Cómo arreglar el entuerto. Esa es la cuestión para los senadores del Frente Amplio (FA). Tienen la kafkiana tarea de zurcir las dos visiones indisimuladas que tiene el oficialismo sobre el déficit de 800 millones de dólares de Ancap. No sólo para apaciguar la interna caliente o para enfrentar las amenazas de la oposición de acudir a la justicia penal por presuntos ilícitos.
El oficialismo está embretado en forjar un documento de síntesis para responder al electorado frenteamplista que en los últimos meses asistió, entre perplejo y desorientado, al insólito espectáculo de acusaciones cruzadas entre sus máximos dirigentes, embarcados en ver quién tenía más responsabilidades en el déficit de Ancap (véase recuadro). El corolario de estas disputas mediáticas fue el intercambio epistolar entre el ex presidente José Mujica y el ministro Danilo Astori.
Lo cierto es que desde el martes circula entre los senadores oficialistas un primer borrador, puesto que el Frente Amplio (FA) tiene que presentar el 17 de febrero en el Senado –al igual que los partidos de la oposición– los resultados de la comisión investigadora sobre Ancap. El primer texto del FA, de 185 páginas, fue redactado básicamente por el senador Marcos Otheguy, de la lista 711, mano derecha del vicepresidente, Raúl Sendic, y quien presidió la comisión investigadora. Pero lleva la firma también de los senadores Marcos Carámbula (Pcu), Daisy Tourné (PS) y Rubén Martínez Huelmo (609).
El informe responsabiliza al Ministerio de Economía por el déficit que acumuló Ancap en los últimos años. “La aplicación de la política tarifaria, contenedora de la inflación en los precios de los combustibles, llevó a que diferentes costos no se trasladaran al precio final”, dice el documento, según consignó el miércoles El País. Los senadores oficialistas sostienen en ese borrador que existe un “desacuerdo más aparente que real” en la interna frenteamplista, porque el ex ministro Fernando Lorenzo admitió en la comisión investigadora que no se reconocieron los costos para contener la inflación. Además, agregan que a futuro se debería revisar la paramétrica para “transparentar” los costos “no reconocidos” del ente. Y, de paso, cuestionan a los medios de prensa por haber generado una “novela periodística” sobre la gestión de Ancap.
De todos modos, no sólo existen diferencias en el oficialismo sobre los costos no reconocidos a Ancap. El ministro de Economía, Danilo Astori, fue enfático al criticar públicamente el alto endeudamiento en dólares, las inversiones “fuera de control” y el “mal manejo” de la gestión. Y el ex presidente José Mujica, fiel a su estilo ambiguo, reconoció en diciembre a Brecha que Ancap “tuvo un manejo financiero inadecuado” y a El Espectador que eso fue una “chambonada”. Para complejizar más el cuadro de responsabilidades, el senador Ernesto Agazzi (Mpp), coordinador de la bancada oficialista, señaló este lunes en rueda de prensa que hasta 2005 Ancap “no tenía norte” ni plan de gestión, y que todas las decisiones posteriores se tomaron durante la primera presidencia de Tabaré Vázquez, cuando en 2007 se fijó el “rumbo estratégico” del ente. De modo que todos juegan en el baile.
QUE NO SE REPITA. Para algunos sectores del FA el informe no tiene que evaluar la gestión de Ancap, porque para eso no fue conformada la comisión investigadora. Lo que tiene que reforzar es la idea de que no hubo irregularidades e ilícitos. Esa es la posición del Mpp, la 711, el Pcu y algunos socialistas. “Si el FA quiere debatir la gestión de Ancap o de cualquier otra de las empresas públicas, puede hacerlo. Sería saludable. Pero en otro ámbito. No en el que propuso la oposición para demostrar, sin éxito, que hubo corrupción”, explicaron a Brecha desde la lista 711.
En cambio, desde el Frente Liber Seregni entienden que no es posible obviar los problemas de gestión, porque ya se hicieron explícitos en la comisión investigadora. “No creo que la opinión pública comprenda que escribimos 200 páginas sin hablar de una gestión que, para bien o para mal, explica los resultados que ha tenido Ancap”, evaluó a Brecha el diputado Alfredo Asti (Asamblea Uruguay). En la misma línea opinó este lunes la senadora socialista Mónica Xavier en una entrevista con El País: “hay que redoblar esfuerzos para explicarle a la gente que no hubo ilícitos y reconocer, en los casos que así sea, los errores, que no le hacen mal a nadie”.
Pero Asti fue más allá y adelantó que Asamblea Uruguay –sector que lidera Astori– no acompañará el informe del FA si mantiene la misma visión que reflejó el documento que presentó a fin de año la diputada Lilián Galán (Mpp), en ocasión de la capitalización de Ancap.
El informe de Galán también responsabilizaba al Mef del déficit de la petrolera por no haber reconocido los costos del ente para mantener a raya la inflación. “Si el informe tiene la misma visión que manejó la diputada Lilián Galán, no lo vamos a compartir, como no lo compartimos cuando lo presentó en Diputados a nombre de todo el FA, sin haberlo consensuado previamente. Este borrador tendrá que sufrir modificaciones o complementaciones”, opinó Asti.
La comisión que creó el presidente Tabaré Vázquez para monitorear la gestión de la petrolera y diseñar un plan de acción para enfrentar los problemas es una prueba, según Asti, de que en el oficialismo existe consenso en cuanto a que la gestión debe ser revisada. Un motivo más, agregó, para que el informe del FA no eluda referencias al desempeño, sobre todo luego de que la empresa fue capitalizada con 622 millones de dólares.
Análisis de Caetano
¿Informe “blando” o “realista”?
¿Informe “blando” o “realista”?
El historiador Gerardo Caetano evaluó en su columna de análisis en Televisión Nacional que si el informe del oficialismo acentúa la explicación de que “aquí no ha pasado nada” no será de recibo entre el electorado del FA. Es que más allá de que no se compruebe corrupción, para el politólogo un “informe blando” no sería de recibo después de que se supo que las principales críticas a la gestión de Ancap llegaron a la comisión investigadora con Astori y Lorenzo. El oficialismo, para Caetano, debe realizar un “informe de síntesis”, “realista”, “concluyente”, y que dé cuenta de los errores de gestión; porque “los ha habido y muy grandes”.
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