Entraron en vigencia este 1º de enero de 2017 aumentos en las franjas superiores del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS), con lo que se apunta a elevar la recaudación, bajar algunos gastos y disminuir el déficit fiscal en un punto del PBI, de manera que pase del actual 3,5 % a 2,5 %. El planteo del gobierno sería: gastemos tranquilamente más de los que nos ingresa, que en algún momento la población lo pagará con incremento de impuestos y tarifas.
También comenzaron a regir los ajustes de las tarifas públicas, con un incremento promedio del 8%.
Los nuevos criterios de aportes por IRPF rigen para los salarios superiores a $ 50.100. La franja que va de esa cifra a $ 167.000 se divide en dos. Esas dos nuevas franjas, que antes pagaban una tasa unificada de 20%, pasan a pagar 24% hasta $ 100.200 y 25% desde esa última cifra hasta $ 167.000). La franja que supera $ 167.000 hasta $ 250.500 pagará 27%. Para el tramo de ingresos entre $ 250.501 y $ 384.100 hay un aumento de seis puntos: de 25% a 31%. En tanto, la franja superior a $ 384.101 pagará 36%, cuando antes pagaba 30%. En todos los casos mencionados las deducciones pasan a ser calculadas a una tasa fija de 8%.
Para el impuesto a las jubilaciones se mantiene igual la tributación para las pasividades de entre $ 26.721 y $ 50.100. Los cambios se concentran en la franja que va entre $ 50.101 y $ 167.000, cuyo aporte se incrementa de 20% a 24%. Los ingresos que superan los $ 167.001 por mes aportarán 30% de IASS, cuando antes estaban gravados con el 25%.
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