Una madre que se encontraba en ese momento en la piscina se ha enfrentado verbalmente a los musulmanes. “Sí, las alemanas somos todas unas ‘putas’ y habría que exterminarnos a todas”, les ha gritado en tono irónico. Otros testigos han manifestado su miedo frente al asalto y han añadido que se referían a ellos como ‘infieles’.
Los empleados de la piscina han echado al grupo después de recibir las quejas de los clientes. Aunque al principio se han opuesto, los seis adolescentes han abandonado la piscina para dirigirse a una instalación de esquí acuático, donde han seguido amenazando y molestando a los usuarios.
El mes pasado, se filtró un documento de la policía de Dusseldorf que avisa de la creciente preocupación en el cuerpo policial por los últimos delitos sexuales cometidos por refugiados en baños públicos del país.
La Asociación Profesional de Natación de Alemania quiere reducir estos delitos y ofrecerá a los inmigrantes formarse como socorristas. “Sería una medida de inserción y que traería beneficios para todos”, dicen desde la asociación. “Nos faltan socorristas preparados”, ha dicho Peter Haiyang, el presidente de la asociación. Haiyang ha añadido que sería negligente no usar estos recursos.
En Alemania, las denuncias por violaciones en baños públicos han crecido de manera alarmante en los últimos meses. En varias piscinas alemanas, incluidas las de Múnich, se están poniendo carteles que animan a enseñar a los inmigrantes a respetar a las mujeres y los niños.
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