La vida del ex presidente de la AUF, el Dr. Sebastián Bauzá (53 años) cambió mucho luego del golpe político empresarial que lo llevó a abandonar la presidencia de Consejo de Neutrales de la principal organización del fútbol de Uruguay. Ahora los fines de semana son de descanso en Punta del Diablo con su familia. Desde el 1° de abril de 2014, la vida de Sebastián Bauzá (53 años) dio un giro de 180°. Volvió a ser la de antes, pero en un lugar diferente por las connotaciones, algunas muy embromadas, que tiene en Uruguay recorrerla durante 5 años como presidente de la AUF.
"Hace dos semanas, cuando jugaba al tenis, por un instante me puse a pensar lo que estaba haciendo... ¡porque mientras fui presidente estaba todo el día pendiente del fútbol! Era impensado que me encontrara jugando al tenis", confiesa Bauzá a Ovación. "Estaba todo el día en el tema, pero no por obsesión sino porque era mi responsabilidad, tenía que estar listo para apagar incendios. Miraba todos los partidos, por televisión o en la cancha. ¡Todos! Escuchaba y leía todo, lo de acá y lo internacional. Seguía a los jugadores de la selección, en qué estaban. Lo hacía porque me gustaba y sentía que era mi trabajo. Ahora gané en tranquilidad, leo libros que nada tienen que ver con el fútbol. Me intereso en temas de política e información general. Hice un cambio de chip. Durante el Mundial vi solo los partidos de Uruguay, y ahora elijo lo que quiero ver. Hoy leo El País todas las mañanas, como siempre, pero no empiezo por Ovación como cuando era presidente", explica.
Después de 60 meses como presidente de la AUF, el último día de marzo renunció cansado de las presiones de los clubes, que respondían a intereses comerciales, y del gobierno. Eso lo explicó una y otra vez en todos los medios desde que el pasado miércoles decidió hablar por primera vez en Ovación, tras llamarse a silencio cinco meses.
"En los primeros meses tras mi alejamiento sentía que me faltaba algo, que me sobraba tiempo, que no tenía esa mochila que pesaba pero que me había acostumbrado a cargar. Ahora disfruto los momentos libres", vuelve Bauzá sobre el tema, y confiesa que no fue al psicólogo y que la "terapia" la hace "caminando o corriendo por la rambla con mi hermano o mi hija".
La charla avanza en la Confitería Lion D`or. "Veo la foto de hace cinco años y me di cuenta que perdí pelo, que el que me queda se me blanqueó y que sufrí algunas `nanas`, pero en estos seis meses dejé de tomar pastillas para dormir y un antibiótico por el problema de la erisipela", subraya, y agrega: "Antes tenía empujes de erisipela cada tres meses; ahora hace seis que no tengo".
Sus hijas dejaron de ser aquellas adolescentes de 15 años en 2009, cuando asumió como presidente. "Ahora tienen novios, y la verdad es que perdí un poco de diálogo porque durante cinco años no estuve en todo el día y cuando llegaba estaba cansado y ellas también. Ese es el debe que me dejó la AUF. En estos cargos tenés que tener el carácter que te permita despojarte de todo. Yo no lo pude hacer y me costó carísimo. Me acostaba a medianoche con el teléfono en la mano y arracancaba al otro día a las 6 de la misma forma".
La AUF lo marcó. "Hubo ciertas negociaciones que sufrí que no me gustaría vivir más. Hubo momentos en la venta de derechos de TV en que atravesé situaciones complicadas, como la del hotel Belmont (con Casal y Gutiérrez). Nunca tuve miedo, pero te das cuenta que no es tu mundo, ni para lo que llegaste al fútbol. Nunca tuve miedo, pero en esos momentos te empezás a perseguir y te preguntás hasta dónde van a llegar".
En aquel momento se dijo que habían amenazado a sus hijas si no accedía a los intereses de 'la empresa'.
