban a la misma. Esos son los rasgos positivos más sobresalientes.
Dentro de los negativos están aspectos que hacen a la calidad educativa, fundamentalmente en resultados en las zonas socio-económicamente más vulnerables donde se necesita una acción más reforzada del Estado. Creo que no solo desde la educación, sino también desde otras políticas públicas, debemos articular mejores esfuerzos porque es donde la tendencia a repetir las vulnerabilidades y sus efectos, genera exclusión y la herramienta más poderosa para el ascenso social es la educación.
–Volviendo a la Rendición de Cuentas, todo indica que habría consenso para su aprobación, ¿cómo ve el escenario?
-Creo que vamos a tener 50 votos o más para que tener Rendición de Cuentas pero una cosa es la votación en general y otra cosa en particular; vamos a ver qué pasa en la votación particular de los artículos que a la larga hacen al contenido de la Rendición. Ahí se abre un campo importante de negociación y de trabajo que no puedo adelantar porque no lo sé.
-El gobierno decidió presentar el proyecto de Rendición a nivel interno dentro del Frente Amplio antes de llevarlo al Parlamento, ¿esto tiene que ver con una intención de calmar las aguas en la interna del FA?
-Creo que obedece a mejorar el relacionamiento entre la fuerza política y el gobierno que en el caso del Frente no ha sido siempre fácil, es un dato de la realidad.
-¿Cómo ve la interna del Frente Amplio? Hace poco tiempo, a través de los medios, Astori culpó a Mujica por el déficit durante su gobierno, ¿cómo analiza esos roces entre los sectores?
-En realidad el Frente Amplio tiene dos grandes motores que son el Espacio 609 y el Frente Líber Seregni (FLS) y nosotros tenemos claras diferencia en algunos aspectos que no las ocultamos pero también tenemos claras responsabilidades para hacer que el gobierno funcione y en ese sentido asumimos que hay algunas cuestiones que se han planteado en la interna del gobierno en su momento que teníamos después la crítica de por qué no lo habíamos dicho públicamente y después si lo decíamos públicamente se nos criticaba por no haberlo hablado en la interna.
-¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra en que su vigencia sea solo de un año?
-Tiene de los dos. El pro es que una vez más se le transmite a la sociedad en su conjunto la certeza de que se está controlando la marcha de la economía del país y de la región. Queda claro que no ignoramos el contexto de la región y del mundo y, por lo tanto, los pasos que damos garantizan el efectivo cumplimiento de la Rendición y sus metas. La parte de incertidumbre es más de contenido político, de debate; porque todos sabemos que las rendiciones de cuenta conllevan debates fuertes, sobre todo con los gremios del Estado y eso trasladado a un año tiene un impacto más cercano en lo electoral y es un dato que la fuerza política no debe pasar por alto. Pero entre la certeza de la calidad del gasto y el eventual impacto político se optó por lo primero y esperemos que la discusión del año que viene sea lo más rigurosa posible.
-Propicia el desgaste.
-Reabrir el debate es un riesgo y son riesgo que se asumen.
-Usted hablaba de la calidad del gasto. El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira aseguró que el proyecto no contempla los aspectos vitales para una sociedad con mayor desarrollo entre los cuales hizo énfasis en la educación, ¿se cumple con esos aspectos?
-Yo creo que vamos en esa línea pero es muy difícil cumplir con la suma de las expectativas. No necesariamente los objetivos sindicales son los objetivos de un gobierno de izquierda, tienen coincidencias en grandes líneas pero el interés general del país es el que tiene que mover al gobierno. Yo creo que vamos en la línea de los compromisos asumidos en el programa y eso para el partido político Frente Amplio es lo más importante.
–La relación entre los sindicatos y el gobierno, particularmente durante la gestión de Mujica, ha sido muy estrecha. ¿Esto afecta a la discusión actual?
-Es obvio que para cualquier sindicato es mejor un gobierno de izquierda que un gobierno de derecha, y a las pruebas me remito. La asignación de presupuesto a la educación en el gobierno del FA frente a la de los blancos y colorados no tiene punto de comparación. Estábamos en un 3 % de un presupuesto muy disminuido y ahora estamos yendo al 6 % de un producto más voluminoso.
