Cuando a poco de empezar la gestión, la intendencia de Montevideo lanzó el encuentro de Ciudades Inteligentes, la idea principal pasaba por crear un territorio digital sobre el territorio físico, a través de las innovaciones en tecnología. Esa idea comenzará a plasmarse a partir de 2017 cuando 80 % de las luminarias de la ciudad pasarán a ser inteligentes y dejarán abierta la puerta para el uso del internet de las cosas, ya sea para el control de los estacionamientos o para ver si un contenedor está lleno.
Consultado por el diario El Observador el coordinador de gabinete de la IM, Dr. Ramón Méndez, explicó que el proyecto de recambio de alumbrado implica al menos tres cosas: colocar a Montevideo a la vanguardia, con un parque luminario con tecnología led; que el recambio se haga sin costo para la comuna, ya que se paga con el ahorro en electricidad; y contar con una "red de telecomunicaciones inalámbrica que permite una transformación interesante hacia la ciudad inteligente".
"Esto es mucho más que simplemente un recambio de la red lumínica", destacó Méndez.
Las 70 mil luminarias se instalarán en la totalidad de las calles secundarias de la ciudad.
Es decir que todos los barrios volverán a la luz blanca, de la misma calidad del nuevo alumbrado de 18 de Julio. Quedarán por fuera algunas avenidas principales.
Méndez explicó que ese tipo de luz, además de tener la ventaja de dar mayor sensación de seguridad, permite un ahorro significativo. "Estamos hablando de una reducción de al menos a la mitad de los costos", dijo.
En eso se basa el modelo de negocio: la empresa que gane la licitación para instalar las luminarias, recibirá el reembolso de su inversión dependiendo de los ahorros en la cuenta de luz.
El ahorro en el gasto no es solo por la baja en el consumo de electricidad sino también porque la vida útil es superior a la del mecanismo actual, y pueden llegar a durar más de 20 años sin necesidad de recambio. Así, los gastos en mantenimiento se reducen entre 30 % y 50 %.
La licitación para este recambio ya fue aprobada por la Junta Departamental y se recibirán propuestas hasta el 7 de marzo. Se espera entonces que entre 2017 y 2018 la instalación quede terminada.
Mucho más que luces
Las nuevas luminarias estarán interconectadas y se controlarán a distancia. Así, se podrá saber en tiempo real si un foco dejó de funcionar o determinar la intensidad de la luz en diferentes momentos del día.
El asesor del intendente Daniel Martínez explicó que está previsto que en cada uno de los picos de luz se puedan instalar sensores o tecnología que dé información y se transmita por la red a una central.
Por ejemplo, es posible colocar sensores de sonido, de calidad del aire, o asociados a los contenedores de basura.
Así desde esa red lumínica se podría saber cuándo está demasiado cargado. Además, brinda la posibilidad de instalar cámaras para ver los lugares de estacionamiento disponibles. Si bien la comuna no tiene definido si se incorporará ese tipo de funciones, se trata de una "puerta abierta al futuro", dijo Méndez.
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