la Intendencia de Montevideo autorizó desde el punto de vista urbanístico la construcción del sexto shopping center de la ciudad y de 3 torres de viviendas en el predio con frente a Avenida Italia que se encuentra entre Mariscala y Santana. Se trata de una vieja iniciativa del Grupo Lecueder, con proyecto arquitectónico del Estudio Gómez Platero, que si bien ha tenido algunos cambios en los últimos años, se mantiene en su concepción original.
El empresario Carlos Lecueder anunció la construcción de este centro comercial en diciembre de 2012, el cual se proyectaba que estuviera terminado hacia fines de 2015 o comienzos de 2016. Finalmente, todo parece indicar que esa gran mancha de pasto, muchas veces ocupada por los circos que han visitado nuestro país, cambiará el perfil del barrio.
Lecueder dijo ayer a El País que todavía falta la aprobación de los planos definitivos, lo cual estima pueda demorar un mes. También deberán ser aprobados los estudios de impacto.
El proyecto original era el de un "shopping outlet", como existen en varias ciudades del mundo con presencia de importantes marcas que comercializan por esa vía productos discontinuados o saldos de temporada. Pero si bien la idea se mantiene, puede tener cambios. "El tema comercial está en revisión, va a haber locales de outlet pero también puede haber algo diferente", comentó.
Lecueder estimó que la inversión en el centro comercial será de unos US$ 30 millones y de las tres torres de viviendas de un monto similar. En una etapa posterior, se definirán los detalles de la cuarta torre.
Según el proyecto original, el centro comercial tendrá más de 9.000 metros cuadrados comerciales en 3 niveles con 50 o 60 comercios, lo cual podría considerarse "poco" para un shop-ping de esas dimensiones. Como ejemplo, solamente el traslado del Disco en el Punta Carretas Shopping dejará espacio para 28 nuevos locales. El motivo, es que el proyecto de Avenida Italia incorpora locales más grandes que los de un centro comercial normal, siguiendo una tendencia que está en desarrollo en varios países.
Además de las tres torres para vivienda social, que fueron exigidas por la Intendencia como condición para otorgar los permisos, se construirá un cuarto edificio, más pequeño, encima del complejo comercial, que todavía no tiene un fin definido. Lecueder dijo que podrá destinarse a hotel, oficinas o también a viviendas.
Cambios.
Según la resolución aprobada ayer por el intendente Daniel Martínez, en uno de los dos padrones que serán intervenidos se harán las tres torres, las cuales cambiaron con respecto al primer proyecto. No respetan exactamente su morfología original y dos de ellas se ubican levemente giradas con respecto a Avenida Italia, para "maximizar las condiciones de asoleamiento y acondicionamiento térmico".
A su vez, las torres se encuentran sobre un basamento que se ubicará en un lugar distinto al pensado originalmente, lo cual la Intendencia valoró como positivo porque "genera un espacio verde que puede tamizar las posibles interferencias que pueden ocasionarse entre el uso residencial de las viviendas existentes y el uso comercial propuesto".
Este corrimiento y giro de los volúmenes generaron modificaciones entre los retiros frontales y entre edificaciones.
En el otro padrón, también se modificó la implantación y volumetría del centro comercial. La nueva construcción, recostada sobre el extremo del predio, genera una playa de estacionamiento sobre la continuación de la calle Colombes, que permite una mayor "permeabilidad visual" que la planteada originalmente entre Avenida Italia y Blixen. La intendencia entiende además que "la visibilidad se ve reforzada por la diferencia de nivel existente entre ambas calles", lo cual "colabora a generar una mayor integración" entre el norte y el sur de Avenida Italia.
Contrapartida.
Los propietarios deberán pagarle una fuerte suma a la Intendencia por superar los límites que establece la ley en cuanto a altura y ocupación del suelo. Como en otros casos, la comuna le cobrará al promotor privado una contrapartida equivalente al 10% de lo que ganará por la excepción otorgada.
El incremento del área, en función de las modificaciones previstas, se traduce en un aumento del valor total edificado de $ 733 millones (unos US$ 23 millones), según la Intendencia. Por tanto, el inversor deberá pagarle unos US$ 2,3 millones a la IMM.
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