El error estratégico es además disociar la reivindicación de recursos económicos de un debate de contenidos educativos, de gestión, de metas, de compromisos y de la calidad de la misma; que tiene como principal responsable al gobierno pero que no le es ajeno a los trabajadores.
-¿Se simplifica la discusión?
-Se mercantiliza e incluso aquellos que tienen un discurso socializante terminan, en los hechos, en una lógica capitalista de la cual normalmente reniegan.
-Hubo un incremento sobre lo establecido para la educación de US$ 62 millones en la rendición presentada, sin embargo continúan los paros. ¿Cómo analiza la gestión que se lleva a cabo en la educación?
-Tiene claros y oscuros. Todo indica que va a haber alguna mejora en los indicadores de secundaria, así lo indicó Celsa Puente. La inscripción en las UTU indica que hay un cambio en la gente en ir hacia carreras que les generen fuentes laborales más rápidas a sus hijos. El acceso a la Universidad, en particular en el interior, es un cambio cualitativo y de sectores sociales que antes no alcanzaban a la misma. Esos son los rasgos positivos más sobresalientes.
Dentro de los negativos están aspectos que hacen a la calidad educativa, fundamentalmente en resultados en las zonas socio-económicamente más vulnerables donde se necesita una acción más reforzada del Estado. Creo que no solo desde la educación, sino también desde otras políticas públicas, debemos articular mejores esfuerzos porque es donde la tendencia a repetir las vulnerabilidades y sus efectos, genera exclusión y la herramienta más poderosa para el ascenso social es la educación.
–Volviendo a la Rendición de Cuentas, todo indica que habría consenso para su aprobación, ¿cómo ve el escenario?
-Creo que vamos a tener 50 votos o más para que tener Rendición de Cuentas pero una cosa es la votación en general y otra cosa en particular; vamos a ver qué pasa en la votación particular de los artículos que a la larga hacen al contenido de la Rendición. Ahí se abre un campo importante de negociación y de trabajo que no puedo adelantar porque no lo sé.
-El gobierno decidió presentar el proyecto de Rendición a nivel interno dentro del Frente Amplio antes de llevarlo al Parlamento, ¿esto tiene que ver con una intención de calmar las aguas en la interna del FA?
-Creo que obedece a mejorar el relacionamiento entre la fuerza política y el gobierno que en el caso del Frente no ha sido siempre fácil, es un dato de la realidad.
-¿Cómo ve la interna del Frente Amplio? Hace poco tiempo, a través de los medios, Astori culpó a Mujica por el déficit durante su gobierno, ¿cómo analiza esos roces entre los sectores?
-En realidad el Frente Amplio tiene dos grandes motores que son el Espacio 609 y el Frente Líber Seregni (FLS) y nosotros tenemos claras diferencia en algunos aspectos que no las ocultamos pero también tenemos claras responsabilidades para hacer que el gobierno funcione y en ese sentido asumimos que hay algunas cuestiones que se han planteado en la interna del gobierno en su momento que teníamos después la crítica de por qué no lo habíamos dicho públicamente y después si lo decíamos públicamente se nos criticaba por no haberlo hablado en la interna.
La regulación de hasta cuánto vas en el señalamiento público de las diferencias y cuánto se discute en la interna es el debate mismo de la actividad política, entonces lo más importante para nosotros es la unidad de acción y en eso vamos a trabajar.
-En la pasada edición de Crónicas, Mónica Xavier aseguró que consideraba que el vicepresidente Sendic debía dar explicaciones a la ciudadanía sobre las polémicas que ha atravesado y comparecer ante el Tribunal de Justicia Política, ¿coincide con esta visión?
-La segunda de hecho va a suceder pero en cuanto a la primera me parece que cuando hay una denuncia formal y demás que se sustancie en los ámbitos políticos e institucionales es lo correcto. Después me parece que ha habido una sobredimensión de algunos aspectos por el acumulado que se ha dado en esta historia última de Raúl pero creo que no es bueno contribuir, incluso desde el punto de vista institucional, a toda esta suerte de andanada que se ha dado en los últimos meses. Todo el circo que se hace entorno a eso que en algunos casos ha estado claramente rozando aspectos personales me parece un abuso que no es bueno para nadie. No me gusta como sociedad.
