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jueves, 4 de septiembre de 2014

URUGUAYOS ESTAFADOS CON EL VIEJO TRUCO DE LA PIRAMIDE

La firma, conocida como WCM777 (World Capital Market 777) funciona bajo el tradicional esquema "Ponzi". Se trata de una pirámide o cadena en la que los incautos "accionistas" deben poner US$ 2.000 para ingresar a la "red", con la promesa de percibir intereses de por vida. En los hechos, sólo aquellos que están en la cima de la pirámide (los primeros inversores) perciben un beneficio. Cuando la mayoría de los incautos quieren cobrar sus intereses, los creadores de la cadena se esfuman con el dinero recaudado.



La firma -que no tiene una sede física- se presenta con la visión y la misión de crear "el negocio del siglo XXI". Según sus promotores, cuando la economía mundial quiebre y no haya nada para abastecerse, en WCM777 podrán comprar comida, alimentos y ropa gracias a sus ganancias acumuladas y a su propia red de tiendas online en las que poder abastecerse usando los puntos generados con sus tarjetas de miembros.

El anzuelo ha sido echado en varios países de Europa y de América Latina, y miles de incautos han picado en él.

En Uruguay, como en otras partes, el sistema se diseminó mediante "líderes". Uno de ellos es un pastor evangélico de Soriano que difundió entre sus fieles que WCM777 podría asegurar su futuro cuando llegara el apocalipsis, y los instó a invertir y enviar su dinero a una cuenta bancaria en Hong Kong. El pastor también giró sus ahorros al extranjero. Eso, al menos, testificaron dos uruguayas damnificadas al diario El País.

"Yo deposité los ahorros de mi familia de siete años. Perdí todo. Ingresé al sistema aconsejada por el pastor", dijo a El País Alicia González, una de las víctimas de la estafa, que reside en la ciudad de Melo.

González envió a El País los comprobantes de los giros (foto), por una suma equivalente a US$ 50.000 a un ciudadano brasileño que poseía cuentas en el Banco Santander de Brasil y Bradesco. También efectuó un giro de US$ 2.078 hacia Hong Kong desde una sucursal del Banco República.

"Nos dijeron que WCM777 nos garantizaría recursos para comprar alimentos, dinero en una tarjeta y para los gastos diarios. Con la tarjeta -Kingdom 777- podríamos comprar productos en los free shops", relató.

Otras personas que ya integraban la "red" trasmitieron a González que su inversión le iba a rendir, a partir de los tres primeros meses, US$ 16 diarios; le generaría un ahorro en un sistema de puntos para invertir en lo que quisiera y accedería a una tarjeta de compra.

Sin embargo, cuando debió cobrar los beneficios tras invertir US$ 50.000, la empresa desapareció de Internet.

La riverense Elizabeth Martínez conoció a WCM 777 cuando vivía en Atlanta, Estados Unidos. "Veíamos que un amigo nuestro invirtió allí y ganaba dinero. A a este tipo de negocio se ingresa por confianza. Uno conoce a una persona que gana dinero y pide para entrar", explicó.

Elizabeth (no quiso revelar su apellido) también invirtió US$ 2.000 en WCM777. Como es usual en un sistema piramidal, la primera vez cobró el dinero prometido. Otras personas de su entorno también invirtieron en la compañía fantasma. Ninguno obtuvo las ganancias prometidas.

"Quedé en bancarrota. Como mi marido es brasileño, nos mudamos hace un mes a San Pablo", dijo la mujer, que integraba una "red" de 50 uruguayos. "Sé que hay otras redes de WCM777 en Uruguay. Todos perdimos. Nos estafaron", dijo.

El esquema ha sido denunciado en otros países como Canadá, Colombia y Perú, por miles de damnificados que creyeron en el "cuento chino".

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