Para que se puedan al menos sonreír, acá van 3 relatos que envió nuestra amiga y colaboradora Carmen, la arquitecta (no te decimos el apellido porque es muy modesta :) :
EL BORRACHÍN:
Estaba un tipo en un bar, totalmente borracho.
Unos muchachos deciden hacer 'el buen samaritano' ayudándolo a llegar hasta su casa, para lo cual buscaron alguna identificación en la cartera del tipo y se encaminaron a dejarlo.
Pero cada vez que lo ponían de pie para tratar de hacerlo caminar, el borracho caía al suelo y se daba un buen porrazo. Del bar al auto se les cayó 8 veces.
Cuando por fin llegan a la casa del tipo, lo ayudan a salir del auto y se les vuelve a caer otras 4 veces.
Tocan el timbre, sale la esposa del borracho y le dicen:
Señora Acá está su esposo.
A lo que la señora les contesta:
Fenómeno, pero y la silla de ruedas ???
LA SUICIDA:
Por la carretera va una caravana de fornidos y bigotudos motociclistas en sus poderosas, enormes, negras y estruendosas Harley-Davidson, cuando de pronto ven a una hermosa chica a punto de saltar desde un puente.
Se detienen, y el líder, particularmente corpulento y de aspecto muy rudo, desmonta, se dirige a ella y le pregunta:
¿Qué diablos se supone que estás haciendo?
La muchacha responde suavemente, con voz cadenciosa y gesto fatal:
Voy a suicidarme.
El motociclista piensa unos segundos y finalmente le dice:
Bien, pero antes de saltar, ¿por qué no me das un beso?
Ella asiente. Se hace a un lado su larga y rizada cabellera y le da un largo y apasionado beso en la boca.
Después de esa intensa experiencia, la tribu de motociclistas aplaude; el líder tiene que recuperar el aliento; se alisa la barba y al poco admite:
Ese fue el mejor beso que me han dado en mi vida. Es un verdadero talento el que se perderá si te suicidas. ¿Por qué quieres matarte?
Porque a mis padres no les gusta que me vista de mujer.
EL VECINO JAPONÉS:
Un tipo fue a visitar en la Unidad de Terapia Intensiva, a su vecino japonés, víctima de un gravísimo accidente automovilístico.
Encontró al amigo japonés todo entubado... Era tubo por aquí, tubo por allá.
Cables por todos lados... se quedó allí parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos cerrados, sereno, reposando con todas aquellas mangueras conectadas a su diminuto cuerpo.
De repente, en un momento dado, el japonés con los ojos casi fuera de órbita, grita:
"¡¡¡ 酸素のホースを踏んではいけない、あなたをファック !!!"
Dicho eso, suspira profundamente y se muere.
Las últimas palabras del amigo amarillo quedaron grabadas en la mente del tipo.
En el último día de la novena, después de la misa por el fallecido, el tipo este se aproxima a la madre y a la viuda y abrazándolas les dice:
Doña Fumiko, doña Shakita, mi amigo Fuyiro, segundos antes de morir, me dijo estas palabras que no consigo olvidar:
'¡¡¡ 酸素のホースを踏んではいけない、あなたをファック !!!'.
¿Qué quieren decir?
La madre de Fuyiro se desmayó al instante y mientras la viuda lo mira horrorizada, el tipo insiste:
¿Qué quieren decir esas palabras, señora Shakita?
La viuda lo mira con rabia y le responde:
Quieren decir exactamente:
'¡¡¡ NO PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO, LA PUTA QUE TE PARIÓ...!!!'
No hay comentarios:
Publicar un comentario