El eje central del análisis político se concentra en la oposición y su estrategia de cara a las próximas elecciones de 2019. Dentro de la lista de "sectores conservadores" se incluyen a todos los partidos "de la derecha", "a los más importantes medios de difusión de masas", y a empresarios que "empiezan a cuestionar las principales señas de identidad del proceso frenteamplista, aunque se sacara al país de la crisis y se concretara el crecimiento más sostenido de los últimos 60 años".
Afirman que este fenómeno se comenzó a gestar antes de mediados del año pasado -en plena eclosión de la crisis política en Brasil y luego de las elecciones en Argentina- pero adquirió fuerza cuando aumentó la inflación y el desempleo. Enseguida aclaran que estos dos indicadores ya bajaron y que esa visión negativa sobre la situación "tiende a caer".
"Sobre la base de la distorsión de la realidad se miente sobre la ética de los referentes de izquierda", denuncian, además, que "se cuestionan las capacidades y resultados de la gestión, y los logros se los adjudican al viento de cola, sin tener en cuenta que en 2008 empezó la crisis más profunda de los países capitalistas".
Para el grupo mayoritario del Frente Amplio, "la nueva derecha" procura de manera sutil "apropiarse de los temas sociales" generando un discurso "pragmático". Sostienen que el "cerno" de ese bloque es la derecha, pero tiende a ampliarse hacia el centro e incluso "captar a los distraídos de una izquierda que, hace varios años, creció hacia el centro".
"Quieren convencer de que se terminaron las posibilidades del Frente, que es el causante de todos los males, y hay que cambiar de gobierno si se quiere seguir creciendo", señala el documento. Como ejemplo citan expresiones del tipo de: "la seguridad es un desastre", "la educación es pésima", o "el déficit fiscal fue por acomodos innumerables".
Cuando analiza a la oposición, se señala que en el Partido Nacional "hay un frenético proceso de realineamientos". En tanto, afirman que el Partido Colorado "no logra levantar cabeza, y el caso Sanabria parece hundirlo todavía más". Sobre la Concertación opinan que "está trabada y Novick busca su lugar".
Afirma que estos partidos "centralizan sus posiciones en base a tener plata para las campañas" y "en la confrontación interna por los cargos (...) Su objetivo sigue siendo disminuir las posibilidades de gobernar del Frente y pelear por el lugar que va a ocupar cada caudillo", aseguran.
El MPP propone la realización de modificaciones en la estructura de la coalición para "remover una serie de estructuras fosilizadas que responden a otro tiempo". Esto implica contemplar las nuevas formas de comunicación, es decir las redes sociales.
Y llaman a "sacar conclusiones" de los aciertos de los gobiernos del Frente y reflexionar sobre la amenaza que representa el hecho de que "un importante porcentaje" del electorado que votará en 2019 "solo conoce a los gobiernos del FA".
El Movimiento de Participación Popular (MPP) se define como "una expresión política de los que viven de su trabajo" que conforman una organización "para luchar contra los privilegios".
"No tenemos banqueros, ni latifundistas, ni oligarcas, ni corruptos en nuestras filas. No vivimos en mansiones de lujo ni andamos en autos de alta gama. Practicamos la política sin fines de lucro", asegura el documento base del décimo Congreso del MPP.
Allí señalan que no están en política para "asegurarse la vida", el porvenir o el salario. "Estamos en política por una vocación de servir a la gente. Nuestro afán de vida no puede ser vivir como vive la minoría privilegiada. Hay que tenerlo claro a esto porque es la principal fuente que nos acarrea a la corrupción", enfatizan. Por lo que concluyen que "el mejor mensaje" a dar a la población es "la propia forma de vida" de los dirigentes del MPP.
El sector aclara que no entiende la política como una profesión. "Eso no quiere decir que en política no haya intereses pero no son intereses de plata. Cuando en la política aparecen los intereses de plata es porque ahí estamos en el camino de la corrupción", afirma.
El MPP reivindica la necesidad de "luchar permanentemente" contra todo tipo de corrupción, ya sea grande o chica. "La corrupción no tiene ninguna justificación, sobre todo en las empresas y entes del Estado", subraya el sector.
Por otro lado, reconocen casos de corrupción en los gobiernos de América Latina, a excepción de Uruguay. En ese marco, entienden que la "transparencia" debe ser "patrimonio" de la izquierda.
El documento propone ejes temáticos a discutir:
El "jaque fiscal" y las cuentas públicas. Según afirman, la caída del precio de una media docena de los productos exportables "nos puso en jaque fiscal", lo que demostró "la fragilidad estructural". Admiten que fue dificultoso sostener el equilibrio de las cuentas públicas y enfrentar el riesgo de la inflación manteniendo las políticas sociales.
Más intervención en la economía. "El Estado tiene que intervenir más en la economía como orientador de las inversiones necesarias para permitir una mejor distribución del ingreso", afirma. Esto implica "no solo defender las empresas públicas, sino potenciar su desarrollo, mejorando su gestión". Como iniciativa plantean una coordinación regional de las empresas estatales.
Piden "topear" los cargos políticos. Los cargos políticos de confianza y electivos deberían realizar una rendición de cuentas sobre sus estados patrimoniales y estar topeados "en un monto cercano a la canasta básica", se señala. También se quiere prohibir o restringir al mínimo posible el financiamiento privado de las campañas electorales y regular las campañas publicitarias en los medios.
Sistema judicial actúa como un "superpoder". Denuncian que a nivel regional, el sistema judicial "interviene descaradamente en la política convirtiéndose en un superpoder conservador". Además niegan que el progresismo esté llegando a un "fin de ciclo" como se sostiene por parte de la oposición. Por lo que entienden, esa "es una expresión simplista e interesada para desmovilizar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario