En los próximos 3 a 4 años, una serie de dispositivos tecnológicos autónomos o semiautónomos irrumpirán masivamente en nuestra sociedad. Así lo pronosticó Bart Zelman, profesor de Ciencias de la Computación de la Universidad de Cornell, durante un seminario sobre el impacto de los robots autónomos en el mundo laboral, en el marco de la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS).
"Autos y camiones que se conducen solos, drones para vigilancia y otros propósitos, sistemas financieros completamente automatizados, robots de servicio y para el hogar, son todos sistemas que tomarán decisiones en nombre de los humanos", sostuvo.
Según el especialista, nunca antes en la historia de la robótica ha habido una inmersión mayor en la vida diaria de la inteligencia artificial. "Hasta hace 5 años era un mero tema académico, pero ahora existen decenas de aplicaciones para el mundo real", enfatizó.
Pero la irrupción de esta tecnología tiene un lado oscuro, advirtió en el mismo panel Moshe Vardi, director del Ken Kennedy Institute for Information Technology, de la Universidad Rice, en Texas. Vardi pronosticó que para 2045 las máquinas y robots serán capaces de superar a los humanos en cualquier tarea que realicen. "Creo que la sociedad necesita hacer frente a esta interrogante antes de que se nos venga encima: si las máquinas son capaces de hacer casi cualquier trabajo humano, ¿qué harán los seres humanos?".
Citó como ejemplo la futura masificación de los vehículos que se conducen solos. "Hoy el 10% de los empleos en Estados Unidos están relacionados con operación de vehículos, como los conductores de buses y de taxis. La mayoría de esos trabajos desaparecerá".
La gran pregunta para Vardi es si la economía mundial podrá adaptarse a una tasa posible de más de 50% de desempleo.
Zelman y Vardi reconocieron que en el pasado también se predijo desempleo cuando comenzó la industrialización y el impacto no fue tan grande, pero ahora es diferente porque los robots están aprendiendo a escuchar y ver como nosotros. E incluso mejor. Es así como los sistemas de conducción autónoma ven el tráfico mejor que los conductores humanos e incluso reconocen a los otros conductores de los vehículos. La proyección es que los vehículos autónomos permitirán evitar hasta el 90% de los accidentes y por eso se preferirá a los conductores humanos. Y podría ocurrir lo mismo en otras actividades.
Lo que se ve y se prueba.
Ya hay supermercados en Estados Unidos y Europa donde no hay ningún cajero y el mismo cliente pasa los productos por el lector de código de barras.
La irrupción de los drones también podría impactar pronto el mundo laboral. Antes, por ejemplo, había que contratar un costoso helicóptero para hacer fotos aéreas y ahora basta con tener uno de esos vehículos autónomos. Ya Amazon los está probando para llevar paquetes. También se han hecho ensayos como repartidores de pizzas.
Uno de los campos en que ha resultado benéfico el reemplazo de los humanos por robots es en el manejo de objetos peligrosos o en labores que revisten riesgo. Es el caso de los robots que entraron en la central nuclear de Fukushima y también los que se están empleando para inspeccionar zonas de derrumbes. Estos fueron utilizados en Japón tras el terremoto y tsunami de 2011.
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