La charla toma un giro con una anécdota. "Cuando votaron a Leoz en la reelección en la Conmebol, no viajé porque estaba con erisipela. A los seis meses tocó en FIFA la reelección de Blatter y allá fuimos. Uruguay era uno de los 209 países. Había un mundo de gente y los dirigentes de Paraguay y Chile me propusieron ir a saludar al presidente. `Mirá todos los que son`, les dije para que desistieran en su idea. Me convencieron, y fuimos. Cuando llego a saludarlo, Blatter, sin mediar palabras, me dice: `Cómo estás de la pierna`. Ahí me di cuenta por qué ese hombre llegó a sus cargos".
De la misma forma, recuerda cuando Blatter lo fue a buscar para bajar a la cancha previo a Uruguay-Alemania en Sudáfrica 2010. "Me llevó del brazo y saludamos jugador por jugador. `¡Qué locura, dónde estoy!`, decía. Pero sabés qué, siempre tuve algo muy claro: esto hay que tomarlo con los pies en la tierra, porque es efímero; sabía que algún día se iba a terminar. Si pensás que va a durar toda la vida, estás equivocado y te desquiciás. Tenés que disfrutar el momento, dar vuelta la página y seguir. Por eso ahora estoy disfrutando en este lugar".
En octubre decide si va a la Intendencia
"Es un orgullo que se hayan acordado de mí y que piensen que puedo ser candidato a un cargo tan difícil como la Intendencia de Montevideo. No soy un hombre de política-partidario a pesar de que todos, de alguna forma, hacemos política en nuestra vida. Sinceramente, primero me shockeó, más en el momento en que me ofrecieron (la Intendencia por el Partido Nacional). Es una decisión que aún no tomé. La estoy estudiando porque es una decisión familiar, empresarial", dijo Bauzá, quien asumió: "Si sos candidato es para ganar. Por eso me tomé mi tiempo para adoptar la decisión. ¿Cuánto tiempo? Por suerte han sido generosos conmigo y aún no me apuraron. Pienso que en octubre voy a decidir".
¿Qué puede aportar? "Ser presidente de la AUF te lleva a negociar mucho, con gremios, empresarios, colegas y vas tomando de alguna manera cierta tolerancia, que es fundamental en la vida. Se te curte la piel. En el fútbol todo es pasión y administrarlo es muy complicado. Entonces, uno toma las cosas importantes y el resto lo deja. Son experiencias que te marcan. Por todo, haber sido presidente de la AUF es un sello que no olvidás más".
¿Por qué serías Intendente? "Eso es lo que me falta para tomar la decisión".
"Hay que cambiar el producto fútbol"
"A la AUF no volvería; a trabajar por el fútbol sí, pero no en la primera línea. Quiero que Bella Vista vuelva a jugar aunque espero que regrese de otra manera, no en la forma en que se fue, con deudas y con un montón de problemas", precisó Bauzá y continuó desarrollando: "Tenemos que apoyarnos en las sociedades anónimas deportivas y conseguir empresas que, como pasa en Chile, tengan respaldo para trabajar. La deuda que tiene Bella Vista es importante (US$ 2.000.000), pero por suerte hace años invertimos en ladrillos, en el Complejo Bauzá, el respaldo para el club. Está claro que haciendo rifas o juntando dinero de hinchas no pagás las deudas. Hay que cambiar la cabeza, hay que cotizarse y empezar a variar el producto fútbol. Ya tuvimos reuniones con empresas. Ojalá salga".
Consultado acerca de si el fútbol sería diferente sin los negocios de la TV, respondió: "El fútbol es un espectáculo para la TV y cuando en todos los países se tocan estos asuntos se plantea como un tema urticante porque es el principal ingreso para los clubes. El gran problema que existe en Uruguay es que los clubes generaron deudas que no pueden pagar y, a cambio, asumieron compromisos por intereses comerciales por los que los clubes tuvieron que votar algo sobre que no están de acuerdo. Lo entiendo, pero no comparto".
Ser presidente de la AUF te lleva a negociar mucho, con todos; y, de alguna manera, vas tomando cierta tolerancia, que es fundamental. Se te curte la piel. Son experiencias que marcan".
Fuente: El País
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