El ahora ex entrenador de la Escuelita de Sayago relató que “el viernes me encontré en la concentración con un problemita que me sorprendió realmente, aunque ya algunas cosas había escuchado del final del torneo el año pasado, cosas que llevaron a varios jugadores a irse del club.
Vino un socio antes de la cena a la concentración y se presentó diciéndome que el partido contra Fénix era muy importante para la hinchada y que la barra iba a estar. Fue una conversación bastante agradable al principio”.
“Me tiró un mensaje de esos que arrojan los cobardes a modo de aviso y que tal jugador tenía que jugar de titular porque es un pura sangre. Y que sabían por qué yo no lo estaba poniendo pero tenía que jugar de todas maneras. La conversación cambió de tono porque le dije que el equipo lo armo yo.
“Me tiró un mensaje de esos que arrojan los cobardes a modo de aviso y que tal jugador tenía que jugar de titular porque es un pura sangre. Y que sabían por qué yo no lo estaba poniendo pero tenía que jugar de todas maneras. La conversación cambió de tono porque le dije que el equipo lo armo yo.
El día del partido con Fénix me imaginé ya su vez preveía lo que podía venirse”, explicó.
Comesaña continuó contando cómo se dio la situación y agregó que “como estaba el clima en Racing, si seguía tenía que ir armado a Sayago el sábado y no estoy para eso, porque yo soy director técnico”.
“Salimos totalmente desprotegidos de seguridad y policía por un lugar donde cualquiera pudo habernos hecho cualquier daño. Cuando llegué a mi casa me pregunté ‘¿dónde estoy metido? Estoy regalado, si pasa algo estoy liquidado’. Después de haber vivido tantas cosas como las que viví en Colombia, ¿voy a venir a mi país, a Uruguay, a pasar por estas situaciones? Entonces empecé a pensar en una decisión que fuera útil para mi integridad también”, contó el entrenador.
Por otra parte, Comesaña reconoció que el jugador en cuestión es Líber Quiñones y a su vez expresó que “conversé con él cuando llegué a Racing por varias razones porque siempre trato de recuperar a un jugador y no de perderlo. Me parece un estupendo delantero y sé que el equipo también lo necesita pero no para 10 minutos sino para jugar los 90”.
Por último, el experimentado entrenador dijo que “todo el mundo aprieta y quiere meterse. Todo el mundo se queja del fútbol porque es un problema pero a su vez todos quieren estar ahí adentro. Hay presiones que ya vimos todos en el fútbol argentino y así fue también como en Colombia empezaron muchísimas cosas y terminaron legalizando grupos que defendían a los ganaderos para defenderse de los bandidos y después terminaron convirtiéndose en paramilitares”
.
“Salimos totalmente desprotegidos de seguridad y policía por un lugar donde cualquiera pudo habernos hecho cualquier daño. Cuando llegué a mi casa me pregunté ‘¿dónde estoy metido? Estoy regalado, si pasa algo estoy liquidado’. Después de haber vivido tantas cosas como las que viví en Colombia, ¿voy a venir a mi país, a Uruguay, a pasar por estas situaciones? Entonces empecé a pensar en una decisión que fuera útil para mi integridad también”, contó el entrenador.
Por otra parte, Comesaña reconoció que el jugador en cuestión es Líber Quiñones y a su vez expresó que “conversé con él cuando llegué a Racing por varias razones porque siempre trato de recuperar a un jugador y no de perderlo. Me parece un estupendo delantero y sé que el equipo también lo necesita pero no para 10 minutos sino para jugar los 90”.
Por último, el experimentado entrenador dijo que “todo el mundo aprieta y quiere meterse. Todo el mundo se queja del fútbol porque es un problema pero a su vez todos quieren estar ahí adentro. Hay presiones que ya vimos todos en el fútbol argentino y así fue también como en Colombia empezaron muchísimas cosas y terminaron legalizando grupos que defendían a los ganaderos para defenderse de los bandidos y después terminaron convirtiéndose en paramilitares”
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario