En el marco de la XVII Asamblea Anual de Antiguos Alumnos del IEEM (Inst. de Estudios Empresariales de Montevideo), se presentaron los resultados de la investigación realizada por el Centro de Economía, Sociedad y Empresa sobre el avance de la tecnología en el mundo del trabajo.
"La velocidad con que este fenómeno se viene dando en la última década trastoca el mundo de los negocios, sectores enteros y hasta economías y regiones", comentó en el inicio de la conferencia el decano del IEEM, Pablo Regent.
Aplicando la misma metodología desarrollada en el trabajo de los investigadores Frey y Osborne de la Universidad de Oxford, el IEEM realizó un estudio de la probabilidad de extinción de los puestos de trabajo actuales en Uruguay.
Según los datos presentados, el 54 % de las posiciones de trabajo actuales ocupadas en Uruguay corren un alto riesgo de automatización en los próximos 10 a 20 años. Con datos de la encuesta continua de hogares del Instituto Nacional de Estadística, se investigó el perfil de las personas que más riesgos tienen de perder sus trabajos.
Desglosando por sexo, las mujeres están empleadas en trabajos con menor probabilidad de robotización que los hombres. Mientras el riesgo de robotización es de 46 % en las mujeres, asciende a 62% para los hombres.
El director de la investigación, Ignacio Munyo no quiso marcar un panorama tan desalentador y explicó que es bueno tener presente qué cualidades son más difíciles o imposibles de automatizar. "A pesar de los enormes avances en la materia, todavía los robots están lejos de los humanos en percepción y manipulación", comentó.
Otros "cuellos de botella" mencionados en la investigación son la capacidad creativa, la originalidad para desarrollar ideas o la manera de resolver problemas de forma creativa, todas cualidades difíciles de robotizar.
La educación afecta el riesgo de robotización. Aquellos que hoy tienen un nivel educativo más elevado están ocupados en empleos con menor riesgo de quedar obsoletos. El riesgo es de 59 % para aquellos que tienen primaria completa; 49 % para los que quedaron en secundaria; 44 % para aquellos con educación técnica; 27 % para lso que terminaron la universidad y 18 % para los que tienen un título de posgrado.
La investigación arrojó datos sobre los sectores afines a la robotización. El sector servicios tiene menos riesgo (38 %) que los que trabajan en el comercio (69 %). Por otra parte, la industria manufacturera (75 %) o el sectro agropecuario (78 %) son los que probablemente terminen siendo ejecutados por un robot en los próximos 20 años.
Coordinación de esfuerzos
Para
el decano del IEEM, "el deber principal para Uruguay es colocarse entre
los ganadores de este nuevo orden laboral mundial". Para ello, indicó,
es prioridad actuar a nivel de gobierno, Parlamento, adaptar las normas
laborales y tributarias a los nuevos desafíos y centrarse en la
formación de habilidades blandas a nivel educativo, que no podrán ser
reemplazadas por la tecnología, o ésto resultará más difícil.
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