Para adquirir marihuana en las farmacias, los
usuarios deberán primero registrarse en las oficinas del Correo y luego
recibir una habilitación por parte del Instituto de Regulación y Control
del Cannabis (IRCCA). Tras esto, tendrán que validar sus huellas
dactilares en un software, el cual será instalado en los comercios. Así,
cada vez que el comprador vaya a adquirir marihuana a una farmacia,
previamente se someterá a un estudio de sus huellas, el que permitirá
constatar si efectivamente está registrado.
El acuerdo firmado la semana pasada por la Cámara de
Farmacias y el IRCCA, advierte que los comercios interesados en
comercializar marihuana deberán adquirir el kit de desarrollo de
software (SDK), que ya fue diseñado por el propio Instituto, al tiempo
que tendrán que cumplir con una serie de medidas de seguridad.
"El sistema realizará la validación de las huellas y
desplegará en la pantalla la autorización", advierte el documento, al
tiempo que aclara que "no será necesario que el adquirente exhiba ningún
tipo de documentación".
En la computadora también aparecerá cuánta cantidad de
droga puede comprar. La ley establece que cada consumidor podrá adquirir
hasta 40 gramos de marihuana por mes, sin pasar los 10 gramos por
semana.
Seguridad.
El documento detalla una serie de medidas de
seguridad para las farmacias. Para empezar se advierte que "el producto
se deberá ubicar en un mueble con el tamaño adecuado para almacenar
hasta 2 kilogramos de cannabis". Los comercios recibirán a un proveedor
de la droga una vez cada 15 días.
El mueble que utilicen "no debe estar expuesto al
público y debe estar amurado a la pared". Permanecerá "cerrado con algún
dispositivo seguro de seguridad (sic) que impida la apertura de las
puertas".
Se aclara, además, que el espacio del mueble no podrá
ser compartido con otros productos, que el medio que se utilice para la
apertura de este debe estar en un lugar seguro y bajo el control de un
responsable, y que "si se detectara un incumplimiento en las medidas de
seguridad exigidas para el almacenamiento del cannabis, se aplicarán las
sanciones que correspondan". Sin embargo, no se aclara cuáles serán
estas sanciones.
Advertencias.
También se insta a las farmacias a "comprometerse a
no adulterar o modificar el contenido de ningún paquete y jamás
fraccionar el contenido". Cada vez que un comercio reciba un paquete por
parte del proveedor, deberá leer el código de barras que este contenga.
El mismo procedimiento tendrá que llevar a cabo cada vez que venda la
droga a un usuario. De esta manera el IRCCA podrá monitorear el volumen
de marihuana que tenga cada farmacia.
En este sentido, se advierte que "cualquier
transacción que no se encuentre registrada en el sistema de registro del
cannabis provisto por el IRCCA dará lugar a sanciones".
El Director Técnico de cada farmacia será el
encargado de realizar un balance mensual de los movimientos de cannabis
que se dispensan. Este balance permanecerá en las farmacias, pero estará
a disposición del IRCCA en caso de que el organismo lo requiera.
Costos.
El documento establece que las farmacias adquirirán
el cannabis a un precio de US$ 0,90 por gramo. Al momento de la primera
transacción —la idea del gobierno es que la droga empiece a
comercializarse pasada la mitad de año— se considerará el tipo de cambio
vigente, y luego este "se ajustará semestralmente de acuerdo a la
paramétrica que sigue: "Salarios: 35%; Dólar: 35%; IPC 30%". La venta de
cannabis psicoactivo no está gravada con IVA.
En el escrito también se señala que a los US$ 0,90,
el comercio le deberá adicionar un 30%, desde donde se descontará una
parte para la administración del servicio informático y se sacará la
ganancia de la farmacia. Se aclara que "el IRCCA podrá eventualmente
cargar costos adicionales fijos al precio final que quedarán fuera del
cómputo adicional del 30%; en tal caso la farmacia deberá recaudar
dichos montos y entregarlos al IRCCA a través de una transacción
bancaria, indicando el monto y el concepto".
Las farmacias, por otro lado, estarán obligadas a
difundir información, que sirva para la "reducción de riesgos y de daños
vinculados al cannabis" de acuerdo a políticas que serán instrumentadas
por el IRCCA. Y, en este sentido, se compromete a los comercios a
colaborar en la prevención del "uso problemático de drogas".
Licencia para comercializar la droga.
Las farmacias que quieran vender marihuana, tendrán
que contar con la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) y
la acreditación certificada de la antigüedad del propietario de la
farmacia, la que deberá ser anterior a diciembre de 2013, momento en que
se promulgó la ley 19.172 que regula el mercado de la marihuana.
Además, el documento firmado la semana pasa-da añade que los comercios
deberán superar procesos de evaluación y se- lección, los cuales el
IRC-CA todavía no definió.
Fuente: El País
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