Las autoridades de gobierno marcan que la economía uruguaya siguió creciendo en 2015, si bien lo hizo de forma más moderada. Los analistas privados dicen que, al desmenuzar los datos, se ve que la actividad fue moderándose hasta virtualmente estancarse en los últimos meses. Ese contrapunto técnico y lingüístico quedó planteado tras divulgarse las estadísticas de Cuentas Nacionales que revelaron que el año pasado el Producto Bruto Interno (PBI) registró la menor expansión desde la salida de la última crisis vivida por el país, que se mantuvo el gasto de consumo y que cayó la inversión, a la vez que hubo una retracción del comercio exterior de bienes y servicios.
Los nuevos datos fueron difundidos por el Banco Central en los mismos días en que se conocieron otros indicadores: las exportaciones de mercaderías cayeron 15,2% en marzo frente a un año atrás (y las importaciones 31,5%); el déficit fiscal anual a febrero bajó ligeramente a 3,7% del PBI; se mantuvo el monto de la deuda pública descontados los activos de reserva (neta) en torno a U$S 12.500 millones; se estancó la reducción de la pobreza; y aumentó la inflación en períodos de 12 meses. El gobierno está lidiando con varios problemas macroeconómicos, algunos interrelacionados.
El “privilegio” de crecer.
La actividad económica creció 1% medida en volumen físico (real) en todo el año pasado, respecto a 2014. Ese promedio anual surge de una evolución errática por trimestres: el PBI creció 4,2% en enero-marzo, bajó 0,5% en abril-junio, repuntó en igual magnitud en julio-setiembre y tuvo una mínima baja de 0,1% en octubre-diciembre, último dato informado.
El crecimiento del PBI en todo el año —que mide el valor agregado generado en el país en la producción de bienes y servicios— fue el menor desde 2003 (0,8% real), cuando Uruguay comenzaba a salir de la última crisis económica que atravesó. El gobierno había estimado originalmente que la expansión sería de 2,5% —y en base a eso confeccionó el plan presupuestal del sector público—, pero con el paso de los meses sus autoridades empezaron a hablar de cifras cercanas a 2%.
El PBI en 2015 alcanzó a U$S 53.595 millones, lo que en implica que el Producto por habitante fue de U$S 15.429 anuales, calculó Búsqueda. Ambos valores son menores a los del año anterior, lo que se explica porque la cotización del dólar aumentó más rápidamente que el nivel de actividad.
Desde el Poder Ejecutivo se refirieron con medido optimismo al aumento real del PBI registrado el año pasado.
“Uruguay tiene el privilegio de crecer al 1%, pero en el contexto general es un crecimiento positivo”, dijo el presidente Tabaré Vázquez en una rueda de prensa en Salto, donde se efectuó el lunes 4 otro Consejo de Ministros abierto.
Brasil y Venezuela están en recesión, mientras que la economía de Argentina se encuentra estancada. Chile desaceleró su ritmo de crecimiento, como Perú y Paraguay.
El ministro de Economía, Danilo Astori, dijo ayer miércoles 6 en una rueda de prensa, tras una reunión del Comité de Coordinación Macroeconómica, que la economía “no está estancada”.
“La noticia es que Uruguay continúa creciendo. Por decimotercer año consecutivo la economía uruguaya ha crecido. Y cuando ponemos esto en perspectiva y vemos que la economía de Latinoamérica ha decrecido, y la región presenta complejidades importantes, (…) que Uruguay continúe creciendo es un muy buen dato”, aseguró por su parte el viernes 1º el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, en una conferencia de prensa luego de firmar un tratado con Chile para evitar la doble tributación.
Estancamiento.
Las estadísticas muestran que la economía uruguaya se expandió en los últimos 13 años a un promedio de 4,7% anual, con los registros más bajos en 2003 (0,8%) y 2015 (1%). El resto de los años el incremento real del PBI nunca fue menor a 3%.
“En contextos de desaceleración, en contextos de menor nivel de crecimiento, no es momento de amilanarse ni de llorar sobre la leche derramada. Es momento de remangarse y trabajar cada vez más. Eso tiene que ver con reafirmar el rumbo estratégico”, agregó Ferreri.