-Es claro que estos episodios han dañado la imagen pública del vicepresidente, lo reflejan las encuestas, pero ¿puede llegar a dañar al Frente Amplio de cara al proceso electoral?
-Toda cuestión que tenga que ver con una figura visible del Frente Amplio, le afecta. En qué medida sucede, vaya uno a saber, esa es toda una incógnita. Lo que me parece es que los que somos parte del sistema político tenemos que tener gestualidades públicas que ayuden a canalizar las cosas con sentido común. Se han hecho críticas que han ido más allá de los errores funcionales que puede haber cometido y eso habla muy mal de quienes llevan ese estilo de hacer política y nosotros debemos combatirlo.
–¿El FA debería haber cuidado más a Sendic?
-Muchas de estas cosas nos sorprendieron. Una cosa es tener diferencias sobre gestión y otras cosas son de orden personal. El Frente Amplio debe tener un equilibrio entre ambas cosas y saber separar una cosa y la otra.
–En cuanto a la ley de abuso de funciones, usted propuso modificarla y no derogarla, ¿cuáles son esos cambios que implementaría?
-Los penalistas serios aconsejan su derogación, lo que no significa un cheque en blanco porque eso no da garantías ni al administrador ni a la sociedad en su conjunto. Como parte del Frente Amplio tengo que hacer autocrítica sobre las posiciones que hemos tenido históricamente en la materia.
Yo creo ir en un camino de regulación con un texto que diga que el funcionario público que abusando de las funciones de su cargo realiza u omita un acto en violación de la ley con el fin de obtener un beneficio económico indebido para si mismo o para terceros en perjuicio de la administración será castigado con tres meses de prisión a tres años de penitenciaria.
-En la pasada edición de Crónicas, Mónica Xavier aseguró que consideraba que el vicepresidente Sendic debía dar explicaciones a la ciudadanía sobre las polémicas que ha atravesado y comparecer ante el Tribunal de Justicia Política, ¿coincide con esta visión?
-La segunda de hecho va a suceder pero en cuanto a la primera me parece que cuando hay una denuncia formal y demás que se sustancie en los ámbitos políticos e institucionales es lo correcto. Después me parece que ha habido una sobredimensión de algunos aspectos por el acumulado que se ha dado en esta historia última de Raúl pero creo que no es bueno contribuir, incluso desde el punto de vista institucional, a toda esta suerte de andanada que se ha dado en los últimos meses. Todo el circo que se hace entorno a eso que en algunos casos ha estado claramente rozando aspectos personales me parece un abuso que no es bueno para nadie. No me gusta como sociedad.
-Es claro que estos episodios han dañado la imagen pública del vicepresidente, lo reflejan las encuestas, pero ¿puede llegar a dañar al Frente Amplio de cara al proceso electoral?
-Toda cuestión que tenga que ver con una figura visible del Frente Amplio, le afecta. En qué medida sucede, vaya uno a saber, esa es toda una incógnita. Lo que me parece es que los que somos parte del sistema político tenemos que tener gestualidades públicas que ayuden a canalizar las cosas con sentido común. Se han hecho críticas que han ido más allá de los errores funcionales que puede haber cometido y eso habla muy mal de quienes llevan ese estilo de hacer política y nosotros debemos combatirlo.
–¿El FA debería haber cuidado más a Sendic?
-Muchas de estas cosas nos sorprendieron. Una cosa es tener diferencias sobre gestión y otras cosas son de orden personal. El Frente Amplio debe tener un equilibrio entre ambas cosas y saber separar una cosa y la otra.
–En cuanto a la ley de abuso de funciones, usted propuso modificarla y no derogarla, ¿cuáles son esos cambios que implementaría?
-Los penalistas serios aconsejan su derogación, lo que no significa un cheque en blanco porque eso no da garantías ni al administrador ni a la sociedad en su conjunto. Como parte del Frente Amplio tengo que hacer autocrítica sobre las posiciones que hemos tenido históricamente en la materia.
