sábado, 31 de octubre de 2015
ADELE: ADELANTO DE SU PROXIMO DISCO
Hay que atesorar este próximo álbum de Adele porque quién sabe cuándo saldrá el próximo. Asumiendo que hay una suerte de patrón entre 19, 21 y ahora 25, probablemente veamos el cuarto disco de Adele cuando tenga 31. O si simplemente va a duplicar el número de años entre sucesivos lanzamientos, tal vez el próximo disco sea a sus 33.
Pero no hay que adelantarse a los hechos. 25 todavía no ha salido a la venta; llegará el 20 de noviembre y las masas cuyos oídos han sido tocados por la voz dorada de Adele están felices con ese hecho. La británica es un ave exótica en estos tiempos, una artista contemporánea que, de hecho, se permite irse y ser extrañada.
Figurar aunque no haya nada
La ubicuidad es el motor de las celebridades modernas, especialmente en la industria musical. Solo hay que preguntarle al rapero Lil Wayne o la cantante Kesha, ambos envueltos en una batalla legal con sus compañías disqueras y lamentándose el hecho de no poder lanzar música nueva. Del otro lado del espectro está Adele, que ingresó a Twitter en 2010 y ha tuiteado apenas un total de 226 veces desde entonces.
Incluso Beyoncé, que es famosamente adversa a Twitter, sintió la necesidad de lanzar allí el tema Bow Down/I Been On en marzo de 2013, cuando se acercaba el intervalo de dos años desde la edición de su álbum 4.
La última y mayor hazaña de los artistas es mantener una presencia mediática incluso cuando no tienen nada para promocionar. Un truco antiguo es filtrar a los paparazzi los datos sobre su presencia en algún lugar específico, para luego mascullarles mientras se asegura que se vea las descabelladamente caras carteras de marca que les prestaron.
Adele ha demostrado que es posible para una celebridad desaparecer cuando quiera y permanecer a oscuras relativamente sin ser molestada. Mantenerse visible es una decisión deliberada y es una que las estrellas pop deben tomar en algún momento. Sin embargo, es posible que una persona se mantenga fuera del ambiente por demasiado tiempo. Ese no parece ser el caso de Adele. ¿Cómo se sale con la suya?
Un alma antigua
Todo sobre ella sugiere que Adele es un alma antigua. Su estilo refiere a una era pasada, cuando las estrellas todavía eran misteriosas y se necesitaba una suscripción a una revista de escándalos para conocer los detalles más sórdidos sobre sus vidas. Lana Del Rey también tiene esa onda clásica, pero definitivamente no podría realizar lo que Adele logró: desaparecer de la música por tres años y regresar con un video que alcanzó 27,7 millones de vistas, superando el récord de Taylor Swift (con 20,1 millones por Bad Blood) en un solo día. Incluso la decisión de Adele de alejarse de la música, criar a su hijo de dos años y disfrutar de la vida campestre en West Sussex (sur de Inglaterra)con su pareja, Simon Konecki, parece retro.
Ese estilo Mad Men es parte de lo que hace a Adele una excepción, así como también su casi conservadora estrategia de lanzamiento. No hay sorpresas: adelantó su single principal, Hello y luego publicó su video. Realizó una única entrevista con la revista i-D y logró que el mundo la leyera. La canción además está en camino de transformarse en el single más vendido de 2015 en Gran Bretaña.
Adele ganó al ejercer restricción, pero simplemente no lo podría haber logrado si no creara música popular que se siente reflexiva, personal y real.
La persona que no es una marca
En agosto, el medio de dudosas fuentes Daily Mail publicó una nota donde afirmaba que Adele rechazó una propuesta de ganar US$ 122,5 millones por una gira tras el lanzamiento de 25 para quedarse con su hijo, Angelo. Incluso si no es cierto, no sería descabellado. La verdad más viable es que la voz de Adele no tolere una gira mundial de 200 shows. En 2012 le dijo al periodista Anderson Cooper que los pólipos vocales que la silenciaron durante 4 meses en 2011 podrían volver si fuerza su voz demasiado.
La verdad es que Adele gana el respeto de sus pares y la adoración de sus fanáticos porque se siente real, de una manera que pocas celebridades logran. Habla con un encantador y fuerte acento cockney que no ha cambiado desde que se hizo famosa y ama decir malas palabras. Es Amy Winehouse, en algunos aspectos, sin sus demonios.
Es una persona, no una marca, aunque algunos podrían decir que el concepto "es una persona, no una marca", es su marca.
En un mundo donde todo lo hecho a medida, ecológico y artesanal parece una estrategia para ganar dinero, Adele es auténtica. Mientras se mantenga fiel a eso, podrá alejarse el tiempo que quiera.
"Simplemente quiero vivir una vida real para poder escribir canciones", dijo Adele a i-D. "Nadie quiere escuchar un disco de una persona que ha perdido contacto con la realidad. Por eso, vivo una vida de bajo perfil para mis fanáticos".
Récords a romper
No solo su video Hello marcó otro punto alto de vistas en Vevo, sino que su single se vislumbra como uno de los más vendidos del año tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos de América. Asimismo, se proyecta que 25 superará el millón de copias vendidas. Según el sitio Billboard, conociendo la popularidad de Adele, el disco podría llegar incluso a acercarse a los 2 millones. El último álbum en superar el millón fue 1989 de Taylor Swift, editado el año pasado.
Fuente: Soraya Nadia McDonald / The Washington Post
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