De todas formas, admitió que, a la luz del menor crecimiento del PBI registrado el año pasado, la estimación para 2016 (2,5%) será rebajada.
Entre los analistas económicos privados la palabra más repetida fue “estancamiento”.
La consultora Delloite, por ejemplo, habló en un informe de un “virtual estancamiento” del PBI al cierre de 2015.
Señaló que “en tanto no medie una sensible mejora del escenario externo (hoy no prevista), la economía uruguaya no mostrará una reactivación relevante y sostenible hasta que no se procese una significativa corrección de los desequilibrios macroeconómicos, que permita una significativa mejora de la competitividad externa y propicie una recomposición del clima de expectativas”. Para 2016 prevé un crecimiento promedio de “apenas 0,3%”.
La economía “deja atrás un período de crecimiento excepcional” y el “proceso de desacople regional de los últimos años se estaría diluyendo”, aseguró CPA/Ferrere. La consultora adelantó que corregirá su estimación para 2016, que hasta ahora es de un aumento de 0,4%.
Javier de Haedo, un analista que años atrás estuvo vinculado a la actividad política con el Partido Nacional, también opinó que la economía se estancó.
Factores.
La desaceleración del crecimiento del PBI en 2015 se combinó con un estancamiento o caída de otros factores de oferta y demanda, surge de los datos de Cuentas Nacionales.
El poder adquisitivo de los salarios y otros ingresos aumentó menos, mientras el mercado laboral perdió dinamismo. En consecuencia, los uruguayos fueron más cautos con sus gastos. Su estado de ánimo pasó de un “moderado optimismo” a un “moderado pesimismo” en el transcurso de 2015, según el índice de confianza del consumidor que elaboran la Universidad Católica, Sura y Equipos Consultores.
Luego de años en que se expandió generalmente por encima de lo que lo hizo el PBI, en 2015 el consumo del sector privado tuvo trimestres de alzas y bajas, pero se mantuvo (variación nula) en promedio comparado con 2014. Por el impulso que le dio el gobierno (2,6%), el gasto de consumo final se incrementó 0,3% el año pasado y ascendió a unos U$S 43.080 millones (80,5% del PBI).
La inversión en capital fijo fue uno de los componentes de la demanda que mostró el peor desempeño: cayó 8,2%, lo que se explicó por una baja de 12,5% de la incorporación de capital en el sector público y de 7% en el caso del sector privado. La formación bruta de capital fijo total ascendió a U$S 10.674 millones, lo que implica que la tasa de inversión (respecto al PBI) es de 19,9%; dicho ratio es menor al de los últimos tres años, cuando había superado el 21%.
Al mismo tiempo que se frenó el consumo y que cayó la inversión, el ahorro bruto de la economía creció 1,7% y alcanzó a U$S 8.451 millones. La tasa de ahorro (respecto al ingreso disponible bruto) fue de 16,4%.
Sectores.
Desde el punto de vista de la oferta, la desaceleración se explicó por la baja de la actividad en varios sectores con peso relativamente alto en el Producto y otros que si bien crecieron, lo hicieron menos que en años previos.
Solo para la agropecuaria fue mejor que el año anterior. Si bien eso también se dio en la industria manufacturera, en parte se debió a que la fábrica de pasta de celulosa Montes del Plata estuvo en actividad todo 2015, cuando solamente había operado en el tramo final de 2014.
Las cifras del sector industrial dan cuenta de un desempeño que va desmejorando en el comienzo de 2016.
La generación de electricidad y la provisión de gas y agua, fueron las actividades con mayor caída en el nivel de actividad (8,1%).
La construcción y el comercio se contrajeron (5,4% y 2,5%, respectivamente). Esos sectores se encuentran técnicamente en recesión, con un año completo y tres trimestres consecutivos en retroceso en cada caso.
Mientras, el volumen físico generado por una variedad de actividades incluidas en el rubro “otras actividades” creció 1,7%, un ritmo menor al de los últimos años.
Fuente: Semanario Búsqueda
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