Yo creo ir en un camino de regulación con un texto que diga que el funcionario público que abusando de las funciones de su cargo realiza u omita un acto en violación de la ley con el fin de obtener un beneficio económico indebido para si mismo o para terceros en perjuicio de la administración será castigado con tres meses de prisión a tres años de penitenciaria.
Ese texto elaborado por el diputado Daoiz Uriarte tuvo un consenso amplio y fue apoyado por la bancada de diputados, focaliza en el punto más importante que es el tema económico. Eso se puede conversar adentro del FA primero y luego con los demás partidos par darle racionalidad al tema, porque todos sabemos la manija que existe en torno a esto.
–¿Cómo ve estas suspicacias que se generan en el actual contexto político?
-Este es un campo muy propicio para la demagogia y para la manija en redes sociales porque la materia así lo permite ya que siempre hubo gente que administró, gente que administra y gente que va a administrar. A pesar de las suspicacias, hay que saber mirar más allá, elevar la mira y es la responsabilidad de los gobernantes.
-Pero hubo un cambio de visión con respecto a los periodos en que otros administraban.
-Por eso tenemos autocrítica, nos paramos mucho en los pedales sobre estos asuntos pero hay un momento en que hay que tomar decisiones pero si uno se para sobre los objetivos reales, la gente lo interpreta sanamente.
-Hay un clima electoral constante, fundamentalmente en la oposición que ya ha propuesto varios candidatos, ¿cómo ve el panorama electoral desde el punto de vista del Frente Amplio?
-El Frente Amplio tiene todas las condiciones para volver a ganar las elecciones en 2019. Para eso hay que seguir concentrándose en la gestión de gobierno y no entrar en el clima electoral anticipado. Una cosa es preparar la fuerza política para una contienda electoral, para mejorar el trabajo en territorio que es lo que tenemos que hacer y otra cosa es andar tirando candidatos a troche y moche; eso es lo que no puede hacer el FA.
-En este sentido, algunos candidatos se han venido barajando como Mario Bergara o Daniel Martínez; ¿qué pasa dentro del FLS?
-Nosotros ni nos reunimos ni definimos nada en esta materia, puede haber comentarios personales pero no nos queremos anticipar. Cualquiera que levante la cabeza hoy es para que se la corten. El FA no tiene la necesidad de estar perfilando candidatos. No vamos a tomar definiciones hasta el año que viene.
–¿Cómo ve estas suspicacias que se generan en el actual contexto político?
-Este es un campo muy propicio para la demagogia y para la manija en redes sociales porque la materia así lo permite ya que siempre hubo gente que administró, gente que administra y gente que va a administrar. A pesar de las suspicacias, hay que saber mirar más allá, elevar la mira y es la responsabilidad de los gobernantes.
-Pero hubo un cambio de visión con respecto a los periodos en que otros administraban.
-Por eso tenemos autocrítica, nos paramos mucho en los pedales sobre estos asuntos pero hay un momento en que hay que tomar decisiones pero si uno se para sobre los objetivos reales, la gente lo interpreta sanamente.
-Hay un clima electoral constante, fundamentalmente en la oposición que ya ha propuesto varios candidatos, ¿cómo ve el panorama electoral desde el punto de vista del Frente Amplio?
-El Frente Amplio tiene todas las condiciones para volver a ganar las elecciones en 2019. Para eso hay que seguir concentrándose en la gestión de gobierno y no entrar en el clima electoral anticipado. Una cosa es preparar la fuerza política para una contienda electoral, para mejorar el trabajo en territorio que es lo que tenemos que hacer y otra cosa es andar tirando candidatos a troche y moche; eso es lo que no puede hacer el FA.
-En este sentido, algunos candidatos se han venido barajando como Mario Bergara o Daniel Martínez; ¿qué pasa dentro del FLS?
-Nosotros ni nos reunimos ni definimos nada en esta materia, puede haber comentarios personales pero no nos queremos anticipar. Cualquiera que levante la cabeza hoy es para que se la corten. El FA no tiene la necesidad de estar perfilando candidatos. No vamos a tomar definiciones hasta el año que viene.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
Fuente: Semanario Crónicas
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